Un nuevo atardecer que cae sobre mis espaldas. Tedioso, reprimido, ansioso por esconder el sol tras las montañas. Iba a escribir sobre el libro que ayer terminé, pero me da pereza coger la cámara de fotos para mostrar la portada. Mañana será otro día. Así se ve el atardecer sobre mi pueblecito en estas tardes en las que las nubes nos muestran lo insignificantes que somos. Las tardes son más cortas, ya lo sabemos; los despertares, casi eternos. Y aprendemos a ser tan monótonos como la propia vida nos enseña. Mi ténue color de cara demuestra la resignación perdida por detrás de cualquier enchufe, la esperanza olvidada por el camino de mis pensamientos, la paz buscada por la puerta de cualquier pequeña discusión. No tengo muy claro si existe el sol, aunque pueda ver sus rayos. Quizá las nubes puedan ser azules, verdes, o naranjas. Seguramente el aire se sitúe encima de nuestras cabezas... o debajo de nuestras rodillas. La naturaleza es sabia, y se preocupa de hacernos respirar de manera que no nos demos cuenta. Quizá, de otra forma, más de uno perdiera la fe demasiado pronto. De pequeño, si me enfadaba, no me comía aquello que mi madre ponía encima de la mesa. Ahora, si como, no me enfado... ¡cómo cambia la vida con la edad! Ya lo dije antes... mañana será otro día.
miércoles, 13 de octubre de 2010
UN NUEVO ATARDECER
Un nuevo atardecer que cae sobre mis espaldas. Tedioso, reprimido, ansioso por esconder el sol tras las montañas. Iba a escribir sobre el libro que ayer terminé, pero me da pereza coger la cámara de fotos para mostrar la portada. Mañana será otro día. Así se ve el atardecer sobre mi pueblecito en estas tardes en las que las nubes nos muestran lo insignificantes que somos. Las tardes son más cortas, ya lo sabemos; los despertares, casi eternos. Y aprendemos a ser tan monótonos como la propia vida nos enseña. Mi ténue color de cara demuestra la resignación perdida por detrás de cualquier enchufe, la esperanza olvidada por el camino de mis pensamientos, la paz buscada por la puerta de cualquier pequeña discusión. No tengo muy claro si existe el sol, aunque pueda ver sus rayos. Quizá las nubes puedan ser azules, verdes, o naranjas. Seguramente el aire se sitúe encima de nuestras cabezas... o debajo de nuestras rodillas. La naturaleza es sabia, y se preocupa de hacernos respirar de manera que no nos demos cuenta. Quizá, de otra forma, más de uno perdiera la fe demasiado pronto. De pequeño, si me enfadaba, no me comía aquello que mi madre ponía encima de la mesa. Ahora, si como, no me enfado... ¡cómo cambia la vida con la edad! Ya lo dije antes... mañana será otro día.
Un nuevo atardecer que cae sobre mis espaldas. Tedioso, reprimido, ansioso por esconder el sol tras las montañas. Iba a escribir sobre el libro que ayer terminé, pero me da pereza coger la cámara de fotos para mostrar la portada. Mañana será otro día. Así se ve el atardecer sobre mi pueblecito en estas tardes en las que las nubes nos muestran lo insignificantes que somos. Las tardes son más cortas, ya lo sabemos; los despertares, casi eternos. Y aprendemos a ser tan monótonos como la propia vida nos enseña. Mi ténue color de cara demuestra la resignación perdida por detrás de cualquier enchufe, la esperanza olvidada por el camino de mis pensamientos, la paz buscada por la puerta de cualquier pequeña discusión. No tengo muy claro si existe el sol, aunque pueda ver sus rayos. Quizá las nubes puedan ser azules, verdes, o naranjas. Seguramente el aire se sitúe encima de nuestras cabezas... o debajo de nuestras rodillas. La naturaleza es sabia, y se preocupa de hacernos respirar de manera que no nos demos cuenta. Quizá, de otra forma, más de uno perdiera la fe demasiado pronto. De pequeño, si me enfadaba, no me comía aquello que mi madre ponía encima de la mesa. Ahora, si como, no me enfado... ¡cómo cambia la vida con la edad! Ya lo dije antes... mañana será otro día.
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!Hay que ver cómo estamos, Manolo, hay que ver¡.
ResponderEliminarTodo lo que escribo y leo, huele a hastío y sosiego. Nadamos reflexionando sobre tantas cosas personales, y a veces a contracorriente, como si nos gustase desafiar las normas, y en apariencia pudiese ser como que nos dejamos arrastrar, pero nunca nada resulta lo que parece, ¿no crees?.
Todo cambia con el tiempo, no hará ni una hora que me hacía esa pregunta viendo un programa en la tv, uno sobre espiritus y esas cosas que llaman mi atención.
De la fé también me acordé, de mis seres queridos, de los que están y a veces no reconozco, y de los que se fueron, y tanto me entendían.
Pero, ¿estas reflexiones no ocurren en primavera?, como las alergias, no se...
