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martes, 28 de junio de 2011

LA ILUSIÓN PERDIDA

La ilusión de encontrar la felicidad en los demás. La ilusión por lo desconocido, por las reacciones inesperadas ante la sorpresa, ante lo inesperado. Buscar pequeños detalles que hacen grandes a los demás. Guardar cualquier objeto insignificante, sin precio ni valor, pero importante para esas personas a las que queremos. Algo que puede tener todo el mundo cuando quisiera, pero que no se molesta en conseguirlo por la sencilla razón de que es demasiado fácil conseguir. Esa ilusión ya no la podemos encontrar. De niño, recuerdo esa ilusión metida en el estómago cada vez que regalaba algo desinteresadamente. Se percibía en los demás tal ilusión. La ilusión se pierde con la edad, cambia, se transforma. Gastamos más en regalos que no sabemos si servirán, a gente que en cierto modo nos da un poco igual; simplemente, están en nuestro camino. La ilusión es de esas cosas que se pierden y no se pueden buscar. Ya no queda ilusión en las miradas de la gente. Por algo será...

11 comentarios:

  1. No hay ilusión en las personas, porque lo tenemos todo, hipotecamos cualquier cosa para seguir llenando el armario, y la casa de cosas que no nos sirven. No sabemos lo que es la familia, ni la amistad, ni lo que es pasar hambre o necesidad. Para que vamos a tener ilusión? Quizás cuando seamos conscientes de que el dinero no se puede comer, ni el amor se puede comprar, podremos hallar una brizna de ilusión pintada en nuestra mirada. Un saludo.

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  2. Me has hecho pensar con la última parte de tu entrada... y es que estás en lo cierto: "Gastamos más en regalos que no sabemos si servirán, a gente que en cierto modo nos da un poco igual; simplemente, están en nuestro camino." Resulta muy triste hacer las cosas por puro automatismo en determinados momentos de nuestras vidas, sabiendo que lo que ofrecemos será recibido sin un mínimo atisbo de ilusión y con muy poquísimo aprecio.

    De todas formas yo personalmente te digo que me sigo ilusionando con las pequeñas cosas de la vida; me ilusiono cuando una tarde salgo a pasear por el campo y me llega la inspiración, me ilusiono cuando me reaglan alguna de mis "frikadas" favoritas, me ilusiono ya el miércoles cuando programo en mi cabeza ir al cine el próximo viernes... pero yo no soy de fiar: soy una criatura extraña jejejejje

    Besos y no pierdas la ilusión, debemos alimentar para que no muera al niño que llevamos dentro.

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  3. yo aún tengo la ilusión de cruzarme con el alma de alguien para compartir lo que quede de mi vida...todo es tan efímero

    me emocionó mucho esta entrada, en mucho tienes razón. "Por algo será..."

    un saludo cordial
    claudia

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  4. Bueno, bueno la ilusión nunca hay que perderla, yo siempre la llevo conmigo misma. Manu tu siempre has tenido ilusión por algo y eso se reflejaba en la mirada como bien escribes en este articulo. Y los detalles para mi gusto los más bonitos son los sencillos y si te pongo un ejemplo lo vas a adivinar asi que ...

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  5. Me quedo con esa primera frase, la de encontrar la ilusión en la felicidad de los demás.
    A veces confundimos ilusión con ambición, porque solamente miramos nuestras propias necesidades, por supuesto en la que no se hallan pequeños detalles ni gestos, sólo la vil necesidad propia.

    Somos pequeños salmones que nadan a contra corriente en un oceáno inmenso, demasiado grande para nuestras necesidades banales.

    Como siempre, los niños terminan siendo los maestros más sabios para los adultos.

    Una muy buena reflexión la de hoy, Manolo.

    P.D Ya tienes la segunda parte del relato publicada, ahora paciencia con la tercera eh jejeje.

    Enormes abrazos amigo mío.

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  6. Hola tarja.

    En cierto modo, tienes razón. Desgraciadamente, la ilusión depende de los demás, no de nosotros. Cuando piensas hacer algo y luego imaginas la posible reacción de las personas afectadas, es cuando perdemos la ilusión, y se nos quitan las ganas de todo. En fin, igual soy yo el primero en quitar ilusiones y no me estoy dando cuenta.

    Abrazos!!

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  7. Hola Akasha!!

    ¿Sabes? En el fondo es lo que más deseamos, que nos compren esas "frikadas", como bien dices, que nos regalen esas tonterías para quienes lo compran, pero que para nosotros no son tonterías, sino cosas que nos hacen ilusión. Mucha gente se piensa que el regalo es para uno mismo, y sólo piensa en sus gustos... vamos a ver, a quien le tiene que gustar es a la persona regalada, no a la que lo regala... ¡¡y se supone que nos conocen!! Pero bueno, esto es sólo un ejemplo, además malo, pues hablo de materialismo...

    Tienes toda la razón, se empeñan en ser lo que no queremos incluso cuando nos regalan cosas, y así, la ilusión no es que se pierda, es que antes de perderse ya se ha marchado. Pero seguiremos luchando por ser niños.

    Besos!!

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  8. Hola Claudia.

    Bueno, yo te diría que no perdieras la ilusión, es que a veces mis reflexiones son demasiado profundas, siempre hay excepciones, y si no, ya nos encargaremos de buscar alternativas.

    Decir que perdemos la ilusión completamente es como decir que perdemos la Esperanza, y eso tampoco es así. Así que no la pierdas (ni la ilusión ni la Esperanza...)

    Ánimo y besos!!

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  9. Hola rubí.

    A ver si me pones el ejemplo, a ver si adivino... ¿el qué tengo que adivinar? Es que no lo sé...

    Es cierto, yo siempre tengo ilusión por muchas cosas, lo que me hace falta es tener ilusión para terminarlas, porque empiezo mucho y termino poco... aunque debe de ser por la falta de tiempo. Y si tú dices que se me ve en la mirada... en la foto estoy más bien serio, jejeje... ¿qué otra mirada mía has visto?

    Besos!

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  10. Hola Mayte!

    Ya leí la segunda parte, quedo contestado y ya sé que hay tercera, jejeje...

    Realmente es algo que se echa mucho de menos, esa ilusión de niño por hacer algo tan inocence como esperar un día especial o estar con los amigos y jugar... Ya sabéis, los veranos me ponen melancólico, siempre han sido las mejores épocas (era soltar los libros y estar todo el día jugando...)

    Gracias por estar ahí, como siempre, como todos. Abrazos!!

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  11. Un ejemplo? lo más sencillo que te puedas imaginar para un regalo. Y miradas he visto muchas ;), por suerte no eran tristes, siempre alegres.

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