Si miramos el almanaque con su santoral, podremos comprobar que hoy es el día, santo u onomástica de una persona especial para mi. Y no me refiero al nombre que se ve en la foto. Hoy es el día de la Virgen de Loreto. Y esto me hace divagar, como siempre, en voz alta. ¿Es realmente importante celebrar nuestro santo? ¿Qué supone escuchar la palabra "felicidades" cuando llega tal día, una vez al año?
Creo que, personalmente, es otro montaje comercial y/o católico refundado a raíz de la tradición. No sé por qué, una vez al año, es mi día, tu día, el día de alguien. Si me llamara de otra manera, no sería mi día. Algo absurdo, si realmente te paras a pensarlo. Días importantes tenemos a lo largo de nuestra vida. El más importante, es el día que naces, el cual celebramos cada año para recordarnos que nos hacemos viejos y que, por ende, llegará el día menos importante de nuestras vidas: el día que morimos. Y es el menos importante porque dejaremos de existir. Luego está el día que conoces a tu mujer o novia, el día que te casas, el día que tienes un hijo, el día que plantas un árbol... Los días no son importantes porque sí. Los días los hacemos importantes nosotros, algunas veces sin saberlo. ¡Ah! Y todos tendremos nuestro nombre en alguna calle de alguna ciudad o pueblo de España.
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