Una batalla dialéctica la doy por perdida desde el principio. Forma parte de mi propia naturaleza. Pasado un tiempo, se me pueden ocurrir mil argumentos con los que hubiera podido refutar todo aquello que se me echaba en cara. Creo que no merece la pena. Aún así, no niego que la gente pueda tener razón. De hecho, en este caso, tiene bastante de razón. Pero siguen sin ver sus propios defectos. Yo reconozco los míos... y la gente, ¿sabe ver los suyos? Vamos por partes. Primero: no he cambiado. Sigo siendo el mismo. He madurado sin perder pizca alguna de mi ser. Lo segundo: mentiría si dijera que no he modificado ciertas conductas. ¿Quién no lo ha hecho cuando quiere conseguir algo? ¿Interesado? Probablemente... Pero ese interés también lo han tenido otros para conmigo. Con lo cual, quedamos empate. Tercero: el respeto es fundamental; sobre todo a mi forma de ser. Si no estuviera seis horas delante del ordenador navegando, leyendo, escribiendo, retocando fotografías... estaría seis horas con un libro físico, inventando mundos de papel, fotografiando imágenes inverosímiles o creando las reglas de cualquier ficción, paseando, imaginando historias. Cuarto: si quieres un regalo, espera a que te lo den. Si te impacientas, te darán el regalo que no quieres y te lo darán mal. Sabrán dártelo, pero a veces, la impaciencia nos mata. Y quinto, y más importante: Valoremos lo que tenemos. Que no nos damos cuenta de lo que tenemos hasta que lo perdemos. Darle amor a un perro no es tenerlo bien alimentado, aseado, abrigado cuando hace frío y mimado... quizá sólo quiera que le quitemos la correa del cuello.
Antes que nada te diré que soy persona de no dar explicaciones a quien me las pide, empezando por eso; quien bien me conoce no hace preguntas. Y en segundo lugar, pues claro que hay matices o cambios de conducta en todos nosotros, la mayoria de veces por puro interes propio, en eso no me excluyo, no vayamos a pensar que uno és más especial que nadie, nada más incierto.
ResponderEliminarYo también me suelo cansar del egoísmo de la gente, y más cuando éste viene de las personas en las que he puesto ciegamente mi confianza; mis amigos.
Pero he llegado a un punto de egoísmo "inteligente" y argumentado, en el que no me molesto por las opiniones que no me dejan evolucionar y que tan sólo su interes és el de crear un conflicto, ahí si que digo que no, que basta ya.
procuro vivir en paz, y es algo que me ha costado mucho tiempo, muchas lágrimas y muchas pérdidas, pero que al final han dado sus frutos. Vivo en armonía conmigo misma, y con eso me sobra, a mí ya no se adhieren ni el odio ni todos sus semejantes, una terapia perfecta que te reocmiendo.
Y por supuesto, nunca dejo de valorar lo que tengo, por eso mismo escojo lo que me hace crecer, porque aún se cuenten con una mano, las personas que me acompañan en la vida, son las que verdaderamente quiero a mi lado, y por las cuales lucho para que sean lo más felices que puedan.
Un fuerte y delicado abrazo, amigo.
Es curioso como el solo paso del tiempo hace que las relaciones cambien, yo creo que más allá de la moderación, fruto de los años de experiencia, no he cambiado, sin embargo te encuentras con amigos que en su momento fueron íntimos, pero que por circunstancias de la vida no has visto en decenas de años y notas que te miran y te hablan como si fueses un bicho raro, hemos pasado de compartir alegrias, juergas y complicidad, a la extrañeza más absoluta porque ha pasado el tiempo, solo ha pasado el tiempo, y qué es el tiempo; nada, por nada nos hemos perdido para siempre.
ResponderEliminar(No abuses del HDR)
Querido Manolo:
ResponderEliminarBravo por haber sabido madurar sin perder una pizca de tu verdadera esencia, no todo el mundo consigue hacerlo y es algo a lo que personalmente temo muchísimo (que los años maten a la niña fantasiosa que llevo dentro.)
