Aquél día, cuando arrancaron el coche y comenzaron el viaje, el cielo amenazaba lluvia. La orografía del camino facilitaba las cosas para ser testigos de una buena tormenta.
- Tengo miedo - dijo Anne.
- No te preocupes, me sé la carretera de memoria - contestó su amigo.
Anne sabía que sería poco más de una hora lo que tardarían en llegar a su destino. Aún así, se mostró pesimista. Quizá se sentiría más segura si fuera conduciendo ella. Aún así, le apetecía sentarse en el lugar del copiloto.
- Deberías de coger la cámara de fotos y tranquilizarte. Este tiempo es propicio para obtener una buena fotografía - insistía su amigo en un intento de calmarla.
A los cinco minutos empezaron a caer las primeras gotas. El cielo pintaba gris tormenta, y el tráfico no era demasiado fluido. Deberían de haber salido antes. Anne iba cámara en mano, mirando por el objetivo cada siete segundos.
- Los cristales me hacen un efecto extraño - llegó a susurrar casi sin pensarlo.
- Cuanto más zoom uses, menos se notarán. Serán casi imperceptibles. Enfoca al infinito y verás.
Anne comenzó a disparar. Quería fotografiar la lluvia, pero le resultaba difícil. Tenía la sensación de que, una vez hechas ocho o diez fotos, el resto eran idénticas. Durante quince minutos, la lluvia fue intensa. Pero el sol comenzaba a intuirse entre las nubes. Los rayos querían indicar el camino. El agua dejó de caer al entrar en un túnel de apenas cuatrocientos metros... y no volvió a golpear el coche. Las nubes dejaban entrever el cielo azul. Un bonito paisaje iba apareciendo, aunque a lo lejos, según el ángulo de visión, se veía el gris de la lluvia dispersa en algunas zonas del paisaje... y de pronto ocurrió. Comenzaba a dibujarse un doble arcoiris, suave a lo lejos, intenso en un gran primer plano. La paz llegó a Anne, se relajó y disparó tantas fotos como pudo. Vio formarse al arco iris, y lo vio desintegrarse. Pero su cámara supo captar el momento. Una sonrisa pícara impedía ocultar si momento de felicidad.
- Todo es cuestión de tener paciencia. La imagen estaba ahí. Únicamente supimos estar en el lugar adecuado, en el momento adecuado.
- ¿Y si no hubiera tenido la cámara? - Preguntó Anne - ¿Y si hubiéramos iniciado el viaje antes, o después, o hubiéramos ido más despacio?
- Fácil: la fotografía la hubiera hecho otra persona - Le dijo su amigo, mirando al horizonte mientras escrutaba de nuevo el cielo para comprobar que ya no habría más lluvia ni arco iris aquella tarde de primavera... Es más importante estar que saber.
Con cariño para Anne. Que la he visto desanimada...
- Tengo miedo - dijo Anne.
- No te preocupes, me sé la carretera de memoria - contestó su amigo.
Anne sabía que sería poco más de una hora lo que tardarían en llegar a su destino. Aún así, se mostró pesimista. Quizá se sentiría más segura si fuera conduciendo ella. Aún así, le apetecía sentarse en el lugar del copiloto.
- Deberías de coger la cámara de fotos y tranquilizarte. Este tiempo es propicio para obtener una buena fotografía - insistía su amigo en un intento de calmarla.
A los cinco minutos empezaron a caer las primeras gotas. El cielo pintaba gris tormenta, y el tráfico no era demasiado fluido. Deberían de haber salido antes. Anne iba cámara en mano, mirando por el objetivo cada siete segundos.
- Los cristales me hacen un efecto extraño - llegó a susurrar casi sin pensarlo.
- Cuanto más zoom uses, menos se notarán. Serán casi imperceptibles. Enfoca al infinito y verás.
Anne comenzó a disparar. Quería fotografiar la lluvia, pero le resultaba difícil. Tenía la sensación de que, una vez hechas ocho o diez fotos, el resto eran idénticas. Durante quince minutos, la lluvia fue intensa. Pero el sol comenzaba a intuirse entre las nubes. Los rayos querían indicar el camino. El agua dejó de caer al entrar en un túnel de apenas cuatrocientos metros... y no volvió a golpear el coche. Las nubes dejaban entrever el cielo azul. Un bonito paisaje iba apareciendo, aunque a lo lejos, según el ángulo de visión, se veía el gris de la lluvia dispersa en algunas zonas del paisaje... y de pronto ocurrió. Comenzaba a dibujarse un doble arcoiris, suave a lo lejos, intenso en un gran primer plano. La paz llegó a Anne, se relajó y disparó tantas fotos como pudo. Vio formarse al arco iris, y lo vio desintegrarse. Pero su cámara supo captar el momento. Una sonrisa pícara impedía ocultar si momento de felicidad.
- Todo es cuestión de tener paciencia. La imagen estaba ahí. Únicamente supimos estar en el lugar adecuado, en el momento adecuado.
- ¿Y si no hubiera tenido la cámara? - Preguntó Anne - ¿Y si hubiéramos iniciado el viaje antes, o después, o hubiéramos ido más despacio?
- Fácil: la fotografía la hubiera hecho otra persona - Le dijo su amigo, mirando al horizonte mientras escrutaba de nuevo el cielo para comprobar que ya no habría más lluvia ni arco iris aquella tarde de primavera... Es más importante estar que saber.
Con cariño para Anne. Que la he visto desanimada...
Es difícil encontrar una foto de lluvia que me llene. He realizado un montón de búsquedas en internet, y son muy pocas las que me la traen como la siento. Tampoco he logrado realizarla.
ResponderEliminarGran detalle el regalarle esta historia a Anne. Si es que eres un caballero de los que ya no quedan.
