...en menos tiempo de lo que se tarda en pronunciar una frase de cinco palabras. De la ilusión al desencanto. De la Esperanza a la desesperanza. Del blanco al negro. Así son las cosas, como en la mayoría de los juegos. Pero esto no era un juego. Y la derrota duele como una aguja traspasar mi corazón, como el viento helado traspasar las fronteras de mi alma. Por hoy, lo dejo aquí. Se comprueban dos de las premisas que siempre he defendido: que rezar no sirve de nada y que el dinero lo puede casi todo. Hay que tener fe, pero no hay que creer en la fe, sino en nosotros mismos. De otra forma, únicamente demostramos nuestra gran ignorancia en el infinito universo.
Querido amigo, cada persona entiende la fe de forma distinta como creo que nos ocurre a tí ya mí, pero disiento de tí en que rezar que para mí sí sirve aunque no siempre la respuesta sea inmediata y los milagros también existen solo hay que ser paciente. El dinero tampoco lo puede todo, aunque sí ayuda.
ResponderEliminarGracias. Un saludo.
Querido amigo, he encontrado grandes visos de razón entre tus letras de hoy las que, por cierto y como es costumbre ya a estas alturas, consiguen siempre hacerme meditar y reflexionar sobre diferentes matices de la vida.
ResponderEliminarDel amor al odio hay un paso -muy breve, cierto es- y es que los seres humanos somos seres cambiantes, seres que con el paso del tiempo vamos creciendo interiormente -no todos tampoco y en la misma proporción- y con el correr de los años buscamos y deseamos en nuestra vida otras prioridades diferentes a las que teníamos hasta el momento. De ahí a que surjan con suma facilidad sentimientos tan opuestos y contradictorios.
Ahora eso sí, el dinero por desgracia sigue moviendo demasiados corazones y condenando infinidad de almas, y más en esta sociedad gris y superficial en que estamos condenados a vivir.
Con respecto a la fe... sabes que soy muy creyente (aunque no sea católica jeje) y por lo tanto mi fe resulta incuestionable, pero también opino como tú con respecto a que es necesario creer en nosotros mismos, en nuestra capacidad, en nuestra valía... y no sentarse a esperar a que alguien allá arriba nos dé todo hecho. No lo hará, tengas fe o no.
Un saludo querido amigo, y gracias nuevamente por compartir tus reflexiones.
De una cosa estoy segura para que se pueda pasar del amor al odio y de la ilusión al desencato con tan solo unas palabras es que hay por medio mucha pasión, de lo contrario esos extremos no son posibles.
ResponderEliminarTe doy la razón hay que tener fe que para mi viene a ser que hay que creer en uno mismo, si lo hacemos podemos ser coherentes, eso no quiere decir que vayamos por el camino correcto pero si actuamos sin fe..no lo veo posible.
Seguiré tu reflexión.
Un beso.
Estimado manolo. El desanimo siempre está al acecho para ganar su particular batalla. Veo bien que pudieras montar en colera para el desahogo. Es normal, es humano pero por tus escritos puedo aventurarme a asegurar que eres una persona bastante equilibrada y aunque desconozco lo que te haya podido pasar, si se que han de esgrimir mejores armas para derrotarte. Aun así si necesitas algo que esté en mis manos ya sabes como encontrarme. Un abrazo.
ResponderEliminarHola a todos.
ResponderEliminarNo sigo demasiado bien, pero procuraré contestaros en este comentario lo mejor que pueda.
Querido anónimo, respeto tu opinión y te agradezco que intervengas. La fe es simplemente eso, fe. Cuando nos pasa algo bueno es por haber tenido fe, cuando nos pasa algo malo es por otra cosa distinta, y hay que seguir teniendo fe... Creo que Wendy lo explica muy bien, la fe es creer en uno mismo. Son formas de creer, nada más. Puedes recurir a la fe para que se cumple lo que deseas, pero al final será lo que tenga que ser, y cada vez que vuelves a desear algo, habrá exactamente las mismas posibilidades de que ocurra precisamente aquello que que deseas.
Akasha, es que últimamente estoy muy reflexivo, pero al final las cosas pasan porque pasan y ya está. Nos empeñamos en buscar demasiadas explicaciones. Estaré unos días reflexivo, hasta que vuelva a parecerme un poquito a mi y coja de nueva la rutina habitual (y eso que odio las rutinas...). El dinero siempre será poderoso, me temo...
Wendy, ya sabes que estoy de acuerdo contigo. No tengo más que decir.
Y agradezco el apoyo de sabores compartidos, pues está claro que todos perdemos alguna vez en la vida, unos más que otros, y nadie es invencible. Hay cosas contra las que no se puede luchar.
Besos y abrazos.