Nos
referimos a algo así cuando no está definido, algo que no sabemos muy
bien cómo explicar, o algo difícil de ubicar, como nuestro propio límite
sobre cualquier adjetivo en el cual queramos pensar. Me cuesta, a pesar
de que lo intento con bastante interés, el mostrarme indiferente sobre
aquellas cuestiones que realmente deberían pasar inadvertidas ante mi
ser. Pero, a veces, el deseo supera las
fuerzas; ya sé que no está bien, pero no lo puedo evitar... seguro que
está relacionado con la posición de nuestros límites.
Mi decepción parte de mí mismo; un ser conformista tiene todo aquello con lo que se conforma... y reconozco que soy el primero en negar el hecho de ser conformista, pero es más difícil luchar por algo mejor cuando sabes que no lo vas a conseguir; o quizá sí lo consiga, pero no merecerá la pena tanto esfuerzo para mejorar algo que sabemos que carece de umbral.
Con el paso del tiempo, voy aprendiendo a diferenciar los estereotipos de esta vida tan singular. Con los ojos bien abiertos, siempre atento a nuestro alrededor, hace ya un tiempo que distingo entre los que viven para ellos, sin pensar en los demás, de aquellos que, sin dejar de tener sus preferencias, se molestan, al menos, en ser respetuosos con la vida que no les corresponde.
Hay sitios donde no quiero estar, y siempre que lo pueda evitar, evitaré estar. Porque aunque sólo sea una sospecha... me da por intuir, y no es casualidad, que tampoco se interesan mucho de que yo esté en dichos lugares. No me gustan los circos, ni los espectáculos melodramáticos que esconden sonrisas tras la puerta entornada y las miradas perdidas... puede que a algunos les fastidie lo poco partícipe que me pueda mostrar, pero no tengo ya edad para lamer culos...
El sentimiento es mutuo, y si me das a elegir... lo tengo claro.
Mi decepción parte de mí mismo; un ser conformista tiene todo aquello con lo que se conforma... y reconozco que soy el primero en negar el hecho de ser conformista, pero es más difícil luchar por algo mejor cuando sabes que no lo vas a conseguir; o quizá sí lo consiga, pero no merecerá la pena tanto esfuerzo para mejorar algo que sabemos que carece de umbral.
Con el paso del tiempo, voy aprendiendo a diferenciar los estereotipos de esta vida tan singular. Con los ojos bien abiertos, siempre atento a nuestro alrededor, hace ya un tiempo que distingo entre los que viven para ellos, sin pensar en los demás, de aquellos que, sin dejar de tener sus preferencias, se molestan, al menos, en ser respetuosos con la vida que no les corresponde.
Hay sitios donde no quiero estar, y siempre que lo pueda evitar, evitaré estar. Porque aunque sólo sea una sospecha... me da por intuir, y no es casualidad, que tampoco se interesan mucho de que yo esté en dichos lugares. No me gustan los circos, ni los espectáculos melodramáticos que esconden sonrisas tras la puerta entornada y las miradas perdidas... puede que a algunos les fastidie lo poco partícipe que me pueda mostrar, pero no tengo ya edad para lamer culos...
El sentimiento es mutuo, y si me das a elegir... lo tengo claro.
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