Un abrazo!
Querido Manolo:
ResponderEliminarSolo quisiera repetir esa misma frase que has puesto, y a la que le doy la misma intención y sentido que tú. "És más importante estar que saber" Y tú estás siempre, gracias.
Un bonito detalle hacia Anne; como bien dice Zarzal, caballeros así, quedan pocos...
Un abrazo.
Preciosa entrada. Siempre es más importante estar que saber, y no todos los recuerdos son captados por una cámara, los recuerdos quedan impresos en la memoria y el corazón.
ResponderEliminarAquellos lugares y momentos en los que has estado permanecerán por siempre, más o menos presentes, pero por siempre. Y hay mil modos de estar, aunque a veces no se vea.
Es un detalle sin precio el que tu, de este modo, con tu entrada, hayas estado ahí. Eso siempre quedará.
Un abrazo.
Gracias por los cumplidos, Zarzal... me quedo anotado en algún lugar de mi memoria esa fotografía de la lluvia... igual yo la tengo entre mis archivos, jejeje...
ResponderEliminarUn abrazo!!
Mayte, gracias igualmente, eso de ser un caballero... no me lo habían dicho antes (aunque se lo atribuimos a Zarzal, o Anto, ya lo llamo de las dos formas, ¿no?).
ResponderEliminarRealmente, es más importante estar que saber porque si no estás, ¿de qué te sirve saber? No sirve ser el mejor fotógrafo, o médico, o profesor... si no estás en el lugar que tienes que estar. Si la humanidad supiera estar en el lugar que debería estar, el mundo sería mucho mejor.
Un beso.
Gracias Vic. Ya véis que soy muy cumplido :-) Por cierto, ¿para cuando una nueva ilustración? Es cierto que existen muchas maneras de estar, aunque tristemente mucha gente no sabe verlo, o apreciarlo... quieren tocarte, estar físicamente a tu lado, como si necesitaran comprobar que no mientes, que es cierto que estás ahí... Y luego, no se percatan que siempre estás aunque a ellos no les parece...
ResponderEliminarUn abrazo!!
Pues respecto a la ilustraciones, no es por falta de ganas. Pero ahora mismo sufro un bloqueo bestial. Creo que quiero hacer demasiadas cosas y con el curro... acabo agotado y llego a casa y me llama más relajarme con la música. Pero pronto vereis algo nuevo. Estoy preparando algo sobre el Flautista de Hamelin para ver si entro en un proyecto de cuentos interactivos.
ResponderEliminarSaludos.
Manolo…
ResponderEliminarAyer no vi tu entrada. "Cachis"
Estoy buscando la tecla de gracias y esa otra que pone “enviar un abrazo”.No la encuentro.
Espera, ya la he visto. ¿Te ha llegado?
La verdad que ayer fue un día de esos tormentosos. Últimamente tengo muchos, pero sé que algún día se irán los nubarrones y saldrá ese arco iris del que hablas.
Alguien me dijo que si no salía ese arco iris, saldríamos un día a pintarlo.
Me has dejado casi sin palabras. Estoy torpe, no sé qué poner.
De verdad que a veces la palabra gracias se queda muy chiquitita.
Me encanta tu texto, con tu permiso lo llevo a mi blog y pongo esa foto que hice gracias a ti en ese viaje que hicimos. Cuando quieras pasas a recogerla, también tienes el mérito.
Sabes que no es perfecta, pero fue un gran viaje, ¿lo recuerdas?
Un abrazo,
De Anne, la que intenta ser "fotógrafa"
Estoy aprendiendo muchas cosas, como dijiste tú. Pensaba que Internet y esto de los blogs era algo frío y distante. A veces no es así.
Pues nada, Vic, lo importante es descansar, salud ante todo, y cuando vuelvas, seguro que lo haces con más fuerza. Tengo ganas de ver tus nuevas creaciones.
ResponderEliminarÁnimo. Saludos!!
Anne, no es la primera vez que en mi blog hago guiños a otros blogs... también depende de la inspiración. Tus teclas funcionan perfectamente ;-)
ResponderEliminarSólo procuraba animarte, así que no tienes que agradecer tanto, aunque yo igualmente te lo agradezco. Y la palabra gracias es siempre grande si se dice con sinceridad. Por lo cual te lo vuelvo a agradecer.
Vamos a dejarnos ya de tantos halagos, que tampoco me gusta mucho ponerme muy... como decirlo... ¿ñoño? Bueno, algo así.
Me alegro de que lo hayas puesto en tu blog y de que te haya gustado, en serio. Lo que quiero es que te animes, que nadie nace enseñado, que todos tenemos un camino por recorrer y que los caminos se hacen caminando, paso a paso. Que lo importante es estar, y tú también estás. La foto que puse la hice estando de copiloto y tras los cristales, en los límites de las provincias de Jaén y Granada. Simplemente por estar ahí en el momento que el arco iris salió.
En cuanto a los blogs... opino lo mismo que tú. Se aprende mucho, y al principio me costaba...
Besos.
No sabía si la foto era tuya por eso no la he cogido antes.
ResponderEliminarAhora con tu permiso, me la prestas?
Un beso
Por supuesto, puedes coger la foto. No les pongo copyright ni nada... de momento :-)
ResponderEliminarPero la tuya también está genial.
Besos!
Comparto con Zarzal mi gusto por las fotos que representen la melancolía implícita en una tarde de lluvia, aunque a menudo resulte complicado captar esa esencia. Igualmente me ha encantado esta en la que aparece el arco iris difuminado al fondo. Eres un "cazador de imágenes", amigo mío.
ResponderEliminarHermoso detalle para Anne, si es que eres un caballero, querido, cualquier día te veo con cravat y chaqueta de elegante corte inglés jijijijiji
Besitos