Mentira. Más que nada porque no tenía vino, y entonces usé licor de cereza. Vertí el medio vaso del licor en una fuente con medio vaso de cacao (cola-cao, en este caso...) y un vaso de azúcar. Reservamos un poco de esta masa espesa (después de remover muy enérgicamente) y el resto lo echamos en otra fuente con lo típico: cuatro huevos, el vaso de harina, las dos o 3 cucharadas grandes de mantequilla y la levadura. Imagino que se puede usar la batidora para remover todo, yo uso una especie de picadora que va a una velocidad impresionante, y en menos de un minuto ya tenía una masa espesa. Al molde y al horno, o al robot de cocina. Se tiene que poner 30 minutos en el robot, pero desconozco la temperatura, ya que el robot la pone automática. Imagino que en el horno, será a una temperatura de 200 grados, si vemos que tarda más en subir, pues se deja más tiempo y ya está. Vamos, que yo no soy un experto, pero que será cuestión de ir mirando cada dos o tres minutos. Cuando desmoldamos, aquello que reservamos al principio se echa por encima y listo. En la foto apenas se nota porque tiene un color muy parecido, casi igual. Pero a pesar del color, está muy bueno. Confirmado. En dos días queda algo más de la mitad...
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