Esta novela de Benito Pérez Galdós, nos relata la historia, de dos mujeres enamoradas del mismo hombre. El hilo conductor de la trama es Juanito Santa Cruz, el cual se casa con su prima Jacinta, y en el viaje de novios le confiesa que tuvo una aventura con una mujer de clase baja. Jacinta vive atormentada porque no puede tener hijos y eso la hace sentirse muy desgraciada. Fortunata, la mujer pobre, después de ser abandonada por Juan, pasa la vida de hombre en hombre, hasta que se casa con un chico que no quiere, un estudiante enfermizo llamado Maxi Rubín, el cual engañó con Juan al día siguiente de la boda.
Fortunata y Jacinta, no es solamente el relato de unos adulterios o de la vida de varios personajes de la España de finales del siglo XIX. En este libro se muestra un Madrid de la época, con sus personajes y sus formas de hablar peculiares, que contribuyen a enriquecer la novela. También habla del ambiente político, de la I República y de la Restauración monárquica. También resalta bastante las conversaciones en los cafés, tan habituales en esas fechas. El argumento de la novela es el más antiguo del mundo. Las relaciones humanas, el amor, el adulterio, el engaño, la enfermedad, la pobreza, la muerte… El autor se deleita con unas escenas larguísimas, llenas de diálogos, también muy extensos, que pueden resultar algo extrañas, sobretodo, en estos días.
El personaje de Fortunata es el que tiene más fuerza, aunque no se puede comprender su forma de actuar en algunas ocasiones. Fortunata es retratada por el autor como una mujer de muy baja cultura, ingenua, romántica, y muy apasionada, a la que diversos personajes en especial su marido Maxi, van puliendo, aunque ella no pierde la “esencia de ese pueblo de Madrid” esta ciudad por la cual Galdós siente gran debilidad, ya que la ensalza repetidas veces. Pero también, es un personaje contradictorio con ella misma, ya que en ocasiones se siente mala y sucia, y en otras piensa que es un ángel equiparándose a Jacinta.
El final de este personaje es típico de las “mujeres trasgresoras“ de las novelas decimonónicas, (Bodary, Karenina, La Regenta…) es el “castigo” como no podía ser de otra manera. En esta novela, la única que sale ganando es Jacinta, ya que al final consigue lo que más quería, “ el niño”. Sin embargo de Fortunata no podemos decir lo mismo, ya que ella es la gran perdedora, que aunque logró tener un hijo de Santa Cruz, el cual era su orgullo, no pudo vencer a la muerte muriendo desangrada. De Santa Cruz, diremos, que es un mujeriego y engaña a todas las mujeres, incluida la suya. Es un personaje que aunque la novela gira en torno a él, Galdós tampoco dice mucho de su persona. De Maxi Rubín, tenemos que decir que es un personaje un poco estrafalario, el cual tiene frecuentes dolores de cabeza, manías y locuras, pero también que quería a Fortunata con todo el corazón. Otros personajes a destacar en la novela son, Doña Guillermina una santurrona y Mauricia La Dura, una borracha que representa la violencia y la pobreza, pero con gran corazón.
El estilo de Galdos me ha gustado, por su forma de explicar las cosas de forma tan coloquial, sobretodo en ciertas expresiones y palabras, que parece que le encantan. La impresión general de este libro es, que revela una sociedad que a pesar de las apariencias no ha cambiado mucho desde entonces. Los comportamientos de hombres y mujeres siguen siendo similares, con sus deseos, pasiones, amores prohibidos, engaños, hipocresías… aunque quizás ahora, con menos peso de la religión. También me ha gustado, la calidad y gracia de la prosa, por su sentido del humor tan galdosiano, capaz de narrar lo trágico con ese tono coloquial que te hace reír en muchas escenas del libro.
Es un libro muy bueno. Lo recomiendo…
By María.
Fortunata y Jacinta, no es solamente el relato de unos adulterios o de la vida de varios personajes de la España de finales del siglo XIX. En este libro se muestra un Madrid de la época, con sus personajes y sus formas de hablar peculiares, que contribuyen a enriquecer la novela. También habla del ambiente político, de la I República y de la Restauración monárquica. También resalta bastante las conversaciones en los cafés, tan habituales en esas fechas. El argumento de la novela es el más antiguo del mundo. Las relaciones humanas, el amor, el adulterio, el engaño, la enfermedad, la pobreza, la muerte… El autor se deleita con unas escenas larguísimas, llenas de diálogos, también muy extensos, que pueden resultar algo extrañas, sobretodo, en estos días.
El personaje de Fortunata es el que tiene más fuerza, aunque no se puede comprender su forma de actuar en algunas ocasiones. Fortunata es retratada por el autor como una mujer de muy baja cultura, ingenua, romántica, y muy apasionada, a la que diversos personajes en especial su marido Maxi, van puliendo, aunque ella no pierde la “esencia de ese pueblo de Madrid” esta ciudad por la cual Galdós siente gran debilidad, ya que la ensalza repetidas veces. Pero también, es un personaje contradictorio con ella misma, ya que en ocasiones se siente mala y sucia, y en otras piensa que es un ángel equiparándose a Jacinta.
El final de este personaje es típico de las “mujeres trasgresoras“ de las novelas decimonónicas, (Bodary, Karenina, La Regenta…) es el “castigo” como no podía ser de otra manera. En esta novela, la única que sale ganando es Jacinta, ya que al final consigue lo que más quería, “ el niño”. Sin embargo de Fortunata no podemos decir lo mismo, ya que ella es la gran perdedora, que aunque logró tener un hijo de Santa Cruz, el cual era su orgullo, no pudo vencer a la muerte muriendo desangrada. De Santa Cruz, diremos, que es un mujeriego y engaña a todas las mujeres, incluida la suya. Es un personaje que aunque la novela gira en torno a él, Galdós tampoco dice mucho de su persona. De Maxi Rubín, tenemos que decir que es un personaje un poco estrafalario, el cual tiene frecuentes dolores de cabeza, manías y locuras, pero también que quería a Fortunata con todo el corazón. Otros personajes a destacar en la novela son, Doña Guillermina una santurrona y Mauricia La Dura, una borracha que representa la violencia y la pobreza, pero con gran corazón.
El estilo de Galdos me ha gustado, por su forma de explicar las cosas de forma tan coloquial, sobretodo en ciertas expresiones y palabras, que parece que le encantan. La impresión general de este libro es, que revela una sociedad que a pesar de las apariencias no ha cambiado mucho desde entonces. Los comportamientos de hombres y mujeres siguen siendo similares, con sus deseos, pasiones, amores prohibidos, engaños, hipocresías… aunque quizás ahora, con menos peso de la religión. También me ha gustado, la calidad y gracia de la prosa, por su sentido del humor tan galdosiano, capaz de narrar lo trágico con ese tono coloquial que te hace reír en muchas escenas del libro.
Es un libro muy bueno. Lo recomiendo…
By María.
Ciertamente que es un pedazo de novela buenisima, vencedores y vencidos, ganadores y perdedores, creo que en general todos.
ResponderEliminarbuena recomendación para este finde,
un abrazo
Muy triste historia, real, tal vez con algunas variables se adapta a nuestros dias. Un abrazo
ResponderEliminarConozco esta novela, María, y debo decir que me parece fascinante - la obra de Galdós por lo general lo es- y que particularmente adoro las "típicas damas transgresoras del siglo XIX" jejejjejejeje, aunque la mayoría de ellas consigan un castigo a menudo desorbitado a su carácter independiente y radical.
ResponderEliminarDe Madame Bovary mejor no digo nada, puesto que albergo un afecto tierno y personal por su esposo y desprecio abiertamente el carácter infiel y vanidoso de la dama.
Besos y buena semana que comienza, querida. Besos a Manolo.