Así se ve el mar cuando estás en el mar. Sin nada alrededor. Cuando los puntos cardinales se confabulan para darte la espalda. Si tienes suerte, existirá una luz llamada luna que intentará esconderse tras las nubes del mar. Mar y nubes es todo lo que podía observar aquella noche de primavera tardía, de aciaga oscuridad, de temple, perdida, de insultante sinceridad. Más no quise mirar por aquél círculo siniestro que envolvía en llamas la soledad del mar. Contemplé la oscuridad total, y tardé un rato en comprender la belleza de la la línea que el horizonte dibuja sobre el mar. No es la primera vez, ni la última vez será que me atrevo a hablar del miedo que me produce el mar. Ni me lo podía creer, ni me lo permitía soñar. Eché la cortina por encima del cristal, y me tumbé en la cama serena, tranquilo, pensando en la eternidad. No quise volver a mirar. Él estaba en todas partes. Norte y Sur. Debajo. En el aire. Con sus sonidos. Sólo el barco podía tocar. Sólo el mar podía sentir. ¿Para qué quise sufrir? Decidí, entonces, no volver a mirar. Al fin y al cabo... solo se veía la oscuridad total.
Buenos días Manu, el mar despiera muchas sensaciones y sentimientos y, sin duda, uno de ellos es el respeto y el miedo por lo menos en mi caso. Me veo muy pequeña en relación a él y soy consciente de que es un mundo lleno de vída que me fascina y al mismo tiempo me sobrecoge pero vivo mal lejos de su brisa.
ResponderEliminarUn besote.
Me ha encantado tu relato !
ResponderEliminarA mi el mar me fascina, tengo la suerte de tenerlo cerca,no en mi localidad, pero si a poco mas de media hora en coche, me escapo siempre que puedo, mas en invierno que en verano, pero a la vez me da mucho respeto, es tan inmenso y nosotros, como dice Wendy, somos tan pequeños ...
lo pude comprobar el verano pasado cuando nos fuimos de crucero y eso que fue por el Mediterraneo jajajaja ... mi cámara echaba humo sobre todo con los amaneceres y atardeceres, no me perdí ni uno ! (algunos los puse en el blog)
Ya ves que me encanta la fotografía,cada vez mas, yo también tengo mucho que aprender, no me enseñó nadie, nunca hice ningún curso, pero me voy defendiendo y estoy contenta con los resultados.
Estaré atenta a la foto del lunes, que pases muy buen finde !
¡Besos!
El mar con esas olas siempre tan juntas y a la vez viviendo tan aisladas, hacen del mar una eterna soledad. Unido a la oscuridad de la noche a veces parece que contemplas el fin del mundo.
ResponderEliminarMuy bonito texto Manolo.
Un beso
Hola Wendy!!
ResponderEliminarYa lo he dicho otras veces, le tengo mucho respeto al mar... lo pasé muy bien en el crucero, pero jamás olvidé dónde estaba, ni un sólo segundo se me fue de la cabeza ese respeto que le tengo al mar hasta que el crucero no finalizó.
Besos!!
Hola BET!!
ResponderEliminarMuchas gracias por los halagos. Quienes entran aquí dicen que a veces escribo bien, jejeje... aunque mi fuente de inspiración suele ser la tristeza. Como le decía a Wendy, los cruceros están genial, pero tienes que ser consciente de que estás en un barco en todo momento. Esa foto es desde mi camarote, mirando por la claraboya... no me podía creer que yo estuviera ahí. Pero estuve...
Espero que aprendas fotografía conmigo, y yo espero aprender fotografía contigo. Todas las fotos del blog (salvo entradas con premios o cosas excepcionales) son mías, no tenga miedo en preguntar cómo hice alguna, te lo explicaré encantado.
Gracias por venir. Besos!!
Hola Anne!!
ResponderEliminarBueno, como dije antes, los textos más bonitos me suelen salir en los momentos más tristes. El mar da mucho juego, y además, siempre es fuente de inspiración. Basta con mirarlo y dejar volar la imaginación y los sentidos.
Me alegra que te gusten mis textos. Gracias.
Besos!!