...para dejar de existir. Sin dejar heridas abiertas ni oidos sordos. Sin cerrar la puerta a la libertad. Todos los días lo pienso. Mañana podría morir. Pensándolo a diario, no me pillará por sorpresa. Porque no alcanzo a ver más allá de los próximos 4 o 5 meses por mucho que lo intento. ¿Qué nos mantiene con vida? Pienso demasiado en esa pequeña y fina línea que nos separa de tantos otros mundos que ni siquiera podemos imaginar... No sé si estoy más vivo gracias a esa pastilla pequeña y azul que ingiero todos los días. No sé si todo es pura y maldita psicología. Ni siquiera sé si me entienden. Temo decir cosas que sienten mal; temo hacer cosas que no gusten. Y si complazco, a veces me siento jodidamente mal, y a veces me siento reconfortante y eufórico. Ver alegría en los demás me complace, pero verla forzada me mina las fuerzas. No hay más verdad que la de la foto. Al final, todo será inútil, porque no tenemos otro sentido. Sigo sin saber qué tengo que hacer para seguir caminando sin tropezar. Ayer leí una frase que llevo todo el día meditándola: "Amar no es mirarse el uno al otro todo el rato, sino mirar juntos hacia adelante". O algo parecido. ¿Por qué tengo la sensación de que me miran constantemente? Hace incluso sentirme más inútil. No quiero que me miren, quiero que me animen a mirar hacia adelante. Contigo. Porque te escogí a tí. Quizá, si llegamos antes, luego tengamos toda una vida para mirarnos. Aunque sea una vida que derrame los instantes por las cataratas del dolor bañado por las lágrimas...
En eso de no alcanzar a ver más allá de 5 o 6 meses coincidimos, no soy capaz de hacer planes a largo plazo, quizás mantener mi ritmo de trabajo intenso me exije estar muy pendiente de llegar a tiempo con lo que con proyectar la semana y sacarla para adelante me doy por satisfecha, en cambio no me gusta pensar en la muerte, me enfrento y la veo en cada guardia, sí me dejase llevar por ello no sería capaza de afrontarlo.
ResponderEliminarCuando dos personas se aman deben cogerse de la mano y compartir el mismo camino, con ilusión apoyandose el uno en el otro, complementandose, de esa forma lo entiendo.
Un beso.
Reconozco en tus letras la misma angustia existencial que a menudo experimento yo misma. Tampoco hago planes a largo plazo porque sé a ciencia cierta que nuestra existencia es efímera y no somos más que pobres almas que caminan por la vida con el cartel en la frente que reza: "Reo de muerte."
ResponderEliminarTú al menos te extiendes a 4 o 5 meses, yo es que voy mes a mes ;)
Luego dicen que somos fatalistas (en mi caso sí es cierto), aunque en nuestro fatalismo existe una gran dosis de realidad.
Hay una cita que reza: "No te tomes la vida demasiado en serio, al fin y al cabo no saldrás vivo de ella".
Por favor Manolo, dime a donde pertenece esa imagen de cabecera. Soy una apasionada de los cementerios, en mis viajes el primer sitio que visito siempre es el cementerio de lugar. No veas un halo satánico o siniestro en mí porque no hablo de los cementerios actuales, que no dejan de parecer colmenas fúnebres, sino de los camposantos de antaño, con viejos mausoleos y tumbas decimonónicas, plagados de ángeles silentes y cruces góticas. Soy un bicho rarito, lo sé...
Besos amigo
Hola Wendy!!
ResponderEliminarBueno, yo, cuando decía de no ver más allá de 4 o 5 meses, me refería a otra cosa, y es que la enonomía está bastante mal... pero bueno, mirándolo así también tienes razón.
Es verdad que debemos ir de la mano y al mismo ritmo, porque si no parece que es uno el que siempre tira del otro y eso es lo que termina cansando...
Besos!!
Hola Akasha!!
ResponderEliminarYa conocía tu afición a los cementerios, no es la primera foto misteriosa en ese sentido que publico... a mi me gusta ir a verlos, como tú dices, los mausoleos y demás, pero siempre que no se sea de noche y vaya acompañado... soy bastante miedoso.
La foto es de El Escorial, alguna tumba de algún Rey que está por allí. Granada, de todas formas, tiene un cementerio increíble, así que si te decides a venir, pues ya sabes que te puedo servir de guía.
Besos!!
PD: Tienes razón, ya no me tomo la vida demasiado en serio...