Soy Luna. Y estoy en tu corazón, y en el tuyo, y en el tuyo también... porque os acompañaré el resto de vuestras vidas. Me cuidasteis en todo momento, y también en mis últimas horas, y eso hace que sienta feliz, porque siempre me habéis querido y habéis hecho todo por mi. Entiendo que no siempre penséis en mí, porque la vida continúa, con el trabajo, con los estudios, con la rutina que jamás debéis abandonar. Es el primer paso para seguir adelante. En esos momentos, suelo dar largos paseos por el cielo con esas otras personas y animales que están aquí conmigo. ¿Sabéis a quien me he encontrado? A tu abuelo, y a tu abuela, y a tu tío, y a todas esas personas tan especiales que desde arriba os apoyan con todas sus fuerzas y que, como yo, han ido pasando por vuestras vidas. Como veis, siempre voy a tener buena compañía, de la mejor. Por eso tenéis que sonreír, porque si tú sonríes, los corazones que te quieren también sonríen, y si tú lloras, los corazones que te quieren también lloran. Agradezco todo este tiempo juntos, y lo seguiré agradeciendo para que sepáis ser fuertes y me demostréis que seguís siendo los mejores cuidadores que he podido tener.
Me gusta que soñéis conmigo, eso jamás os lo pueden quitar, y son momentos que seguiremos estando juntos. Lo pasado, pasado está, y no se puede cambiar. Sé que cambiaríais todo por mi, pero debéis seguir adelante. Sed felices, y hacedlo por mi y por los demás, quizá sin dejar de llorar pero luchando por superar esto día tras día. En vuestra mano está seguir ayudando a los demás. Me parece que por allí hay alguien con una pelota de tenis... ¡a por ella! Grrr...
¡Guau! Ya sabes, cuando pasa alguien, tengo que ladrar... Nos vemos en los cielos de tus sueños. ¡Un lametazo!
Palabra de Luna.
Que bonitas palabras Manu, se lo que se siente, nadie puede entenderlo... y, siempre serán como uno más de la familia.
ResponderEliminarUn besazo.