Hacía tiempo que no incluía un video en el blog, y este me ha puesto los pelos de punta. Sé que ciertas cosas hay que sentirlas y vivirlas para comprenderlas y que, a mucha gente, no le pasará como a mi. Pero no sólo hablo del sonido. Hablo de la calidad humana, del grupo, del sentiemiento, de la humildad, del compañerismo. No hace muchos años yo era uno de esos penitentes anónimos que se daban cita a la 1 de la tarde del Viernes Sanyo en el callejón de los juzgados de Linares. Yo era uno de esos que se vestía de ilusión, tras la pasión y el cansancio del Jueves Santo, tras la salida y la madrugada del Viernes Santo, sin apenas dormir, y sabiendo que los nervios podían traicionar... pero ahí estaba, y así fue durante 10 años. 10 fantásticos años en la banda, junto a mi hermano y a muchos amigos más.
Cuando dejé la banda, por culpa del trabajo, primero en la tele y a partir de ahí por que me vine a Granada, la evolución artística ya empezaba a notarse. Y hoy día, marchas como esta, "Padre Nuestro", y muchas otras que compone el director de la banda, son, sin duda, signo de indudable calidad y prestigio que tras 41 años de existencia, mi banda, la del Santísimo Cristo de la Expiración, ha llegado a alcanzar. Y es que aún anhelo volver a ser una de esas 100 almas que tocan sus instrumentos al viento del Viernes Santo...
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