La flor de mis suspiros me dijo que no existe la tentación, que el amor de mis conjuros no tiene explicación, que la desdicha no atraviesa muros, no basta la buena intención. El alma se agota menos que la razón, y la razón no entiende si tienes buen corazón. De repente, nos vemos las arrugas florecer sin las raíces de la pasión, existen tics nerviosos donde no había ni calor, ni el frío en el invierno, ni la lluvia de la agonía, ni el frío del abrigo lleno de compulsión. Estoy parco en palabras, triste de corazón, falto de sentimientos, incómodo sin razón, desanimando en mis intentos, frustrado en tensión, apático a cada momento, preso de un chaparrón, lleno de aburrimiento, cerrado como una flor que susurra al oído que llegó el invierno y apenas se enteró. Y me suspira, y me siente, y me ve furioso, y se hace presente con el aroma de la bondad escrito en las venas del corazón.
Que buena foto Manolo, acompaña perfectament a tu escrito, y es que aunque el invierno llegue sienpre se puede encontrar un calido lugar para combatir el "frio".
ResponderEliminarun abrazo amigo
Hola orthos... ya hasta tengo dudas de si la foto es mía, la verdad es que ahora que tengo algo más de tiempo estoy ordenando las fotos por meses y años, y desde el 2000 hasta ahora hay muchas...
ResponderEliminarDebemos tener lugar para el frío y para el calor, y todo tiene su momento. Es una fase más de la vida.
Gracias por comentar. Un abrazo.
Me encanta la imagen, y tu blog, me quedo viéndolo, con tu permiso.
ResponderEliminarSalu2.