Pasadas las 11 de la noche, me dirigí a presenciar un ensayo de costaleros de la ciudad que me vio nacer. No creo que vuelva a tener muchas oportunidades más a lo largo de este mes de febrero que mañana mismo empieza. Fuera como fuere, me apetecía mucho contemplar el andar de un costalero. Cuando era más jovem los seguía mucho, hasta que llegó un momento en que me cansaron, aunque fueron por otras circunstancias. La realidad es bien distinta, y siempre que pueda, cuando ya alcanzamos cierto grado de madurez, responsabilidad o llamémoslo como queramos... procuraré asistir a estos eventos tan especiales y significativos para mi.
Sin embargo, me quedé como nuestra querida estatua de Andrés Segovia en una fría noche de invierno. Contemplando reflexivamente el Paseo de Linarejos. Esperaba que en esta misma foto hubiera alguna parihuela, con su sirena luminosa, su altavoz "semanasantero" y sus piernas trabajando por una ilusión en común. Pero no fue así. Y en esta visita a la ciudad no entraba en mis planes recorrer la misma buscando otras cuadrillas a las cuales poder realizar algunas fotografías. Y cámara en mano, camino de mi casa, sin una foto realizada, bajé al Paseo y contemplé la luna llena, y aproveché para realizar algunas pruebas con la cámara. Y es que anoche, había luna llena, y sólo faltan dos lunas llenas para que llegue la Semana Santa. Quizá un período de tiempo demasiado corto...
Lo siento mucho amigo, pero la poca verguenza de algunos hace que muchos tengamos que quedarnos con las ganas. De verdad que siento que no hallas podido contemplar el ensayo que con tantas ganas venías dispuesto a ver.
ResponderEliminarHola Jaime, no te preocupes, además vine a Linares por que intervenían quirúrgicamente a mi madre y si vengo en otras condiciones hubiera buscado otros ensayos, pero bueno, me bajé al paseo y practiqué un poquito con la cámara, el próximo finde que venga lo volveré a intentar, ya con mejores ánimos.
ResponderEliminarSaludos!!