Casualmente dormía con los ojos entreabiertos, ya que mis sueños se cierran a cal y canto al mismo tiempo que mis ojos. La forma más cruel de soñar es cuando tenemos los ojos abiertos. También es la forma más extraña de mentirse. Al menos, durmiendo, nos lo creemos. Cinco metros es la distancia exacta para no perderte de vista a la vez que sirve para no poder tocarte ni uno de tus misteriosos pensamientos. Chocamos contra los ladrillos de las ideas absurdas, y al saltar, los techos son tan bajos como el resplandor de un triste amanecer. Parece que siempre estoy a cinco metros detrás de tí. Injusta distancia para quien lo da todo, insuficiente para quien espera recibir algo a cambio de algo menos. La ciudad está llena de paredes insensibles que hacen que casi todas las cosas estén a cinco metros detrás de tí. No corras. No te podrás alejar mucho, no podrás distanciar el tiempo que tardaré en volver a soñar, con los ojos entreabiertos, intentando no confundir realidad con ficción. Porque la ficción, mientras existe, es real, y creo recordar que nunca nadie me ha mentido mientras soñaba. Extraña sensación, cuando la única verdad es que al despertar... todo vuelve a ser mentira.
Me has hecho pensar, mis sueños si mienten, cuando despierto la realidad es muy distinta y muchs veces he querído quedarme en el sueño pero,claro, no es psible :(
ResponderEliminarBesos.
Increible Manolo, a esta belleza te referías...
ResponderEliminarQué hermosa forma de sentir, de soñar, aún sea a párpados abiertos y sosteniendo esos eternos cinco metros, siempre.
No sé si será por como estoy, pero esto que acabo de leer me llega hondo, muy hondo.
Mierda de distancia, de mentiras, y de realidad inerte!!! (perdona).
¿Me dejas sostener tu mano un rato?.
Alucinante Manolo, has conseguido recrear el día a día de un soñador, haciéndome sentir menos en esto solo por un momento.
ResponderEliminarEsos cinco metros, que a veces son tres... las llemas de tus dedos gritan intentando alcanzar el sueño que es realidad ante ti, pero nunca atraparlo, y entonces debes cerrar los ojos y ver como se aparta, lo sufiiete para no agarralo, pero sin que nunca lo dejes de ver... se bien de lo que hablas.
A veces es dificil saber elegir si es mejor soñar o despertar. La virgilia aviva las llamas de la consciencia y al contrario también. En cambio, a veces resulta más duro no esperar nada, que esperarlo, o saber que no debes esperar nada, pero las cosas no se deben hacer a cambio de algo.
Un abrazo, Manolo.
Tus palabras me traen recuerdos de momentos en los que también viví esa sensación. Aún rozando sus labios, su piel, estaba a kilómetros de ella. Allí estaba su cuerpo, pero nada más. Lo que tanto temía, despertar del sueño, se convirtió en una de las mejores cosas que me ha ocurrido en la vida, por triste que pueda sonar, porque aquello me estaba robando la vida.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Manolo,sorry, he tenido un despiste, ya lo he subsanado.
ResponderEliminarUn beso.
Wendy... tus sueños mienten en los propios sueños? Ya sabemos que todo es mentira cuando despertamos, pero en el propio sueño no lo tengo tan claro...
ResponderEliminarBesos!!
Mayte, te agradezco tus palabras. No hago más que escribir lo que siento en cada momento. A veces, al releerlo, me gusta lo que acabo de escribir, y otras veces, pues no me gusta tanto, pero tampoco le doy muchas vueltas.
Ya lo dije una vez, el estado de ánimo influye mucho, al menos a mi me influye...
PAra mi, es importante saber que estáis ahí, con vuestro apoyo. Eso es más grande que poder ir de la mano. De hecho, virtualmente, muchos vamos de la mano.
Gracias y besos.
Anto, yo también siento por momentos que me quitan la vida. Seguramente, sea de manera involuntaria, pero nos vamos dejando trozos de vida por el camino de la misma, y pienso que a la larga, esas cosas terminan pasando factura. Quizá cada día que me siento tan débil esté restando una semana de vida a mi corazón. Pero sólo quizá...
De nuevo, gracias. Un abrazo.
Vic Roselló, te contesto aparte del resto pues es la primera vez que participas en el blog y es una manera especial de agradecértelo. Igualmente por tus palabras, que me han dejado impresionado.
ResponderEliminarA veces, sois capaces de leer entre líneas lo que quiero decir y otras veces no tanto, aunque es completamente normal. No espero siempre ser entendido, me basta con ser mínimamente apoyado. Hoy es que llevo un día... pero con tiempo, echaré un vistazo más detenidamente a tus blogs, el de las ilustraciones me ha parecido una pasada, pero a ver si le puedo dedicar más tiempo...
Un abrazo y siéntete libre de participar cuando quieras.
Yo personalemente tengo una enorme capacidad de evasión, por tanto me dá lo mismo soñar despierta o en brazos de Morfeo, el caso es que mientras sueño soy feliz, en mi inconsciente y fantasioso universo paralelo, y es cuando me "despierto" bruscamente que comprendo la cruda realidad de la vida mortal: prisas, agobio, el convivir diariamente con personas que apenas conoces ni conocen nada de ti, vivir rápido, sin apenas tener tiempo para sonreír y con muy poquito tiempo para dedicarse a uno mismo, al disfrute de los sentidos...
ResponderEliminar...uy, perdón, quizás es que ya estoy soñando despierta de nuevo.
Besos Manolo
Gracias a ti, Manolo, eres bien recibido, mi casa es tu casa. Sabía de ti, pero mi maldita cabeza nunca me ha dejado prestar atención a los blogs, o simplemente detenerme a comentar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Akasha... no hace falta que digas que sueñas despierta, jajaja... Me lo creo, no tengo más que ver la imaginación y la capacidad que tienes para narrar la historia que llevas en tu blog y que a más de uno de por aquí le tiene fascinado...
ResponderEliminarTienes razón, deberíamos tomarnos la vida más calmada, seguramente tendríamos un mejor sabor de ella.
Besos.
Vic Rosellí, en ese sentido eres como yo... sé de muchos más blogs de los que puedo visitar, pero mira cómo poco a poco me voy haciendo partícipe, cada día procuro tener algo de tiempo para investigar más por la blogosfera... y realmente, merece la pena.
Gracias a tí. Un abrazo.