Realmente, no sabemos si somos justos con nosotros mismos o con el prójimo; puede que no nos interese saberlo, o puede que no nos demos cuenta de las necesidades de aquellos que nos rodean. Entonces dudamos, en primer lugar, de si lo más importante es estar o lo más importante es ser. Podemos ser fieles a nosotros mismos, podemos ser como nos crearon, pero quizá no estemos en los momentos que nos necesiten. Puede ocurrir todo lo contrario; que estemos en todos los sitios que, supuestamente, quieren que estemos, pero que no seamos como realmente nuestro corazón quiere que seamos. Deduzco, por tanto, que es más importante ser que estar. Que debemos luchar por ser como somos sin cambiar y que si nos es factible, que estemos, pero que si no podemos, que no nos lo tomen en cuenta. Es por ello que cuando estoy en sitios falsos, que se sujetan por los átomos que flotan en el aire, que viven de la hipocresía, procuro pasar desapercibido porque en cierto modo me obligan a estar. No pierdo la esencia de ser al estar donde no quiero. Y ahí estoy, reflejado en una bola de dulce Navidad, retratándome a mi mismo. Estoy ahí porque es Navidad, y el árbol está presente. Porque el hecho de que no me guste la Navidad en exceso no significa que no posea un árbol. Si el árbol no estuviera, yo no estaría ahí. Pero seguiría siendo yo. Aún no felicito el año porque en estos dos días me dará tiempo a escribir un poco más. De todas formas, no me gusta felicitar a aquellos que se hacen mayores... bueno, ya sabéis como pienso.
Me ha gustado verte reflejado en esa bolita escarlata, querido, sin duda una hermosa postal navideña.
ResponderEliminarCierto que no se pierde la esencia de ser por estar en sitios que no nos agradan ni van con nuestra forma de ser, lo que sí sucede es que puede que nuestra alma no brille entonces con el fulgor que la caracteriza, sino que se mantenga en un tímido ralentí.
Es imperativo en esta vida hacer ciertas cosas y cumplir con determinadas obligaciones con las que podemos no estar muy de acuerdo, pero ello no nos resta un ápice de personalidad. Simplemente intentamos ser cordiales y convivir. La convivencia es necesaria, sino seríamos unos pobres eremitas solitarios (en ocasiones no estaría mal del todo).
Besos amigo, y cuidadito con las uvas (yo hace tiempo que las cambié por lacasitos ejejejjee)
Manu, ¿qué es eso de que no te gusta felicitar a los que se hacen mayores? no se la razón ¡en fin! me gusta saber que te gusta tener un arbol y que le cuelgas bolas rojas que reflejan la luz.
ResponderEliminarSiguiendo con tu pensamiento creo que está bien ser genuino y que esto no impide que podamos convivir en equilíbrio con los demás, surgen desavenencias, no todos somos iguales, afortunadamente, pero con cariño y buena voluntad se puede lograr un equilibrio.
!Gracias por ser y estar!
Un fuerte abrazo.
Hola Akasha!! Tampoco es que se me vea mucho... siempre me gustó hacerle fotos a los adornos de Navidad.
ResponderEliminarA mi tampoco me gustan las uvas, y este año diré ¡no! jejeje... es que me obligan a tomar uvas, y uno que es bueno y quiere ser complaciente con la gente, pues se las toma... las suelo cambiar por pasas que están más ricas. A ver si este año puedo...
La convivencia es necesaria siempre y cuando sea bueno, ¿no? Si no, no dirían eso de "mejor sólo que mal acompañado"... la verdad, es que creo que esto es irse al otro extremo, pero si lo pensamos fríamente, no deja de tener razón...
Feliz entrada de año, amiga. Doce besos, uno por campanada. Nunca he dado tantos de golpe... jejeje...
Hola Wen.
ResponderEliminarCreo que me he expresado mal... me gusta felicitar a todo el mundo siempre y cuando se lo merezca. Lo que no me gusta es felicitar por el simple hecho de cumplir un año, significa que somos un año más viejos, sobre todo si es una persona mayor, muy mayor, que ya no tiene ánimos para celebrar nada.
Me gusta estar cuando hay que estar, y no sólo por el hecho de que sea un cumpleaños o porque sea Navidad... es lo único que pretendía decir, seguro que ahora lo he explicado mejor.
A tí también, gracias por ser y estar. Feliz año!!
Manolo te veo muy pensativo estos días, debe ser este final de año que se acerca, y al igual que todos haces un balance de todo lo ocurrido.
ResponderEliminarYo no sé si es mejor ser o estar. Creo que ambas cosas son muy importantes porque de qué vale estar si no "eres" o de qué sirve "ser" si no estás en el momento adecuado.
Sin árbol o con árbol, seguirías siendo tú. Tienes tu propia huella dactilar y esa se refleja no sólo en un adorno, también en más cosas, como tus letras y tus fotografías.
Un beso
Hola Anne... pues sí, estoy pensativo, es que los acontecimientos se suceden y estos días son como una barrera que no te dejan hacer nada hasta que no pasen, y aún estamos a 31 de diciembre... hasta que no llegue el día 7 u 8 no puedo avanzar en muchos aspectos.
ResponderEliminarPor eso simplemente procuro ser yo y estar donde tengo que estar. Ya queda menos...
Besos!!
La fiebre del fin de año y la nueva entrada del siguiente, en el que depositamos muchas ilusiones y esperanzas, es contagiosa.
ResponderEliminarPero creo que la barrera no son estos días, las barreras nos las ponemos nosotros mismos.
El reloj está dentro de nosotros y debemos decidir cuándo ponerlo en marcha, puede que esta noche a las 00:00, puede que el día 7 u 8, pero lo importante es que no se detenga, así que dale cuerda amigo.
Un beso