Batallas sangrientas llenas de fuego. Dolor lleno de espanto. Así nos podemos mostrar ante el más mínimo miedo. La cera es sensible al calor, como mi corazón lo es al dolor. Pretendo tener la fortaleza de una vela grande, majestuosa, presidiendo cada uno de los actos de su existencia. Consumirse poco a poco, llegar hasta el final, lentamente. Y apagarse. Dejando un fino humo testigo de su ya inexistencia. Pasando a formar parte del pasado. Difuminándose en el aire. Pero no nos dejan. Sabiéndonos frágiles, nos dan calor por todas partes. Ese dolor nos derrumba. Partes de nuestra alma caen como gotas calientes, y se solidifican en el lugar menos adecuado. Nos derrumbamos. Una y otra vez. Formamos una masa deforme sin sentido, sin fuerza, inútil. Nos derraman en cualquier lugar. Sin cuidado. Montañas de cera que antaño fueron corazones valientes y cálidos, y ahora son corazones sin fuerza, debilitados por el egoísmo que campa a sus anchas. Ese egoísmo que destruye la más fuerte de las velas y lo convierte en un montón que ya no servirá para nada. Quizá para recordar la fuerza que un día llegó a tener; pero que el fuego descuidado de las almas impuras terminó por derrumbar.
miércoles, 1 de diciembre de 2010
UN CORAZÓN DE CERA
Batallas sangrientas llenas de fuego. Dolor lleno de espanto. Así nos podemos mostrar ante el más mínimo miedo. La cera es sensible al calor, como mi corazón lo es al dolor. Pretendo tener la fortaleza de una vela grande, majestuosa, presidiendo cada uno de los actos de su existencia. Consumirse poco a poco, llegar hasta el final, lentamente. Y apagarse. Dejando un fino humo testigo de su ya inexistencia. Pasando a formar parte del pasado. Difuminándose en el aire. Pero no nos dejan. Sabiéndonos frágiles, nos dan calor por todas partes. Ese dolor nos derrumba. Partes de nuestra alma caen como gotas calientes, y se solidifican en el lugar menos adecuado. Nos derrumbamos. Una y otra vez. Formamos una masa deforme sin sentido, sin fuerza, inútil. Nos derraman en cualquier lugar. Sin cuidado. Montañas de cera que antaño fueron corazones valientes y cálidos, y ahora son corazones sin fuerza, debilitados por el egoísmo que campa a sus anchas. Ese egoísmo que destruye la más fuerte de las velas y lo convierte en un montón que ya no servirá para nada. Quizá para recordar la fuerza que un día llegó a tener; pero que el fuego descuidado de las almas impuras terminó por derrumbar.
Batallas sangrientas llenas de fuego. Dolor lleno de espanto. Así nos podemos mostrar ante el más mínimo miedo. La cera es sensible al calor, como mi corazón lo es al dolor. Pretendo tener la fortaleza de una vela grande, majestuosa, presidiendo cada uno de los actos de su existencia. Consumirse poco a poco, llegar hasta el final, lentamente. Y apagarse. Dejando un fino humo testigo de su ya inexistencia. Pasando a formar parte del pasado. Difuminándose en el aire. Pero no nos dejan. Sabiéndonos frágiles, nos dan calor por todas partes. Ese dolor nos derrumba. Partes de nuestra alma caen como gotas calientes, y se solidifican en el lugar menos adecuado. Nos derrumbamos. Una y otra vez. Formamos una masa deforme sin sentido, sin fuerza, inútil. Nos derraman en cualquier lugar. Sin cuidado. Montañas de cera que antaño fueron corazones valientes y cálidos, y ahora son corazones sin fuerza, debilitados por el egoísmo que campa a sus anchas. Ese egoísmo que destruye la más fuerte de las velas y lo convierte en un montón que ya no servirá para nada. Quizá para recordar la fuerza que un día llegó a tener; pero que el fuego descuidado de las almas impuras terminó por derrumbar.
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Manolo, antes que nada me gusta mucho a foto no se como has conseguido tantos efectos a la vez y, además, ese maravilloso colorido.
ResponderEliminarEstás pelin negativo, no te quedes en lo malo, de eso vamos a tener y lo único que podemos hacer es aprender y seguir para delante sin que nos haga perder toda la ilusión y la ingenuidad ¿Te parece?
Buenas noches :D
Amigo, piensa que cada vela es única, y que las formas que toma tienen un sentido, aunque a veces cueste de ver. Alguien llegará y verá la belleza de esas gotas de cera, y acercará sus manos a tu llama para calentarlas, y la animará para que nunca se apague su luz, porque eso es lo realmente terrible, que se apague a medias. Y será algo recíproco, uniéndoos para ser sólo uno, como en esa foto donde se mezcla cera de diferentes colores. Por eso nunca te olvides de que tu llama brille intensa para que esa persona te pueda ver, para que no pierda el camino que conduce a ti.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo!
Que no te pillo... me cuesta ir al día con los blogs, lo siento.
ResponderEliminarPrimero, a mí también me gusta la foto.
Segundo, creo al igual que Wendy, estás un pelín negativo.
"Se solidifican en el lugar menos adecuado..."
Pero se solidifican, no dejan de ser. Su esencia no la pierden.
Después del comentario que te ha dejado Zarzal poco puedo añadir yo.
Que tengas un buen día.
Un beso
A veces las llamas alrededor acrecentan su crueldad y se suman a las de tu interior, volviéndose incontrolables, devorándote sin piedad. Es lógico luchar contra ello, pero una vez entre un millón te dejas calcinar hasta que no quede rastro de ti.
ResponderEliminarEs horrible, pero necesario a veces.
Un abrazo.
Asombrada me hayo, querido amigo, pues pese a que a menudo intentas quitar mérito a tu creatividad alegando que son vagas ideas del momento yo cada día que pasa descubro en ti un artista. En serio. No todo el mundo es capaz de encontrar con esa facilidad símiles a emociones,sentimientos, pesares...
ResponderEliminarNuestra alma deshaciéndose, cayendo como gotas calientes... ¡es una maravilla, pese al negativismo del mensaje!
Fascinante la fotografía.
Besos amigo
Acabo de encender el ordenador y... bueno, ¿sabéis discutir? Yo no, la verdad. Aunque sepa mis argumentos y tenga mis ideas más o menos claras, con palabras versadas no las hayo en mi mente. Si más incluso por escrito lo tuviera que decir, tened presente que todo sería cierto, pues no sé tampoco mentir.
ResponderEliminarAsí que aprovecho para agradeceros vuestros mensajes de manera conjunta, diciéndole a Wendy que la foto no es más que muchas velas derretidas de diferentes colores en una mesa de cristal; a Zarzal, que intentaré aprender de su visión acerca de las velas; a Anne, que no es la única que le cuesta pillar los blogs, mirad hoy mi tiempo como va...; a Vic, que procuraré no quemarme o, al menos, que esa explosión me pille bien lejos; y a Akasha, que el artista es aquél que crea arte, yo sólo disfruto con mis hobbies, y a veces hasta me sale caro...
Besos y abrazos para todos!!