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sábado, 26 de diciembre de 2015

FELIZ NAVIDAD, NOA

Allá donde quiera que estés, o donde te lleven. Allá donde los sueños sólo son sueños y las estancias infinitas formas de mirar. Porque, de momento, hay cosas equitativas y cosas que no lo son. Aún pensando en el mejor de los momentos, ni siquiera el peor de los suplicios llora por mi.

Nadie elige lo que va a ocurrir, ni nadie lamenta lo que quiero decir. Brindé por ti en el silencio de la noche, rompiendo mi voz con el sonido inequívoco de el descorchar de una botella. Sigues creciendo mientras disfrutas a tu manera. Miré el cielo de luna llena y también brindé por él. Seguro que él brindaba por mi, tras tantos años gritando a la ventana de mis susurros. Pensé en mi familia, en ese tres mas dos, binomio irregular de adultos separados por trienios. No es mayor la lejanía de esos tres que la soledad de esos dos. Y eso me produce tristeza. Pero todos tenemos derecho a estar tristes.

Recuerdo el año en que me levanté el día de Navidad antes de que amaneciera, cuando era tan pequeño que no podía creer que la noche precediera al día. Mi madre cocinaba y, a través de la puerta que daba al patio, se respiraba el gélido viento. No recuerdo más recuerdos de aquel momento, pero sé que no lo soñé. Fueron momentos de intentar no dejar pasar el tiempo y, con el tiempo, valga la redundancia, te das cuenta de que todos los momentos vuelan entre los dedos de mis manos.

En fin. Que la Nochebuena existe, y se vive despierto, y se piensa. Entonces pasa, como un mal sueño, justo en el momento en que el sol te recuerda que debes seguir pensando en vivir por un lado y sobrevivir por otro lado, mientras siempre piensas que la próxima Navidad será mejor. Siempre la próxima será mejor.

Nunca aprenderemos.


sábado, 19 de diciembre de 2015

MUJERES DE DOBLE CARA

Hace un año, dijeron esto de mí:

"Pena y lástima es lo que siento por ese hombre que hace años creció, siendo tan sólo un niño inocente, en el seno de una familia, si puede llamarse así, que jamás ha conocido el Amor, la Ternura, el Cariño, los Besos, la Ilusión, los Sueños...

Por ello, desde su infancia hasta su avanzada madurez, tan sólo pudo conseguir dibujar en su rostro una disfrazada sonrisa a base de constantes ANTIDEPRESIVOS.

PENA siento por aquel niño, que fue víctima inocente de mamar tristeza desde que nació..."

A ver. Reflexionemos:

Todo tiene su primer año, y hay cosas que no se olvidan por muchos más que pasen. Ni esas dos personas que lo dijeron, ni nadie, sabían de una situación ni tienen derecho a juzgar por el simple hecho de juzgar, y más aún creyendo lo que ven (o quieren ver) e ignorando todas las llamadas de ayuda que habían podido escuchar.

Cuando alguien no tiene argumentos para defender algo que no se puede defender, lo más fácil es acudir a la demagogia, la descalificación o el insulto barato. Lo importante es no dejar pasar por alto la oportunidad para arremeter contra lo que ellas mismas fueron incapaces de entender. No siento odio, ni venganza, ni rencor. Ni miedo tampoco. Así que no temo dar nombres porque ni miento ni oculto la verdad. Y ellas sí mienten, y, sobre todo, ocultan, ocultan mucha verdad y engañan callando. Olga quizá no sabía que su hermana (mi ex-mujer) me había amenazado con una falsa denuncia por maltrato. Marga seguramente no sabe que se querida mujer Olga dijo que su hermana merecía a alguien mejor que yo y que yo era un hijo de puta. Y si lo saben, con más motivo demuestran su maestría en el arte de la falsedad.

Pensaban que me iban a quitar a mi hija y que me iban a desplumar, típico pensamiento feminazi de quien no valora al hombre y se cree, por el simple hecho de ser mujer, un ser superior y con más derechos. Yo sí que siento pena y lástima por ellas y por su familia, porque ellas no saben lo que es la pena y la lástima. 

Sí, sí sé lo que es una familia, una familia que no me ha abandonado nunca y que me ha ayudado a llegar donde estoy. Porque no estoy hundido en la mierda, como ellas piensan. Porque según ellas, el cariño y la ternura es decir palabras bonitas y dos minutos después gritar a tus padres porque algo no es como uno quiere. Los besos son los sustitutos del falso amor, y la ilusión es regalar un tupper del todo a cien mientras te hacen una foto (hay que aparentar siempre) en el momento de quitar el papel de regalo el día de Reyes. Un sueño es abandonar a una hermana en estado avanzado de embarazo de alto riesgo y luego presumir de sobrina como si fuera un muñeco de trapo o un objeto de usar y tirar. Por tanto, el amor son todos esos sentimientos juntos que hacen de la mentira la gran falsedad. Así que antes de juzgar una familia que no conocen, una FAMILIA con mayúsculas como la mía, que se miren el ombligo y arreglen los problemas de la suya, una familia llena de complejos, malos modos e incomodidad absoluta. Porque yo si he estado en su casa, pero ellos no han estado en la mía.

