Tengo la suerte de que a mi pareja, le gusta viajar. Y a mi también. Y la mala suerte de no disponer del tiempo necesario ni de los medios económicos deseables como para estar viajando cada fin de semana. Pero al menos, nos escapamos cuando podemos, aunque solo sea a 200 kilómetros de nuestra residencia habitual. Por eso soy un gran coleccionista de fotografías. Allá donde vamos, la cámara me acompaña y siempre capta bonitas instantáneas, incluso si voy de copiloto en el coche. Plano viajes cada cierto tiempo, siempre buscando un precio razonable, y en cada viaje podría escribir una historia, un cuento, un drama, una melodía... y es que, un viaje es, en cierto modo, todo eso. Es como ir a un sueño, pero estando despierto. Deberían obligar a viajar a la gente. Nos conoceríamos más y la vida no sería tan monótona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario