
- ¿Sabes? - dije así, de improvisto - Estaba pensando en cómo poseer a una persona.
Los coches pasaban rozando las gotas de agua con los faros. Odiaba a los coches con las luces demasiado claras.
- Es fácil. Simplemente intenta que esté siempre contigo.
Los coches pasaban rozando las gotas de agua con los faros. Odiaba a los coches con las luces demasiado claras.
- Es fácil. Simplemente intenta que esté siempre contigo.
- Pero eso no es justo. Si yo no quiero estar con alguien en un momento, con el tiempo es posible que no quiera estar nunca.
Su compañero sentimental no lograba entender el concepto. Finalmente dijo:
- Si te acusan de no estar siempre a mi lado cuando yo lo necesito, sería el primero en decir que no me quieres. Aunque podría ser todo lo contrario...
- Ese no es el problema. La cuestión es si piensas en algo como el amor y la forma que éste tiene de poseer. ¿Querer es poseer?
- Si te acusan de no estar siempre a mi lado cuando yo lo necesito, sería el primero en decir que no me quieres. Aunque podría ser todo lo contrario...
- Ese no es el problema. La cuestión es si piensas en algo como el amor y la forma que éste tiene de poseer. ¿Querer es poseer?
El silencio se apoderó por unos momentos de aquella sala. Miré la taza de café y la dejé sobre el platillo. Necesitaba comprender los momentos de intimidad que había tenido durante estos años. Habiendo tenido momentos buenos, otros habían sido puro egoísmo. No siempre me he sentido libre de hacer lo que he querido. Por no decir del enorme crecimiento de la timidez que eso me ha llevado a lo largo de estos años. Es como si tuviera miedo a hacer lo que me gusta...
- Además, no me gusta el café - añadí mientras otro de esos malditos coches alumbraba la tristeza de mi forzada mirada.
- Además, no me gusta el café - añadí mientras otro de esos malditos coches alumbraba la tristeza de mi forzada mirada.