Incultos son también los que confunden los antidepresivos con los ansiolíticos. Porque jamás he tomado un antidepresivo. Quizá ellas no puedan decir lo mismo. Y los ansiolíticos no son malos. Los toman el 60% de la población y la ansiedad es una enfermedad más hoy en día. Yo al menos no oculto lo que soy. A mi sí me ocultaron una enfermedad. El complejo de inferioridad por una condición sexual, mujer que ama a mujer, es más grave que cualquier enfermedad. Mi enfermedad, según ellas, es mala... pero no me va a impedir cuidar a mi hija. Otras enfermedades sí que lo pueden impedir.

Así que, queridas mías, antes de juzgar, hay que aprender a quererse. No sabéis lo que mamé pues no estuvisteis ahí. No me hace falta dibujar sonrisas, porque nunca usé la falsedad como arma; algo que manejáis muy bien. Sonreí mucho mejor cuando desaparecisteis de mi vida, estoy feliz, tengo lo que quiero y lucharé por mi hija SIEMPRE mientras me quede un aliento de vida. No os deseo ningún mal, pero el tiempo pone siempre las cosas en su sitio...

Debe ser vuestra condición humana... que sentís pena por los demás sin motivo, y no veis quién da pena realmente. Eso sí que es tristeza, y no lo que vosotras os pensáis. El arrepentimiento que veo me lo demuestra día a día...

Qué pena...

PD: Primos y tías que sólo saben una parte de la historia, que se abstengan de opinar y se preocupen de otras cosas más importantes de sus vidas, que seguro que las hay, como aprender a escribir bien o buscarse otro país, si fuera necesario. Yo me entiendo.

sábado, 12 de diciembre de 2015

IMPERSONAL

Busqué en la conciencia de lo impersonal y no hallé quien me explicara la verdad. Son ciegos los secretos de quien espía sin confiar en la tenacidad de tus oídos; que no escuchan. Sólo se creen lo que no deben confiar a nadie. Orden y desorden conviven sin prudencia, mientras que los niños duermen soñando sus mejores pesadillas. Lo abstracto no desea lo que no quiere lo real, y lo real se vuelve a enrollar con lo impersonal, inverosímil realidad.

Aquello que nos envuelve, en cierto modo, nos rodea. Pagamos con creces todo lo que tardamos en arrepentirnos de ciertos momentos vividos y pasados. Ambas cosas se asemejan.

Por eso, no quiero dar a conocer nada nuevo. Simplemente pretendo hacer ver que tan complejo es lo malo como lo bueno, lo fácil como lo difícil, la capacidad de decisión como la pasividad de la no actuación ante hechos que se antojaban bastante previsibles. Son fechas difíciles para mi, pero infinitamente muy satisfactorias si las comparamos un año atrás. Me contendré algo más... pero puede que el próximo capítulo libere algo de rabia presa en mi corazón.

Y en la mente de todos, y en la mentira de algunas. No sólo de aniversarios buenos vive la humanidad; menos aún las arpías... 

No iban a ser menos, ¿cierto?

sábado, 5 de diciembre de 2015

SIN CLASE O CON ESTILO

Tener 50 años no es mejor que tener 40, ni entrar en la cuarentena es mejor que vivir la treintena, ni por supuesto, esto es mejor que vivir la juventud de los 20. Y el que diga lo contrario, miente; o se engaña a sí mismo. Lo que los años nos dan, el tiempo nos lo quita. Y tener más años sólo sirve para tener más experiencia. Pero es normal; hasta mi hija, con menos de dos años, va adquiriendo experiencia cada día que pasa.

Querer mostrar la felicidad aparente disimulando la realidad de la percepción se me antoja, cuando menos, desilusionante. Seguro que, si pudiéramos elegir, no escogeríamos muchas de las cosas de las que hacemos. Sin embargo, regalar sonrisas es tan fácil que además sirve para robar penas. Nos quieren engañar intentando que veamos que las penas son las de los demás, pero alguien medianamente inteligente se daría cuenta de que, en el fondo, la pena personal es la que no se puede esconder. Se asoma tras la sonrisa.

