Todo lo bueno tiene siempre algo malo. Sin embargo, no ocurre en el caso contrario. Conceptos como estos hacen que crea en el desequilibrio de la vida; así la muerte se asegura una paridad perfecta. Cuando no pensamos en los nuestros demostramos poco amor hacia nosotros mismos. No lo digo por mi... aunque nadie es perfecto; espero no cometer errores por no meditar mis propios consejos. Y aunque lo diga mil veces, mil veces tendré que tener cuidado. Muchas veces, la excusa perfecta suele ser también innecesaria. Basta cualquier excusa para explicar lo que no tiene lógica, lo que tiene razón, incluso lo que no tiene sentido.
La legalidad es tan ilegible como ilegal en cuanto buscamos la trampa para hacerlas de tal forma. Siempre existe más de una frontera, dual, como dos caras y más de tres rostros. No podemos hacer nada para cambiarlo... depende del lado donde nos encontremos, puede ser de una forma u otra.
Me extraña que a veces no sepamos hacer algunas cosas y otras veces hagamos los que nos da la gana. Es curioso, cuanto menos, que lo primero suela ser, por lo general, más fácil que lo segundo. Aún así, hay sonrisas de muchos tipos, y algunas son más descaradas que otras. Esto es inevitable. El descaro suele reinar en muchos aspectos de la vida y resulta ser esencial cuando precisamos de ello. Otras veces, resulta ser inútil a casual, como mera coincidencia.
Lo que no entiendo es la impaciencia de algunos... y la mala leche de otros. Aunque ambas cosas son compatibles.
Por desgracia.
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