Más que nunca pudiese rezar alturas de hielo. Maderas de metal. Igual que cuando era pequeño, y me montaba en un ascensor. La claustrofobia vencía la timidez de la nostalgia. Respeto por lo ajeno, por lo desconocido, por no pasar la frontera o el límite de lo que no se debía hacer y lo que no se podía hacer. En ese momento, la duda dibujaba temores en mis ojos y mostraba sudores en mis manos. Incertidumbre llena de maldad. El respeto se está perdiendo. Nada en ríos casi secos y llora por las almas nobles. No hablo de respeto mutuo entre dos personas que se quieren o se aman... ese tipo de respeto va incrustado en las propias palabras. Hablo del respeto a la vida, a la Naturaleza, a lo desconocido. Respeto a ser respetado, a no propagar el miedo de los caídos. Porque si el respeto se transforma en miedo, es la timidez la que viaja a sus anchas por los amplios espacios del vacío que las personas llevan en sus corazones. Si no te respetas a tí mismo, ¿a quien vas a respetar?
A mi me enseñaron a respetar y así lo hago y me hace sentir bien, también pido respeto para mi y me lo pido a mi misma en primer lugar, porque tal como dices si no parte de nosotros pedirlo a los demás es harto dificil.
ResponderEliminarTe respeto Manu pero no te temo.
Besos!
El respeto a aquellos que tienen gustos diferentes a los nuestros, estilismos diferente al nuestro, modus vivendi completamente opuesto...
ResponderEliminarPuedo garantizarte que en este mundo nuestro en pleno siglo XXI no existe respeto ni tolerancia, y te lo digo yo de buena fe. Cuando nos topamos con alguien que simplemente es diferente nos hacemos de cruces y le lanzamos una mirada digna de "Vade retro" cuando menos, no aceptamos lo diferente, lo desconocido, quizás tan solo por miedo y temor a enfrentranos a lo que se escapa de nuestras manos.
¿También eres claustrofóbico? jajajajajajaj querido Manolo, si vamos a ser iguales.
Mil besos desde mi Norte
Hola Wen!! La verdad es que cuando yo era niño ni me atrevía a toser a los mayores, aunque tuvieran sólo dos años más que yo... o bien yo era muy respetuoso, o bien se hacían ganar el respeto.
ResponderEliminarEl caso es que hoy en día eso no se ve ni de lejos. Cualquiera te falta al respeto, sea mayor, pequeño o de la condición que sea. Yo respeto también a todo el mundo y a alguno le tengo miedo, no te creas...
Besos!!
Hola Akasha!!
ResponderEliminarTienes toda la razón, no existe ni el respeto ni la tolerancia en pleno siglo XXI. Y no sé qué hemos hecho mal para eso. Porque yo de pequeño respetaba a todo y a todos...
Soy muy claustrofóbico, jejeje... por la calle, rara vez me verás andar por las aceras si no son muy anchas, me agobia la multitud de la gente aglomerada, y hasta hace poco, que yo me montara o subiera en un ascensor era poco menos que impensable.
En fin, quizá debamos despreciar a los irrespetuosos, ¿no? ¿O sería ponerse a su nivel?
Besos, querida.