Sublime.
Como quien busca la perfección en la soledad. Como quien compensa su
ignorancia con la falta de felicidad. Mala forma de disimular; no sufre
la lejanía si usamos la distancia como la excusa perfecta para no
llegar. Para no intentar llegar... destinos carentes de deseos, faltos
de caminos que unen simples maneras de medir la utopía, muy cerca del
mar.
Y en tu distancia, yo sufro más. Más que la propia distancia, que no posee los mitos, que todo puede alcanzar, caprichos, silbidos, pasos en mi caminar. Zapatos color carne, negros como la eternidad. Inexistentes, sin importancia... cuando lo que importa es el caminar, el llegar, el hecho de estar presente, aunque la lejanía no se quiera parecer a la distancia de mi realidad.
Porque a veces no entiendo por qué debo esperar, sacrificar, entender, apostar, vivir, apoyar... sin comprender, ni disfrutar sin vivir, ni vivir sin disfrutar. Caminos que se cruzan en un espacio atemporal; inexistentes, casi inertes, con la corta vida que mis pasos puedan dar.
Y en tu distancia, yo sufro más. Más que la propia distancia, que no posee los mitos, que todo puede alcanzar, caprichos, silbidos, pasos en mi caminar. Zapatos color carne, negros como la eternidad. Inexistentes, sin importancia... cuando lo que importa es el caminar, el llegar, el hecho de estar presente, aunque la lejanía no se quiera parecer a la distancia de mi realidad.
Porque a veces no entiendo por qué debo esperar, sacrificar, entender, apostar, vivir, apoyar... sin comprender, ni disfrutar sin vivir, ni vivir sin disfrutar. Caminos que se cruzan en un espacio atemporal; inexistentes, casi inertes, con la corta vida que mis pasos puedan dar.
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