La inspiración a veces llega tan tarde que ni nos damos cuenta. Es lo que tiene estar demasiado distraído. No voy a entrar ahora a valorar si creo o no creo en los fantasmas. Cuando era pequeño, vivía en una casa antigua. Reformada, pero antigua. Y grande. De tal tamaño que, a pesar de construir en el patio un salón, un comedor, un pasillo, tres habitaciones, una cocina, un trastero y un aseo, quedó patio y además pudimos tener terraza. La parte antigua tenía, además, tres dormotorios más, un cuarto de estar y otro gran pasillo, antesala del zaguán que daba a la calle. Cruzando el patio teníamos otro baño y otra cocina, aunque de "personas mayores"... Si mi memoria no me traiciona, ni tampoco la edad de aquella época que era lo suficientemente pequeña como para ver las habitaciones demasiado grandes, allí me creía rodeado de fantasmas por todos lados. En la parte vieja de la casa, siendo yo un crío, murieron dos tías de mi madre, un tío de mi madre y su propia madre, es decir, mi abuela. ¡Como para no creer en fantasmas! Desde entonces tengo la costumbre de encender toda luz por donde mis pies tienen que caminar si la habitación o sala en cuestión está a oscuras. Nunca he visto un fantasma ni espero verlo jamás, y si los viera, sólo deseo que sean espíritus benignos que vienen a ayudarnos. Porque sustos ya tenemos bastantes todos los días simplemente con vivir. Ciertamente, considero que no hay mayor soledad que la del fantasma, que nunca nos los presentan acompañados ni alegres... es posible que algunos empiecen a ser fantasmas ya en vida, cuando entran en cierta edad y se amargan por todo, a pesar de que algunos estamos ahí para intentar ayudar. Pero el fantasma no suele aceptar ningún tipo de ayuda. Espero no tener pesadillas esta noche.
Los fantasmas, nos los creamos nosotros mismos con nuestra imaginación. Todas las personas tenemos un pasado, más o menos fantasmagórico, pero no se le debería temer. Son peores los fantasmas vivientes, los cuales encontramos todos los dias por ahí... ánimo manolo, y sigue haciendo lo que te gusta.
ResponderEliminarMmmmmmmm me encanta la visualización de esa casa antigua a través de sus palabras, amigo mío. Me gustan esos caserones típicos que muestran en las películas de terror, con cierto aire siniestro... si tuviera el dinero suficiente me compraría una de esas de principios del XIX y conservaría toda su estructura original...
ResponderEliminarupps que me pierdo del tema original...
me ha echo gracia esa costumbre adquirida en su infancia, aunque no es sorprendente: sigo bajando de la cama con un ligero saltito (o un paso largo) para que no me atrape los pies el mosntruo de debajo de la cama (ríase, que me lo merezco). Con respecto a los fantasmas... seguro que haberlos haylos, aunque mis creencias personales no vienen al caso. Estoy de acuerdo con el amigo anónimo: son más de temer los "fantasmas vivientes" con que nos topamos a diario.
Saludos y mucha inspiración amigo.