Al principio creó Dios la desdicha. Y un arma que luchaba contra ella, y vio que el ser humano la aceptó. Para bien o para mal. Tras la desdicha, creó la felicidad. Y todo lo opuesto, y todo lo que conlleva, y la metió en nuestras vidas, y en nuestros sueños, pensamientos, vivencias y recuerdos. Y vio que era bueno... para algunos. Y malo para el resto. Y creó la medida y la desigualdad entre todos. La envió en forma de lluvia, y mojó los campos, y las plantas, y las ciudades. Y no quedó rincón del planeta que no fuera cubierto por las gotas del creador. Y el ser humano lo vio, y no lo quiso aceptar. No quiso ver lo fácil, la paz, la igualdad, el sol tras la tormenta. Y entonces Dios se resignó. Y a veces, se tapa los ojos, y otras veces los abre para aquellos que no lo piden, o que no lo necesitan. Toqué esas plantas mojadas por la lluvia pura para mojar el llanto de mi ilusión, y me dejaron la señal de sus púas... Porque casi todo lo malo, tiene algo que puede ser mejorado, pero desgraciadamente casi todo lo bueno tiene algo aún peor de lo que podamos imaginar. Sólo es cuestión de suerte.
Y me imagino al Creador cerrando los ojos resignado ante la cabezonería del ser humano... porque a menudo, pese a saberlo a ciencia cierta, no alcanzamos a comprender que tras la tempestad llega siempre la calma, porque no hay mal que cien años dure (ni cuerpo que lo aguante...)
ResponderEliminarPor eso concuerdo en que es cierto que detrás de algo malo existe una pequeña parte (siempre la hay) de la que puede obtenerse algo provechoso, así como detrás de lo bueno siempre hemos de toparnos con algo que enturbie aunque sea mínimamente esa perfección. "Solo es cuestión de suerte" o del color del cristal con que se mira...
Besos y buena semana, querido.
Querido Manolo.
ResponderEliminarPermíteme que te confiese que no creo en la suerte, nada depende de cómo son los demás, sino de como somos nosotros mismos.
Siempre habrá que descubrir y sorprenderse ingratamente, de como muchos sienten la medida como algo que sólo debe ser equilibrado a su favor.
Nunca habrá bien sin mal, luz sin oscuridad; es ley de vida.
Pero casi a diario procuro quedarme con la alegría al descubrir que en algo oscuro, aunque fuese muy profundamente, habitaba un halo de luz y bondad.
Seremos ilusos, sí, no lo niego por mi parte. Pero te aseguro que a veces me satisface más la recompensa de haber logrado no sorprenderme tanto cuando he visto que alguien era una buena persona, que busvaba sólo hacer felíz a otro semejante.
Últimamente éste es un tema en que pienso mucho, no sé por qué.
Siempre he sido una persona a la que no le ha costado perdonar, porque yo misma soy la primera en cometer errores, injusticias, aunque sean de manera involuntaria, y por que creo que todos merecemos una segunda oportunidad, aún haciéndonos daño al final de todo.
Me ha gustado mucho tu reflexión de hoy y en la forma en que la has narrado. Y la foto es especialmente bella; se la ve muy cerca y nítida, pero a la vez inalcanzable y lejana.
Un abrazo de bien para tí, amigo.
Leches!!! Se me fue el comentario al garete, cagüen tó...
ResponderEliminarBueno, pues repito, deseándome suerte, dichoso bloguer!!!
Te comentaba, querido Manolo, en primer lugar que yo no creo en la suerte, nada depende de cómo son los demás, sino de cómo somos nosotros mismos.
Y que muchas veces me siento algo ilusa por seguir creyendo más en lo bueno que hace la gente, que en lo malo que puede llegar a hacer. Sé que muchas veces protesto por eso mismo, porque pueda sorprenderme de algunas personas en las que confiaba, pero acabo asumiéndolo, porque como dice la letra de una canción; no hay bien sin mal, luz sin oscuridad. Y así lo creo yo, que últimamente no sé por qué, me paro a pensar mucho sobre ello.
No me gusta desilusionarme con la traición de personas a las que les tengo afecto, pero ellos son lo que son, y yo seguiré siendo la misma, para bien o para mal. No voy a permitir que los errores de los demás causen y provoquen en mi persona cambios que no concibo ni lo haré nunca.
Lo más hermoso puede camuflar algo horrendo, lo sé, pero lo que no sé si deberíamos estar esperando siempre que algo así ocurra, mantenernos alertas, igual de ese modo no sabríamos vivir las cosas de manera natural, y eso, a mí personalmente no me gusta.
Te expreso todo esto, aún habiéndome sido sometida a muchas decepciones, y de las gordas, pero confío, sino lo hiciese no saborearía la vida con la dulzor que a día de hoy me muestran personas que sí valen la pena tener al lado y por las que seguir confiando ciegamente.
Por si acaso, voy a copiar este comentario, no me pase como antes jejeje.
Te mando un gran abrazo, uno sano y de bien, apreciado amigo mío.
Cuídate y pasa un buen miércoles.
Será posible!!!
ResponderEliminarAhora salen los dos jajjaja
Pues nada, quedate con el que más te guste ;)
Besos!!!
Hola Akasha!
ResponderEliminarLa verdad es que a veces me pregunto tantas cosas, y encuentro tan sorprendente tantas otras... Ya sabes, por eso a veces me pongo a reflexionar en voz alta. En fin, que estaba yo pensando en esas palabras de la Biblia y se me ocurrió ir imaginando otras cosas que el Creador podría haber previsto...
...o quien sabe, quizá las tenía previstas, y estamos llegando a nuestro destino.
Para mi la semana termina pronto, pero la próxima será laaaaaarga y oscura, te lo digo yo...
Besos!!
Hola Mayte!!
ResponderEliminarPues me gustan los 3, jajaja... creo que en la vida ganamos años igual que ganamos experiencia, sin querer... pero ahí están ambas cosas. Al menos para quien sepa verlas. Hay gente que aún vive en los mundos de Yupi y seguirán así toda la vida, a pesar de los años, de la experiencia, pero otra gente, como dices, aprende con nosotros, y merecen mucho la pena, casi vivimos por ellos y nos debemos a ellos.
Eso es fundamental en esta vida, que llegados a estas edades, es lo que la misma se empeña en enseñarnos. No olvides que a veces, tenemos fe cuando nos interesa. El resto de las veces creemos en la suerte (o en las casualidades, o en el destino... llámalo como quieras).
Recibo tu abrazo con alegría, te haré caso cuidándome y por último reparto idénticos besos, jejeje... tú lo que querías era despedirte tres veces, jejeje... ;-)
No se si existira un Dios todopoderoso, lo dudo pues como puede alguien crear algo a su imagen y semejanza y dejar esta chapuza, pero si lo hay o dio al boton equivocado o nosotros hemos apretado otro. El consuelo como dices que a lo malo se le puede sacar algo bueno,mientras que a lo bueno es más complicado encontrarle fisuras.
ResponderEliminarun abrazo y buena vispera de finde, aunque ya te lo hayan deseado por partida triple, ejejej