Siempre de aquí para allá, de un lado para otro, apenas sin mirar, dejándonos llevar por los sentidos de los demás, buscando las manecillas del reloj, dueñas de nuestras vidas. Como un pato mareado es como me tengo que sentir la mayoría de las veces. Sobre todo cuando llego de trabajar a las 7 y media de la mañana y... no me puedo acostar. Tengo una prueba para un trabajo a las 10... ¿y qué hago? Pues nada, seguir el ritmo de la vida. Intentar estar despierto, pero el cansancio (peor que el sueño) me vence y me dejo caer, sin dormir profundamente descanso ratos de 15 minutos hasta la hora de irme. Finalmente me acuesto a las 12 y cuarto, y me levanto a las 6 de la tarde. Después de todo, aunque parezca demasiado tarde, apenas he dormido 6 horas... ¿Y ahora qué hago?, me vuelvo a preguntar. Si ya mismo me tengo que volver a ir, entre que me doy una ducha y arreglo unas cuantas cosas... total, que así estamos todos. Como patos mareados. Excepto aquellos que se piensan que la vida es tan fácil y previsible como el amanecer diario, que nunca falla, o el anochecer rutinario, que siempre nos lleva un bostezo a la boca y nos marca el ritmo de las semanas con sus finales incluidos. A propópito, feliz fin de semana... sobre todo, si no tenéis que trabajar.
viernes, 28 de octubre de 2011
PATO MAREADO
Siempre de aquí para allá, de un lado para otro, apenas sin mirar, dejándonos llevar por los sentidos de los demás, buscando las manecillas del reloj, dueñas de nuestras vidas. Como un pato mareado es como me tengo que sentir la mayoría de las veces. Sobre todo cuando llego de trabajar a las 7 y media de la mañana y... no me puedo acostar. Tengo una prueba para un trabajo a las 10... ¿y qué hago? Pues nada, seguir el ritmo de la vida. Intentar estar despierto, pero el cansancio (peor que el sueño) me vence y me dejo caer, sin dormir profundamente descanso ratos de 15 minutos hasta la hora de irme. Finalmente me acuesto a las 12 y cuarto, y me levanto a las 6 de la tarde. Después de todo, aunque parezca demasiado tarde, apenas he dormido 6 horas... ¿Y ahora qué hago?, me vuelvo a preguntar. Si ya mismo me tengo que volver a ir, entre que me doy una ducha y arreglo unas cuantas cosas... total, que así estamos todos. Como patos mareados. Excepto aquellos que se piensan que la vida es tan fácil y previsible como el amanecer diario, que nunca falla, o el anochecer rutinario, que siempre nos lleva un bostezo a la boca y nos marca el ritmo de las semanas con sus finales incluidos. A propópito, feliz fin de semana... sobre todo, si no tenéis que trabajar.
Siempre de aquí para allá, de un lado para otro, apenas sin mirar, dejándonos llevar por los sentidos de los demás, buscando las manecillas del reloj, dueñas de nuestras vidas. Como un pato mareado es como me tengo que sentir la mayoría de las veces. Sobre todo cuando llego de trabajar a las 7 y media de la mañana y... no me puedo acostar. Tengo una prueba para un trabajo a las 10... ¿y qué hago? Pues nada, seguir el ritmo de la vida. Intentar estar despierto, pero el cansancio (peor que el sueño) me vence y me dejo caer, sin dormir profundamente descanso ratos de 15 minutos hasta la hora de irme. Finalmente me acuesto a las 12 y cuarto, y me levanto a las 6 de la tarde. Después de todo, aunque parezca demasiado tarde, apenas he dormido 6 horas... ¿Y ahora qué hago?, me vuelvo a preguntar. Si ya mismo me tengo que volver a ir, entre que me doy una ducha y arreglo unas cuantas cosas... total, que así estamos todos. Como patos mareados. Excepto aquellos que se piensan que la vida es tan fácil y previsible como el amanecer diario, que nunca falla, o el anochecer rutinario, que siempre nos lleva un bostezo a la boca y nos marca el ritmo de las semanas con sus finales incluidos. A propópito, feliz fin de semana... sobre todo, si no tenéis que trabajar.
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Como pato mareado me tenía a mí Esperanzita con las oposiciones, y mira, todo se soluciona... La vida sigue, continua, y aunque patos mareados, tenemos un objetivo final, el camino lleno de baches, solo es algo más por lo que pasar.
ResponderEliminarUn besazo, y buen finde.
Mejor pato mareado, que pato de feria. Es por ser positivo jejeje
ResponderEliminarEspero que esa prueba de trabajo haya ido bien, y que pases un buen fin de semana.
Un abrazo
Bueno querido amigo esto es algo a lo que todos los que trabajamos tenemos que sucumbir. Te levantas de noche, vas a trabajar de noche y vuelves de noche cenas te sientas un rato y vuelta a empezar, menos mal que los fines de semana no curramos sino era para pegarse un tiro, jajaja
ResponderEliminarun abrazo y cuidate
Hola Manolo, si que es una rutina muy intensa la tuya, he pasado por ello cuando tenia que trabajar en dos lugares e ir a la universidad. Pato mareado es bueno ah, feliz fin de semana para ti. Saludos, muy buen blog.
ResponderEliminarLa vida del proletario es terrible... ¿por qué no nos tocará un euromillón que nos quite de trabajar? Si ya lo decía mi lado retrógrado: debería haberme buscado un buen señor Darcy que me evitara el tener que levantarme todos los días a las 5.00 p.m. Esa hora tan temprana no debiera ni existir en el calendario laboral jajajjaja
ResponderEliminarBesos y descansa, que es lo que toca.
Tomo nota de vuestros comentarios, consejos y visitas. Hoy termino un ciclo de noches, así que no os preocupéis que pienso estar la mañanita del miércoles merodeando por los blogs, que ya llevo un tiempecito...
ResponderEliminarBienvenida también a ANGE, y agradezco las visitas de todos.
Abrazos!!