Otoño siempre fué para mí una estación pacífica, de inspiración y realización, y resulta que ahora se muestra dudosa y traviesa, y dándonos a veces quebraderos de cabeza, ¡¡¡hay que joderse!!!.
Dios, si no me freno, te hago aquí en vez de un comentario, una entrada, es lo que tiene que no tengo que usar la voz, y encima hago uso de lo que mas me gusta, escribir.
Perdona mi extensión, aunque en persona soy bastante más palca en palabras.
Me gustó lo que leí y me identifiqué, por eso tenía la necesidad de mantener un díalogo o conversación contigo, aunque ahora que miro bien...¿esto de chat tiene poca pinta, no?.
Ya mañana se nos pasará, espero, por el bien nuestro y el del prójimo, que le toca sufrir nuestros "desahogos" y monólogos.
Un abrazo, y ya nos cuentas sobre el libro que leíste.
Adeu!!!.
P.D Y disfruta también de los atardeceres, son todavía más hermosos...
Con el paso del tiempo, y segun los días, nuestra visión de ciertas cosas cambia.
ResponderEliminarUna foto increíble, irreal. ¿La has retocado de algún modo? Perdona por la indiscrección.
Que tengas un buen día
jajjajajajajaj me ha gustado ese último matiz: "...ahora si como, no me enfado". A mí precisamente es la ansiedad o el enfado precisamente lo que despiertan mi hambre insaciable de chocolate jejeeje
ResponderEliminarMe ha fascinado la fotografía (supongo que lo sospechabas intuyendo mi alma y mis melancolías innatas)resulta irreal, tétrica, angustiosa, magistral... y eso es lo que la hace apasionantemente bella. Es la majestuosidad de la madre Naturaleza frente a nosotros, incautos y efímeros mortales.
Anímate ¿si? que aunque la vida está cargada de situaciones que nos muestran que somos meros átomos sin fondo ni forma también se encarga de poner en nuestro camino a personas que nos comprenden y aparecen sin más para hacernos el viaje un poco más agradable.
Tienes buenos amigos virtuales que te leen y te aprecian
Besos y un saco de abrazos
Hola Mayte!! Ufff, te leí esta mañana temprano en el trabajo y al final no te he podido contestar... me tienen más liao que la pata de un romano...
ResponderEliminarMe has recordado mis tiempos de joven (uno que ya está mayor...) en los que a partir de la una o de las dos de la mañana me tiraba aún unas pocas horas más enganchado a esto de internet, de navegar, de chatear, de leer, de buscar... Otros tiempos que, pensándolo fríamente, también han pasado y no nos hemos dado cuenta.
No importa la distancia si se hace insalvable en el preciso instante de cenesidad... y el teléfono u otros medios no siempre alivian. Si puedo hoy escribo del libro, que siempre que leo un libro lo comento en el blog...
Anto, la foto está ligeramente retocada, pero tampoco mucho. Utilizo fotografía de alto rango dinmámico, considerado como el "revelado digital moderno". Consiste en hacer tres fotos exactamente iguales (o más de tres), una con la luz o exposición "normal", otra algo sobre-expuesta (quemada) y otra algo sub-expuesta (oscura). Después, hay programas que tiene dicha opción y te "unen" las 3 fotografías en una quedándose con lo mejor de cada fotografía, así explicado a "grosso modo". En mi post del 8 de septiembre lo explico muy bien:
http://miestanteriagris.blogspot.com/2010/09/alto-rango-dinamico-aunque-no-es-una.html
Gracias por interesarte y gracias por el cumplido. Y por supuesto, nada de indiscrección. Siempre deseoso de enseñar (creo que es mi vocación...) y también de aprender.
Akasha, me hace gracia que te haga gracia (vaya lío) mi frase. No te creas, estoy animado, lo que pasa es que a veces soy algo victimista (no hay nada de malo en admitirlo) porque a todos nos gusta que nos mimen, ¿no? También puede ser que el momento en que escribo esté algo más decaído, pero por lo general estoy todo el día animado y currando bastante (que por cierto, ya me va tocando...).
Con respecto a la foto, creo que ya vas conociendo mi técnica... lo que pasa es que en algunas fotos el efecto impacta más, en otras impacta menos pero resalta los colores (como en esta...) y eso es lo que me gusta de esta técnica, que no sabes cuál va a ser el resultado final. Fíjate que Anto se dio cuenta de que estaba algo retocada (con los negativos también se usa este tipo de fotografía, por eso yo digo que está algo retocada, o pseudo-retocada) y tengo que conseguir que poco a poco se note cada vez menos ese retoque o ajuste.
Y ahora me voy de visita un ratito antes de seguir con la terea... Besos y abrazos para todas/todos.
Pues la foto ha quedado espectacular. He leído el otro post, y es sorprendente el resultado final, la manera en que resaltan algunos detalles. Desde luego que eres un profesional. Gracias por la explicación.
ResponderEliminarUn abrazo