Necesito quitarme una espinita que me clavé hace unos años... y para eso tengo que estar inspirado. Aquellos premios demuestran que tengo talento. Al menos, es lo que dicen. Yo siempre trabajo desde la humildad. La cita, en febrero o en marzo. Según venga la Cuaresma. El concurso literario que se organiza en la ciudad todos los años pronto será presentado. En cuanto pase la Navidad. Y el año pasado, no pude escribir nada. Me faltaba tiempo. Me faltaba inspiración. Y como decía antes, dos terceros premios y dos segundos premios son unos trofeos fantásticos, pero la espinita del primer premio sigue ahí, clavada, presente en mi mente, mantenida con la rabia de pensar que he estado a muy poco para ser el primero. No es que me guste destacar en demasía, pero es algo que creo que me tengo que demostrar a mí mismo, sentirme preparado para ello. Por eso, aunque gane, nunca me consideraré el mejor, sino un buen luchador. Necesito inspiración, concentración, una buena historia, conmovedora, que se pueda relacionar con la Semana Santa, con los sentimientos, con las vivencias... a ver si el ratillo que pude sacar esta tarde viendo las fotos de este año me sirve para inventar una historia que haga llorar al lector. O al menos, que le haga reflexionar. Como las anteriores, pero más madura. Es lo único bueno de la edad... que es capaz de madurar una buena historia.
martes, 19 de octubre de 2010
ESPINAS ORGULLOSAS
Necesito quitarme una espinita que me clavé hace unos años... y para eso tengo que estar inspirado. Aquellos premios demuestran que tengo talento. Al menos, es lo que dicen. Yo siempre trabajo desde la humildad. La cita, en febrero o en marzo. Según venga la Cuaresma. El concurso literario que se organiza en la ciudad todos los años pronto será presentado. En cuanto pase la Navidad. Y el año pasado, no pude escribir nada. Me faltaba tiempo. Me faltaba inspiración. Y como decía antes, dos terceros premios y dos segundos premios son unos trofeos fantásticos, pero la espinita del primer premio sigue ahí, clavada, presente en mi mente, mantenida con la rabia de pensar que he estado a muy poco para ser el primero. No es que me guste destacar en demasía, pero es algo que creo que me tengo que demostrar a mí mismo, sentirme preparado para ello. Por eso, aunque gane, nunca me consideraré el mejor, sino un buen luchador. Necesito inspiración, concentración, una buena historia, conmovedora, que se pueda relacionar con la Semana Santa, con los sentimientos, con las vivencias... a ver si el ratillo que pude sacar esta tarde viendo las fotos de este año me sirve para inventar una historia que haga llorar al lector. O al menos, que le haga reflexionar. Como las anteriores, pero más madura. Es lo único bueno de la edad... que es capaz de madurar una buena historia.
Necesito quitarme una espinita que me clavé hace unos años... y para eso tengo que estar inspirado. Aquellos premios demuestran que tengo talento. Al menos, es lo que dicen. Yo siempre trabajo desde la humildad. La cita, en febrero o en marzo. Según venga la Cuaresma. El concurso literario que se organiza en la ciudad todos los años pronto será presentado. En cuanto pase la Navidad. Y el año pasado, no pude escribir nada. Me faltaba tiempo. Me faltaba inspiración. Y como decía antes, dos terceros premios y dos segundos premios son unos trofeos fantásticos, pero la espinita del primer premio sigue ahí, clavada, presente en mi mente, mantenida con la rabia de pensar que he estado a muy poco para ser el primero. No es que me guste destacar en demasía, pero es algo que creo que me tengo que demostrar a mí mismo, sentirme preparado para ello. Por eso, aunque gane, nunca me consideraré el mejor, sino un buen luchador. Necesito inspiración, concentración, una buena historia, conmovedora, que se pueda relacionar con la Semana Santa, con los sentimientos, con las vivencias... a ver si el ratillo que pude sacar esta tarde viendo las fotos de este año me sirve para inventar una historia que haga llorar al lector. O al menos, que le haga reflexionar. Como las anteriores, pero más madura. Es lo único bueno de la edad... que es capaz de madurar una buena historia.
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Muchos animos, y adelante...
ResponderEliminarTodo lo que creas ser capaz de hacer, se hará realidad, no bastan las ganas solamente, pero la pasión, la perseverancia y saber que puedes, es importante para que así sea.
Una duda, ¿se puede ser agnóstico y redactar algo maravilloso sobre la semana santa?.
Un afectuoso abrazo.
Hola Manolo, pásate por mi blog cuando puedas.
ResponderEliminarGracias y un beso.
Gracias Mayte por tus palabras... Un abrazo.
ResponderEliminarUfff... vaya ejercicio que me has mandado, Wendy. A ver que tal me sale...
Yo no hubiera ganado ni el cuarto premio, y menos con el tema de la Semana Santa, así que adelante, que el primero acabará cayendo.
ResponderEliminarDéjate llevar por tus sentimientos cuando escribas, y seguro que emocionas al más duro.
Un abrazo
¿En serio estás pensando en aceptar? Eres valiente, por mi parte con el gesto es suficiente, no te sientas obligado.
ResponderEliminarBesos.
Por cierto, la pregunta de Mayte... que despistado. A ver, poderse, creo que se puede todo en esta vida. Basta con proponérselo. Un ateo no cree en Dios. Yo no me considero ateo porque creo que algo debe de existir. También creo en la historia, y creo que la vida y Pasión de Jesucristo existió. Dejémoslo en excéptico en lugar de agnóstico (llámalo como quieras...), no niego la existencia de un Dios, sólo digo que aún quedan muchas cosas por demostrar. Sí creo en Cristo, por tanto, soy Cristiano, ¿no? Creo que esto ya lo dije una vez... saludos!!
ResponderEliminarManolo, he entrado en tu blog por primera vez, me encanta, con tu permiso me haré un asiduo.
ResponderEliminarLas fotos que he visto son muy buenas, vi también las que tiene la Expiración en su web que son tuyas, fantásticas. También quería preguntarte si tienes cuenta en Flirck o Imageshak para ver tus trabajos. Un saludo.
(Vendistes la D70?)