Las plantas crecen mientras los muros caen. Inertes. Complacidos por el paso del tiempo. Por haberse mostrado tan fuertes durante tantos años. La vida pasa, y nosotros con ella. Nos lamentamos en demasía de las cosas que podríamos haber hecho. No vivimos el momento. Siempre nos falta tiempo para todo. Incapaces de ver quiénes somos. Tú. Y yo. Y el resto de la gente, está aparte. Pero es difícil de creer. Llegará el momento de la soledad. Sin saber el motivo. Quizá por haber hecho algo bien. O algo mal. O por no hacer nada. Al vecino no le importas. Ni a los que se acercan de vez en cuando. Ni a los que te quieren ver, pero no hacen por donde venir. Formalismos innecesarios. Accedemos, y la vida sigue igual. Dependemos de nosotros. Yo miro en mi, y me veo capaz. Con fortaleza. Con ánimo. Aunque seguramente, necesite compañía. Después de todo, pasará lo que tenga que pasar. Lo demás, no está en nuestras manos. No conocemos el mañana, ni el pasado-mañana, ni el ayer... bueno, ese sí lo conocemos. Pero ya no se puede cambiar. Hazme caso. Ya te lo he dicho muchas veces. Nadie nos va a regalar nada... en fin, como decía, las plantas crecen mientras los muros caen y las personas nos limitamos a ver la vida pasar por delante de nuestros ojos. ¡Qué pena no saber apreciarla!
Quiero ver optimismo en estas lineas, es cierto que la vida pasa pero estamos en ella, es nuestra vida y no debemos dejarla pasar sin más, si nos fijamos bien cada día trae alguna sorpresa, en nuestra mano está luchar por lo que queremos, desde luego no nos lo van a regalar ¿nos ponemos a ello? espero que si.
ResponderEliminarBesos.
La vida es una serie de colisiones con el futuro; no es una suma de lo que hemos sido, sino de lo que anhelamos ser.
ResponderEliminarJose Ortega y Gasset
Opino lo mismo, no deberíamos dejar pasar la vida.
Igual después de unos cuantos escarmientos aprendemos a vivir el presente.
Un beso y CARPE DIEM
Hola Wendy. Hay optimismo, y también pesimismo. Aunque lo que más hay es realismo. Las sorpresas son eso, sorpresas. Y por tanto, no debemos esperarlas. Venga, nos ponemos a ello :)
ResponderEliminarBesos.
Anne, Ortega y Gasset tenía razón. Aún así, parece que no solemos hacer mucho caso de esas grandes frases ilustres que nos dejan los grandes sabios que ha tenido la humanidad.
ResponderEliminar¿Y que hacemos con aquellos que no escarmientan nunca? Ahí está el problema...
Pero bueno, los demás, vamos hacia adelante. Besos.