Suele ocurrir que una mal gesto, una mala contestación, un desinterés por aquello que nos hace ilusión, te deje sumido en la tristeza sin entender muy bien el por qué. Tenemos pasión por ciertas personas, actos o acontecimientos y resulta que, más tarde que pronto, no nos damos cuenta de que ese tipo de sentimiento es inútil porque la otra persona no muestra ningún interés, te desprecia y te minusvalora. Quizá esté exagerando... Aún así, tuve un rato de bajón anímico que, lejos de pasar inadvertido, sacó a la luz alguna que otra sensación, como la del olvido. Y me dio por pensar. Pensé y recapacité sobre una cuestión que llevo un tiempo dándole vueltas: que será de mi cuando no exista un nexo de unión para con mis raíces. Porque, irremediablemente, dejará de existir. Y dejé volar mi imaginación y pensé historias y relatos breves para mi libro o para ciertos concursos literarios. El nexo existe, y me informa, y sé como les va a los demás... imagino que mucha gente pasa por esto, así que procuraré no pensar en ello de momento.
¡Vaya Manolo, qué imagen más macabra has elegido para decorar tu post jejejjeje!
ResponderEliminarTe comprendo, sí, y es que yo a menudo tengo también ciertas crisis existenciales pensando en qué será de mi vida en un futuro próximo, del lazo familiar que en mi caso está pendiente de un hilo, de ese cariño y unión de otrora, de infancia feliz y paella los domingos en casa de mamá... ¿y qué sucederá con los restantes miembros de la familia cuando ese nexo de unión ya no exista?
Cuando vaya al pueblo y vea la casa donde nací, solitaria e inundada por las hiedras trepadoras, ocultando en sus paredes los ecos de las risas de unos niños que corrían y chillaban, y de una pequeña de cabello negro que miraba las nubes y soñaba...
No pensemos Manolo, simplemente vivamos...
Besos
Hola!!
ResponderEliminarLa foto la hice en los montes de Cazorla y me gustó aquél craneo que encontré, aunque reconozco que es algo maxabro...
Te haré caso y trataré de no pensar, pues es algo que sólo el tiempo sabe lo que puede pasar. Es posible que, después de todo, hasta me equivoque y me sorprensa por ello.
Aunque a veces es inevitable tener esas pinceladas en la memoria...
Besos!!