Sólo una vez he estado ante el Cristo de la Expiración momentos antes de su salida a las calles de Linares. Sólo una vez, aquél Viernes Santo, aquél Viernes que además, coincidió con mi cumpleaños, estuve tan cerca del Cristo unos minutos antes de las 3 de la tarde, hora establecida para el inicio de la procesión. Me hubiera gustado haber estado otros años, y no ese precisamente, allá por el 2003, justo cuando cumplí los 28 años, pero no se me han vuelto a presentar más oportunidades.
Nos conformamos con realizar tantas y tantas cosas aunque únicamente sea una sóla vez... que seguramente me faltaría espacio para poder expresarlo en estas breves líneas. Por una sóla vez me gustaría ser comprendido cuando creo que tengo razón, por una sóla vez me gustaría ser un ingénuo cuando no la llevo. Por una sóla vez, me gustaría subirme a un balcón, gritar que no tengo miedo, sentir volar, soñar mis sueños, sudar mi sufrimiento, olvidar mis penas y recordar mis alegrías. Por una sóla vez, me gustaría volver al pasado alegre y renegar del triste, arrepentirme de mis crueldades y tener la voz amiga de la sabiduría y de la experiencia. Y que todos escucharan esa voz, y que se repartiera justicia. Y ya puestos a pedir, por una sóla vez, que España ganara el mundial, que me tocara la lotería... y es que hay y existen tantas y tantas cosas que nos gustaría que pasara una única vez, aunque fuese simplemente para saber qué se siente... sabemos que llegará nuestro momento y nos quedaremos con las ganas. Por eso procuro hacer todo lo que puedo y todo lo que me gusta, y si me gusta y puedo a la vez, pupes mejor. Aunque sea sólamente una única vez...
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