Anuncios Google

sábado, 5 de mayo de 2018

EL BESO

Había luces en el suelo y hojas en la pared. Retumbaban los oídos ciegos en el rostro apagado, sin piel, de una niña castigada, abrigada, azotada sin querer, sin culpa alguna... salvo la de nacer. A veces me canso de gente cansada, y otras me basta con desviar la mirada. Todo tiene la culpa, aunque no nos pase nada. El sol brillaba en el cielo mientras jugaba con alguna que otra nube que llamaba su atención. Entré sin avisar; tampoco tuve que anunciarme. Ya se sabía que no había solución. Tampoco me demostraron lo contrario. Sin dejar de estar acompañado, actué, y me fui. Ya no volvería a ver un amanecer más. La memoria se me borró y las pausas se me hicieron eternas. Apenas recuerdo más. Una ventana roja al fondo, una silueta, un abrazo roto... unos gestos desapercibidos, unas palabras sordas, un vacío sonoro, un adiós con trampa, una esperada salvación.

Un beso en la mejilla y siete pasos lentos, cansados, mojados de lágrima viva y ausentes de tu sol. Y una maleta desordenada. Y un ordenador.

Hay cosas que se olvidan aunque no quieras, y otras no se olvidan aunque lo prefieras. La ausencia de queja no confirma la presencia de mi dolor, aunque algunas cosas se intuyen...

...y otras sólo cambian de color.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Anuncio