Anuncios Google

lunes, 25 de enero de 2010

COCIDO MADRILEÑO

Hoy vamos a explicar el proceso para servir un plato de cocido madrileño, en función del número de comensales. Empezamos con 7 comensales. Paso 1. El cocinero (y comensal A, no lo vamos a dejar sin comer)  lleva la sopa y el cocido a la mesa, donde ya está el resto de comensales con sus platos. Paso 2. Se sirve la sopa con sus fideos. Paso 3. Se come la sopa. Paso 4. Se sirven los garbanzos, las patatas y el pollo. Si alguien desea alguno de los ingredientes basta con no echarse o dejárselo a un lado y no comérselo. Paso 5. Se come el cocido. Paso 6. Reposamos la comida.


Ahora explicamos el mismo proceso, pero para menos comensales, concretamente para 4. Además, el plato cambia su denominación de origen y en vez de llamarse cocido madrileño, pasa a llamarse puchero. Paso 1. El cocinero (comensal A) cuece previamente 3 huevos. Paso 2. Se disponen 4 platos hondos sobre la encimera de la cocina. Paso 3. El cocinero hace cachitos un huevo y una zanahoria, muy picaditos, y lo sirve en uno de los platos. Se lo lleva al comensal B. Paso 4. El cocinero lleva el plato del comensal C vacío a la mesa con uno de los huevos cocidos dentro. El comensal C saca el huevo y lo deja en el mantel. Seguramente el huevo ruede arbitrariamente deslizándose por el mantel hasta que el comensal C consiga frenarlo. Paso 5. El cocinero lleva el plato al comensal D con una patata y el último de los huevos. Si algún comensal comenta que el cocido está acostumbrado a comerlo con un primer plato de sopa y un segundo de garbanzos, se le ignora. Tendrá que comer huevo cocido igualmente. Paso 6. El cocinero acerca a la mesa el cuarto plato, el suyo, con garbanzos y una patata. Paso 7. El cocinero lleva la sopa a la mesa y la sirve (junto con los fideos) a todos los comensales. Al comensal B, muy pocos fideos, y al comensal C la proporción de caldo y fideos será exacta de dos tercios. Paso 8. Se espera a que el comensal A esté sentado. Paso 9. Se come lo servido. Paso 10. El comensal D se levanta a por sus garbanzos y pollo deseados. El comensal B siempre dirá que los demás se sirven poco. Paso 11. El comensal C se levanta a por la "pringá", entendiéndose como tal la mitad de la mitad  de un muslo de pollo triturado como si fuera atún al natural. Paso 12. El comensal A se levanta a por su "pringá", idéntica a la del comensal C pero con tocino y en mayor cantidad. Paso 14. El cocinero fríe unos boquerones para el comensal B (o los tiene ya fritos) porque no quiere comer ni garbanzos ni patatas ni nada. Paso 15. El resto de comensales se terminan de comer los boquerones que ha dejado el comensal B (la gran mayoría). Paso 16. El cocinero corta queso porque el comensal B no ha querido suficientes boquerones. Paso 17. El comensal B dirá al resto de comensales que apenas han comido. El resto de comensales tendrá garbanzos saliéndose por las orejas, sobre todo el comensal D. Paso 18. El comensal B pondrá la bandeja de mantecados encima de la mesa. Es igual que sea agosto, porque habrá mantecados de todas maneras. Los mantecados son para todos excepto para el comensal B. Paso 19. Se reposa (o se revienta, según el caso...).

Así que ya sabéis, cuantos más comensales haya para un buen cocido madrileño, mejor, no vaya a ser que terminemos comiendo lentejas... Espero haber levantado hoy una sonrisa con esta pequeña entrada irónica, aunque no por ello deja de ser menos realista.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Anuncio