Luchamos constantemente por y para mejorar nuestras condiciones de vida. En esta época, en la que todos tenemos que ser solidarios, ser buenos y obedientes y portarnos bien, el futuro es incierto y el pasado ya no existe. Si hace 2 semanas exactas me dicen que mi situación iba a ser la de ahora, la verdad es que no me lo hubiera creído.
En una semana me han llamado para más entrevistas que en nueve meses de desempleado. Esta semana puede ser clave. Por otro lado, tras el despido de mi mujer, en sólo dos semanas ha encontrado un nuevo trabajo. En estos tiempos de crisis, nos podemos considerar afortunados con estos logros. Sin embargo, no todo es de color de rosa. Ella depende de una prueba final el último día de su formación. Yo dependo de una prueba y una entrevista que tengo esta misma semana. Es posible que el viernes por la tarde estemos tocando el cielo, o, simplemente, veamos el infierno tan cerca como yo estoy de la pantalla del ordenador. Pero pase lo que pase, seguro que no estaremos contentos y seguiremos luchando por un futuro mejor. Igual que las cigüeñas que buscan las mejores ramas para contruir un nido en uno de los acueductos de Mérida. Mientras tanto, ha dejado de nevar...
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