La vida está llena de segundas oportunidades. Hay quien lo llama destino, hay quien lo llama casualidad, o simplemente, hay quien lo llama suerte. Si te despiden del trabajo, quizá sea para que tengas otra oportunidad de hacer algo que realmente te guste. Si tu equipo favorito no gana la liga, la próxima temporada tiene otra oportunidad. A cada momento existen las segundas oportunidades, y la vida nos las ofrece constantemente.
Ahora bien, a veces vivimos en nuestra propia ignorancia y no nos percatamos de que realmente se trata de una oportunidad. Sólamente lo vemos como una desgracia. Aprovechemos nuestras oportunidades y dejemos a las desgracias de lado. Por que como bien dice el dicho popular, las desgracias vienen solas. Y si una oportunidad es desaprovechada, seguramente es porque la vida nos prepara otra mejor. La única desgracia que no tiene solución es la muerte, como diría mi abuelo.
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