Lo que realmente regalan es la ironía personificada en una clase que no tienen con un estilo personal, pero inapropiado. Porque tener estilo no es lo mismo que tener clase, aunque haya gente que entienda que sí. Por ello se muestran como fantoches mostrando un estilo de forma ridícula, en el amplio sentido de la palabra. Es como el ególatra que no sólo siente veneración por sí mismo, sino que necesita que los demás lo veneren tanto o más como ellos mismos nunca lo harían.

Qué equivocado está el mundo, en todos los aspectos.

sábado, 28 de noviembre de 2015

FALSA AMISTAD

Lo falso es aquello que no se percibe desde la distancia. Sin embargo, montamos en cólera cuando lo detectamos, más aún, si nos afecta en primera persona. A veces hay que saber ceder, mientras que otras veces hay que saber rectificar. De hecho, lo falso y lo verdadero tienen el mismo valor mientras no se desvelan los secretos de las palabras que los mantienen en el aire.

Me pregunto ahora por el interés de mantener algo... o incluso a alguien. El interés no deja, en cierto modo, de estar ligado a la falsedad, aunque sea por un pequeño hilo. Reprochan y reprochan, y no se cansan de reprochar lo que interesa según en qué momentos, y, después, falsean los reproches y los vuelven del revés.

Sólo pretendo reflexionar, una vez más. Llegó un momento en que llegué a cansar; es cierto que soy el primero en no querer mantener falsas amistades, pero aún sin pretenderlo me acusaron de ello para, una vez más, mirar boca abajo y mentir sobre lo que dicen que hago y no se dan cuenta de que no saben mirarse en un espejo. Partiendo de este punto, me pregunto el interés de una falsa amistad imposible negada por todas las partes, no solo por mí, pero ansiada por motivos que desconozco.

Pero no importa. No conseguirán nada.

De todas formas, hay quien ve los motivos a leguas de distancia. A veces pienso que simplemente se aprovechan de mi inocencia.

sábado, 21 de noviembre de 2015

FECHAS INADVERTIDAS

Quizá mis deseos van por ti. Entramos ahora en el dilema de la declaración. No valemos lo que somos, pero puede que tampoco seamos lo que valemos. ¿Cuántas veces se repite la historia? Soluciones demasiado drásticas pero, al mismo tiempo, contundentes. Mucha gente se pasa buscando excusas toda su vida.

Un año es la distancia mínima que nos marca el calendario para que todo vuelva a ser cíclico. Siempre hay un primer año para todo. Después de 365 días, las fechas me pasan inadvertidas, por lo que se vuelven rutinarias y sin deseos de ser vividas; más de lo mismo.

Entiendo a quien le gusta lo mismo una y otra vez. Yo mismo peco de mi propio pecado, valga la redundancia. Lo que no entiendo es la falta de empatía y, sobre todo, la escasez de respeto hacia lo que debería ser respetable, como mínimo. Y eso ocurre con las fechas. Pasan y no dejan de pasar, y cada año habrá un día exacto al anterior, que ocurra lo mismo, que cuente lo mismo, que nos haga olvidar o nos haga recordar lo mismo... o cosas diferentes, según el punto de vista del observador y del observado.

Sin importar el día del año, un día es un día, y si sabemos restar, es un día menos.

Y si sabemos sumar, es un día más... para decir que tenemos un día menos.

sábado, 14 de noviembre de 2015

ODIOSAS PALABRAS

Cuando mi ex pronunció las palabras de denuncia por maltrato, no me lo podía creer. Hoy se cumple un año del momento en que tuve que abandonar un hogar ya bastante resquebrajado a pesar de los intentos de mantener un pilar firme.

Y me busqué la vida. Secuestraron a mi hija el tiempo que supieron hacer que yo esperara una firma en un papel. Más de tres meses sin verla crecer. 

No a la violencia de género, soy el primero en decirlo.

Pero también digo NO a las falsas denuncias. 

Aunque es difícil. Interesa el voto fácil a los políticos corruptos que no hacen sino empeorar una situación que va a peor para ambos bandos: cada vez, más mujeres muertas y más hombres inocentes en la cárcel. Aquí sí interesa obviar la presunción de inocencia que nos venden en nuestra querida Constitución.

Guardo su confesión como oro en paño de que se inventó esas palabras para conseguir algo que ni ella misma sabe.

Un año después, he ganado mucho, muchísimo, en todos los sentidos. Y lo que pareciera que pudiera haber perdido, no está siendo así. He dejado hilos bien atados que pueden tomar impulso para ponerse a mi nivel en cualquier momento.

Todavía hay gente que no sabe qué es lo que les merece la pena... 

Lamentable.

sábado, 7 de noviembre de 2015

FLORES Y SOMBRAS

El arrepentimiento no produce sombra con la luz de la verdad. La vergüenza no nos da luz si la usamos como una forma barata de desprestigio. Flores y luces de neón comparten la misma sombra apagada que pelea con la mentira de tus besos.

