Golpes
en el pecho y pelillos a la mar, que todos tenemos derecho a disfrutar.
Resulta que la vida tanto viene como va, y por el camino nos
encontramos con los demás, a quienes queremos más o menos según nos da.
Pero no nos olvidemos del Yo, porque no hay quien nos importe más. Todo
lo demás es secundario, siendo expertos, en primer lugar, en ignorar las
necesidades de los demás; y en segundo
lugar, en colgarnos las medallas en el pecho a distancia y usando el
término "de reojo" porque no estamos dispuestos a sacrificar.
Sacrificar tiempo, espacio, aire, sentimientos... sacrificar momentos, sacrificar nuestro Yo por lo que decimos que queremos; porque hablar de boquilla es fácil, pero actuar de cariño cuesta cada vez más... o al menos, a mi me lo parece...
Sacrificar tiempo, espacio, aire, sentimientos... sacrificar momentos, sacrificar nuestro Yo por lo que decimos que queremos; porque hablar de boquilla es fácil, pero actuar de cariño cuesta cada vez más... o al menos, a mi me lo parece...
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