Este libro es una novela preciosa la cual está narrada en una forma muy original. La narradora es la propia muerte, que está presente en todas y cada una de las secuencias del libro. También llama la atención, la forma en que está escrita, con títulos y subtítulos, como si fuera un cuento para niños. Pero nada más lejos de la realidad. El libro es mucho más que eso. El autor nos sumerge en un mundo abstracto, a la vez que real, con su forma de escribir maravillosa, haciendo que el lector viva la historia de una forma muy especial. La protagonista del libro, Liesel Meminger, una niña de nueve años, es dada en adopción por su madre, a una familia alemana, después de dar sepultura a su propio hermano de seis años muerto durante el viaje. En esta casa Liesel, encuentra cariño y comprensión, sobre todo del padre adoptivo, Hans Huberman, en el cual encontró el consuelo que necesitaba y la ayuda para aprender a leer, cosa que hizo con el primer libro que robó en el cementerio, donde fue enterrado su hermano. Aunque la familia es alemana, también es antinazi y eso hace que llame la atención, ya que se supone que todos los alemanes tenían que ser patriotas. La vida de Liesel transcurre entre, la pobreza, y la escasez reinantes en la casa, y el acordeón que tocaba Hans, la ropa que Rosa, su madre, lavaba, la sopa de guisantes, y su amigo Rudy.
Liesel, cada vez que tenía una oportunidad robaba un libro, ya fuera de una hoguera, o de la casa del Alcalde, la cual conocía por ir a ella con su madre. El día que conoció a Max, el “judío” fue muy importante para Liesel. Comprendió más la bondad de sus padres, al comprobar que ocultaban en su casa a un judío, con el riesgo que eso suponía para ellos, y también al ver de cerca, la tristeza, el dolor, la aflicción y la soledad a través de los ojos de Max. Este libro es una pequeña joya, ya que tiene un vocabulario perfecto y lleno de metáforas, las cuales te hace pensar y visualizar las palabras, como por ejemplo, comparar el cabello de Max, con plumas muy suaves, o el de Rudy, con el color del limón. Tiene un sentido lírico en la narración, y un gran mensaje de amor hacia los libros, y cuenta una historia donde los libros se convierten en tesoros. Los primeros años de la guerra van pasando y la muerte va haciendo su trabajo, que como ella misma describe, es recoger todas las almas, cosa que en esos años se le acumulaban. Liesel sigue robando libros, para leerlos ella, y también, a todos los refugiados en el sótano, mientras caían las bombas. El autor nos da a entender en este libro la importancia que tienen las palabras en la vida de las personas, ya que algunas veces alimentan el espíritu, y no hace falta nada más. Es un libro, lleno de sentimientos. En él, alude a la soledad, a la pobreza, al terror, a la tristeza, pero también está presente, la ternura y la inocencia de una niña, que vive los horrores de una guerra, y logra sobrevivir gracias a las palabras y a unos libros robados. El libro que estaba escribiendo le salvó la vida.
En el taller ha gustado bastante. Casi todas coincidimos en que a pesar de lo duro de la historia, el libro se hace más suave por la forma en que el autor lo presenta. Lo hace ameno, tanto por la forma en que está escrito como por los dibujos que hace y las explicaciones que da, antes de cada capitulo. Pensamos que es un libro muy bueno.
Y la muerte continúa haciendo su trabajo.
Mientras en el Mundo existan, guerras, violencia, terremotos, devastación…
Ella estará ahí, recogiendo las almas en sus brazos y bolsillos, hacia la eternidad.
Como bien dice ella misma. Los humanos me acechan.
By María.
Liesel, cada vez que tenía una oportunidad robaba un libro, ya fuera de una hoguera, o de la casa del Alcalde, la cual conocía por ir a ella con su madre. El día que conoció a Max, el “judío” fue muy importante para Liesel. Comprendió más la bondad de sus padres, al comprobar que ocultaban en su casa a un judío, con el riesgo que eso suponía para ellos, y también al ver de cerca, la tristeza, el dolor, la aflicción y la soledad a través de los ojos de Max. Este libro es una pequeña joya, ya que tiene un vocabulario perfecto y lleno de metáforas, las cuales te hace pensar y visualizar las palabras, como por ejemplo, comparar el cabello de Max, con plumas muy suaves, o el de Rudy, con el color del limón. Tiene un sentido lírico en la narración, y un gran mensaje de amor hacia los libros, y cuenta una historia donde los libros se convierten en tesoros. Los primeros años de la guerra van pasando y la muerte va haciendo su trabajo, que como ella misma describe, es recoger todas las almas, cosa que en esos años se le acumulaban. Liesel sigue robando libros, para leerlos ella, y también, a todos los refugiados en el sótano, mientras caían las bombas. El autor nos da a entender en este libro la importancia que tienen las palabras en la vida de las personas, ya que algunas veces alimentan el espíritu, y no hace falta nada más. Es un libro, lleno de sentimientos. En él, alude a la soledad, a la pobreza, al terror, a la tristeza, pero también está presente, la ternura y la inocencia de una niña, que vive los horrores de una guerra, y logra sobrevivir gracias a las palabras y a unos libros robados. El libro que estaba escribiendo le salvó la vida.
En el taller ha gustado bastante. Casi todas coincidimos en que a pesar de lo duro de la historia, el libro se hace más suave por la forma en que el autor lo presenta. Lo hace ameno, tanto por la forma en que está escrito como por los dibujos que hace y las explicaciones que da, antes de cada capitulo. Pensamos que es un libro muy bueno.
Y la muerte continúa haciendo su trabajo.
Mientras en el Mundo existan, guerras, violencia, terremotos, devastación…
Ella estará ahí, recogiendo las almas en sus brazos y bolsillos, hacia la eternidad.
Como bien dice ella misma. Los humanos me acechan.
By María.
No hay comentarios:
Publicar un comentario