"Rachelle es una persona alegre, al menos es la sensación que siempre transmite. Casi nunca puedes saber cuando está bien o cuando está mal. Apenas le falta esa sonrisa que otras personas no son capaces ni siquiera de poder esbozar. Allá por donde va, siempre reparte optimismo, siendo capaz de levantar el ánimo de cualquier persona... excepto el suyo; lo malo es que, de eso, es muy difícil darse cuenta. Comunicativa como la que más, habla con cualquiera por muy tímida que sea. Siempre tiene algo que contar. Responsable y comprometida con sus obligaciones, lo primero, para ella, es lo primero. Se sacrifica por quien sea, sin importar el grado de amistad que tenga con esa persona, sin importar si a veces esa persona le ha hecho algún mal. Ella no mira esas pequeñeces. Por eso, puedo asegurar que es difícil encontrar a alguien con el corazón como el de Rachelle. Embaucadora y pícara, a la vez que ingenua y transparente, si te miente al momento se lo notas. No sirve para eso. Pero es que no le hace falta tampoco mentir, porque se puede ver a través de Rachelle igual que se ve a través de un cristal. Es tan frágil como un jarrón de porcelana china. No es difícil hacerle daño, más aún si la conoces y sabes cómo hacérselo. Pienso que no debería ser tan ingenua, que no debería de fiarse de tanta gente. Tan natural como la luna llena de verano, como la nieve en diciembre o las flores en primavera, Rachelle nunca piensa en el daño que le pueden hacer los demás. Se deja guiar por su instinto y a veces, pasa lo que pasa. Confía demasiado en quien no debe y deja de confiar en quien debe, pero eso es por su propia naturaleza.
Rubia. De ojos claros y suaves pestañas. De colores débiles y embaucadores olores, los labios van de acuerdo a su estado de ánimo. De sonrisa triste y labios grises y poco marcados. A mi me gusta el rojo. Ya lo sabes. Pelo largo o semilargo, de mil formas, según te apetezca... pero siempre rubio... o negro en la oscuridad de tu habitación. Siempre elegante. Siempre guapa. Y la luna... en tu mirada la tengo; por eso cuando está nublado, me hace falta verte más de lo normal. Odio los días nublados."
Este texto lo escribí hace unos 8 años pensando en alguien que me gustaba. El pasado no se puede cambiar, pero por eso mismo tampoco debemos de esconderlo. El caso es que esa chica me recuerda a una tal Rachelle... evidentemente, únicamente he modificado el nombre de la chica por el de Rachelle. Es lo mágico de la lectura; que luego cada uno forma sus imágenes acerca de lo que lee. Por eso no me suelen gustar las películas basadas en libros. Simplemente, hoy quería rescatar este texto del olvido. Mañana, si hay suerte, podré indicaros ya la web que estoy preparando con mis fotografías...
mmmmm estoy deseando descubrir ese nuevo rinconcito de fotografías... creo que será digno de ver.
ResponderEliminarAcabo de llegar a casa de trabajar hace un rato, estaba comiendo algo frente al ordenador y casi se me atraganta el bocado al leer ese texto de hace casi una década. Y más al leer el nombre de Rachelle...
Ha sido una sensación extraña...
Saludos caballero