Todos modificamos nuestra conducta ligeramente en algún instante de la vida, o bien obligados por la sociedad o bien tratando de complacer a alguien o alcanzar algún fin. Ese pequeño punto egoísta a veces es necesario, amigo, que ninguno somos mártires y al fin y al cabo según mi religión no se alcanza el cielo basándose en las buenas obras ;)
Respeta siempre tu parcelita personal y no permites que te la usurpen. Si eres feliz X horas al día haciendo algo concreto (porque te evades, porque te relaja, porque te gusta...) sigue haciéndolo. No va a ser todo complacer a a los demás ¿y nosotros? Merecemos un punto y aparte ¿no?
Me ha encantado el símil del perro, y es que a menudo no sabemos demostrar amor si no es abase de posesividad.
Besos y ánimo, no me cansaré de decírtelo.
Hola Mayte. El egoísmo inteligente no siempre funciona. Todo lo que de verdad se ama o se quiere, creo que cuesta mucho, de una u otra manera. No somos perfectos, no podemos querer como queremos que nos quieran, ni como quieren que queramos. Queremos a nuestra manera, nos equivocamos, hacemos cosas bien y cosas mal... y ahí reside la injusticia. En saber ver lo negativo y lo positivo. Me da mucha pena que sólo se queden con lo malo y no se sepa ver lo bueno, cuando nos esforzamos tanto y tanto por hacerlo todo bien...
ResponderEliminarNos equivocamos como personas que somos, pero no creo que seamos tan malos como el mismísimo demonio. Creo que sólo es cuestión de dejar pasar el tiempo...
Besos.
Hola Luna... o Rosa. Como prefieras. A mi me pasa como a tí... veo las actualizaciones de los blogs aquí a la derecha y voy entrando y contestando si surge o procede, pero hay días en que me es imposible. Ya ves que una de mis casa aún le queda un poco para echar a andar, pero necesito buscar ese huequecito que me falta...
ResponderEliminarTe agradezco los ánimos... escabroso tema el del chantaje emocional. No me puedo hacer el insensible porque me afecta más de lo que parece. Es como si mi corazón fuera de hielo y clavaran en él una fina aguja golpeada fuertemente por un gran martillo... Tienes razón, los tiempos cambian y las personas se adaptan a esos cambios, por supervivencia deben modificar sus conductas, pero no cambia una persona así como así...
El que se piense que las mariposas en el estómago son eternas, se equivoca. No hay nada eterno en esta vida.
Gracias por sus ofrecimientos, los tendré en cuenta.
Besos.
Hola caracolillo... no abuso del HDR. Al menos la foto de hoy no está tratada con HDR, jejeje...
ResponderEliminarYo también creo que no he cambiado. Lo que pasa es que haces cosas que no estás habituado a hacer por algo o por alguien, y cuando dejas de hacer esas cosas se piensan que has cambiado por el simple hecho de dejar de hacerlas. En realidad, nunca has sido así en toda la vida. Sólo hacías eso por conseguir algo o por tratar de hacer feliz a alguien. Dicen que eso es cambiar...
...yo creo que es no conocer a alguien, o no haber preatado atención al pasado.
Un abrazo.
Hola Akasha. Gracias. Yo también creo que he madurado sin perder mi infancia. Creo que si se nos respeta, nunca perderemos esa esencia. Es por lo que lucho.
ResponderEliminarMe alegra que compartas mi opinión, me pensaba un bicho raro. Es de ilusos pensar que siempre somos iguales y que no cambiamos. Sería como pensar que no aprendemos de la experiencia, que siempre cometemos los mismos errores, que tropezamos en la misma piedra... No siempre estamos estudiando, paramos cuando nos sacamos el título. Esto pasa con todo en la vida. Sería bueno que la gente lo entendiera.
Incluso el que quiere complacer, en algún momento le gustará ser complacido. Volvemos a lo mismo. ¿Interés? ¿Egoísmo? No lo sabemos... quizá un poco de todo. No existe nadie que no haya sido egoísta al menos una vez en su vida.
¿Sabes? Estoy muy tranquilo, porque he demostrado mi amor con creces y estoy orgulloso de ello. Si no lo saben ver, quizá algún día sepan verlo. Algunos vivimos con esa esperanza. Y jamás voy a poseer a nadie como muestra de amor. Otra vez volvemos a lo mismo... eso es egoísmo.
Besos y gracias por los ánimo.