Considero el oportunismo como el acto más ruín de cobardía que nos brinda esta sociedad. Y el problema es que no podemos hacer nada para evitarlo. Cuanto más poder se tiene, más se abusa del oportunismo liberal que anda suelto por nuestras calles y ciudades. Esclavos de los fuertes, éstos saben aprovechar las oportunidades que los débiles, queriendo o sin querer, les brindamos para llevar a cabo sus acciones denigrantes pensando que se quedan con la conciencia limpia. Me da mucha pena que no sean tan valientes como para reconocer el verdadero motivo de sus reprochables actos. Me gustaría ver a tanta gente situada en mitad de la nada y observando el horizonte, en la lejanía, en la distancia, en la soledad... y ahora, majo, empieza a andar y cuando llegues allí, mira hacia adelante y hacia atrás; cambia el rumbo y sigue andando, y dime... ¿a dónde llegas? Así es el oportunismo, cruel, libre, al antojo del líder... cinismo puro y duro. Y duele porque siempre pagamos los mismos...
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