...sigue igual. Por mucho que nos empeñemos en lo contrario. Tenemos tanto que hacer que hasta llegamos a aburrirnos y a echar cosas de menos que nunca hemos tenido. Quizá por eso me levanté esta mañana con tanto dolor de cabeza. Tengo que tratar de quitarme tanta pereza de encima y poner más empeño en cada uno de mis actos. Seguramente, pueda aprovechar más el tiempo. Pero no olvidemos que vivir así para luego, un día cualquiera, no estar, es demasiado triste. La alegría con la que me gustaría estar a cada segundo se esfuma en cada esquina que mis pasos dejan atrás. Apenas sin tiempo, los deseos se convierten en obligaciones y las obligaciones en rutina, esa que nos hace esclavos del tiempo. Y vuelta a empezar. Una y otra vez. Y otra. Y maldita la noche que acorta la vida del día, que muestra su oscura alma tras los cristales de la desidia. Si estamos conformes con la duración de los segundos, seremos capaz de avanzar por buen camino. En caso contrario, iremos por el lugar equivocado. El único inconveniente es que nunca lo sabremos. Ni quizá lo sepamos en el más allá... si es que existe.
Debe ser que hoy es lunes y más de uno nos sentimos así.
ResponderEliminarEsas preguntas que te haces también me la hago yo, sobre todo últimamente que ando con la tristeza colgada a los hombros, y no veas lo que pesa.
Cuando pasas por algo doloroso como una enfermedad, la muerte de un ser querido, un desengaño amoroso y miles de cosas más que nos hieren, mientras tú lo estás pasando mal y te crees el ser más desgraciado del universo… la vida sigue igual. Te das cuenta que el resto de la gente sigue adelante y tú los miras y dices: ¿Cómo lo hacen?
Pues seguramente con las mismas dudas, anhelos, deseos, miedos y tristezas que tenemos todos. Pero se sigue viviendo. Se espera siempre algo mejor. Se tiene esperanza.
Y en el fondo es bueno preguntarse si existe un más allá… nos ayuda a seguir.
Y también nos ayudan a seguir la gente que nos rodea, que nos quiere, que nos empuja…
Unas veces se está triste, otras alegre y dicharachero, otras un poco apático… pero ten seguro que si estás en este mundo es por algo, seguramente tú también ayudas a otros cuando ellos no tienen su sonrisa. Y si hay que empezar una y mil veces… se empieza, porque la vida seguirá igual, lo quieras o no.
Así que pinta una sonrisa y mira el día a día con ilusión.
El día que no estés dará igual. Enfrenta este día en el que sí respiras.
Espero haberte animado un poco después de este testamento.
Un beso.
Opino como Anne, y es que sus palabras resultan sumamente sabias. No te tortures por lo que que vendrá, disfruta cada segundo del momento presente porque sin duda es irrepetible e irremplazable. Muchas veces no se valora lo que se tiene hasta que lo pierdes...¡no te arriesgues a eso y disfruta cada instante como si fuera el último, porque nunca se sabe si lo será! (hale, ya está la fatalista esta jajjajaja)
ResponderEliminarPor cierto, supongo que la foto la harías dejando la cámara en el suelo (hablo desde mi infinita ignorancia fotográfica) porque sino no puedo imaginarme la pose que habrás tenido que poner para hacerla jajjajajaj
Besos y ánimo, mi caballero gris (como la estantería).
Hola Anne... gracias por tus palabras de ánimo. No es que esté pasando una racha peor que cualquier otra, tampoco es que esté en un gran momento... sólo reflexionaba a cerca de la causa o motivo por el cual uno debe de seguir adelante, ni el pasado ni el futuro importan, el presente es eterno y siempre es el mismo. Hay días que me cuesta mucho ponerme con mis tareas, y eso hace que esté más apçatico y con menos ganas de lo habitual, y si además, miramos hacia adelante, el panorama es bastante negro...
ResponderEliminargracias y besos.
Hola Akasha. Debiste escribir mientras intercambiaba mis palabras con Anne, pues acaba de aparecer tu mensaje.
ResponderEliminarHoy no me apetece mucho trabajar... así que voy a entrar en tu blog que ya he visto que has puesto el nuevo capítulo. A ver con qué nos sorprendes... A ver si cuando lo lea, me entran ánimos de aprovechar un poco más la tarde. Tendría que ir a clases de "fuerza de voluntad", porque el ánimo suele tener más peso y te deja apático total.
De todas formas, igualmente gracias por tus ánimos. Igual no soy consciente de lo importantes que son... la foto, como bien dices, está hecha dejando la cámara en la pared, buscando la luz de los candelabros con la bóveda al fondo (suelo, pared... que mas da; todo depende del punto de vista, ¿no?).
Besos, dama.
hombre, ya sabía que era la pared y que la vista era desde el suelo. Me he expresado mal... jejeje
ResponderEliminarAsí que me lees desde el trabajo mmmmmmmmmmm me alegra ser un motivo de distracción en la cotidianeidad diaria.
Besos, para mí es muy grato leerte también, pese a que te cuesta creer la valía de tus letras.