Hay días demasiado largos como para creer en ellos, demasiado cortos como para existir. Cuando se aproxima la tarde, los caminos sólo deberían tener un destino: el único que deseamos. Día típico de octubre para olvidar. Con dolor de jaqueca, hice una gran caminata para cambiar el blanco por el negro. Lo que ya no se puede modificar es el incomprensible pasado basado en la incomprensión, valga la redundancia, de darle la importancia a aquello que no la tiene. Y por mucho de que intenten convencerme, no la tiene. Y punto. Absolutamente para nada. No le daré más vueltas al asunto. Ya lo dije una vez: para que uno sea más feliz otro debe ser menos feliz. Hoy, sorprendentemente, me da la sensación de que esperan algo más de mi, algo así como que me tire a la piscina sin probar antes el agua. Y ya tengo más que pensado que no me tiraré mientras haya la más mínima posibilidad de algo salga mal. Y esa posibilidad es demasiado grande. Lo que me sorprende es que me lo cuestionen... La aspirina empieza a hacer un mínimo efecto. Lo mejor es que me meta en la cama. Por supuesto, con un libro; si hay suerte, me termino esas malditas siete páginas que me están llevando a un camino sin definir claramente...
LAS COSAS NO PUEDEN CONSEGUIRSE SI ANTES NO SE INTENTAN. NO SE DE QUE TIENES MIEDO PERO ARRIESGARSE ES SIEMPRE LA MEJOR OPCIÓN PARA PODER GANAR. ÁNIMO, SI EL AGUA ESTÁ FRÍA TE DARÁN CALOR Y SI ESTÁ CALIENTE TE REFRESCARÁN.
ResponderEliminarMe gusta la frase que has utilizado para encabezar este post. Sin duda resume lo que muchos pensamos a determinadas horas del día, en las que lo que más nos gustaría sería cerrar los ojos y permanecer sordos al mundo durante un tiempo indefinido.
ResponderEliminarTe compadezco en tus jaquecas, pues soy víctima sufridora desde hace años...
Como siempre te digo: ánimo, toma las riendas de tu vida y haz lo que más te convenza en estos momentos. Si se trata de probar el agua y acabar zambulléndote del todo... sea. Si por contra prefieres permenecer en la seguridad del bordillo, lo mismo.
Jamás permitas, en todo caso, ser empujado. Es mejor cuando uno se decide a saltar por sí mismo.
Besos Manolo, un placer leerte y reflexionar con tus palabras
Gracias a todos por los ánimos. Hoy este post no ha estado mucho rato delante, pero me dejé llevar por el juego del relato, son cosas que vienen bien para promocionar el blog, y aparte de que, evidentemente, me ha gustado la idea y me sirve para ir practicando y seguir en mi aprendizaje.
ResponderEliminarSaludos y besos a todos.