Allí donde dijiste amor entendí miseria y desolación. Te miré a los ojos y descubrí color, calor y celos sin envolver en papel de regalo. Entonces hablaste, y pronunciabas palabras. Pocas, aunque a veces intensas; la mayoría innecesarias. Es el recuerdo de los años, en los cuales las arrugas se marcan menos que la vejez de nuestros rostros.

No puedo estar siempre regalando flores. Me dijiste amar, sentir, cuidar, tener, establecer o querer. Escuché el grito de la pasividad, aunque quise creer. Sin tacto, ciegos o sordos, nos cerramos puertas sin escuchar a la razón.

Lo siento. No he podido abrir ninguna puerta más desde entonces. La tuve que romper.

Porque aquél día, de todas maneras, te regalé flores desde la sombra de mi habitación...

sábado, 31 de octubre de 2015

UNA MIRADA AL EXTERIOR

El maltrato al hombre no se condena. No se menciona. No se discute, ni se menciona, ni se considera. Parece que no existe. Simplemente se abusa de él. El maltrato al hombre es invisible para los ojos de la verdad, si es que ésta pudiera compararse con la justicia. Prima hermana del cinismo.

Hay quien no tiene conciencia, hay quien no tiene dignidad, ni pundonor. Hay quien no tiene honor. Otros no tienen principios, ni vergüenza, ni siquiera un poquito de corazón. Para algunos o algunas hay que usar todo lo que tengas al alcance de la mano para conseguir cualquier propósito, aunque caigas en la miseria de pisar bajo, tan bajo que no puedas ver ni un ápice del exterior.

Una mirada al exterior. Eso es lo que deberían intentar ciertas personas cada vez que se miran el ombligo.

Allá ellas. La diferencia simplemente serán los años pasados. Las fechorías, después de todo, no tienen fecha de caducidad.

La lujuria sí la tiene.

sábado, 24 de octubre de 2015

LO QUE NADIE ME DIJO

Mientras mi hermano mayor escuchaba su música y hablaba de sus cosas con sus amigos, yo intentaba comprender y evolucionar con todo aquello que él iba descubriendo. Con doce, catorce y quince años se ve el presente muy lejano y el futuro inalcanzable. Sonaba “Taurus 3”, “Incantations” o “Island”. Entendía. Sabía lo que hacía. Apenas hablamos, a pesar de el tiempo que pasábamos juntos. El más alto de mis hermanos salía, se divertía, conocía la ciudad a su manera. Simulaba su mundo, sin pasar inadvertido. Compartíamos amigos y plato en la mesa. Compartíamos juegos infantiles, sueños e ilusiones. Y no tuvimos el “Privilegio” que queríamos en aquél momento.

Un día te das cuenta de que el presente no está tan lejano, de que el futuro está a tres pasos y de que los días pasan al ritmo que marca la juventud. Mi hermano mayor se gana un futuro en Madrid mientras que el pequeño consigue en Granada, paso a paso, todo lo que se propone. Y, a pesar de tener todo el tiempo del mundo para hablar con ellos, te das cuenta de que no lo has hecho. Al menos, de las cosas importantes. Y el más alto de mis hermanos me arranca las lágrimas del rostro cuando lo veo marcharse en un tren cuyo color no recuerdo a la conquista del mar.

Estiro la mano e intento alcanzar el tiempo que ha pasado de todo esto. Nadie me explicó que la gente se enamora y se desencanta para satisfacer su propio ego, que un ordenador no sólo sirve para jugar, que una separación sólo es fácil si hablamos de cromos, que una declaración de intenciones ajena no la podemos tomar como propia, y que, como un criminal cualquiera, estaría condenado a ver a mi hija dos días cada quincena, guardándome de no cumplir un estricto horario.

Pero no todo nos lo tienen que explicar. También es cierto que fui incapaz de verlo. Esperando a que lleguen las 7 de la mañana para poder llegar casa es difícil ver ciertas cosas. Porque, de pronto, te das cuenta de que no tienes vida cuando, de un día para otro, tienes que abandonar todo sueño y buscar un techo nuevo. Haciendo cuentas, he vivido en 10 casas diferentes contando, como mínimo, estancias iguales o mayores a 6 meses. Y no creo que eso sea bueno...

Es una pena, pero estamos expuestos a lo que nos obligan.

sábado, 17 de octubre de 2015

AL QUE LE TOCA, LE TOCA

No se trata de echar de menos a alguien, sino de ver el fracaso de algo que tuvo demasiados intentos para salir bien. Pedí ayuda y no me escucharon, mirando para otro lado y dando a entender que tenemos que aguantarnos con lo que nos toca.

Frase bonitas de amor cultivado día a día y detalles cursis y pestilentes que aplacan cualquier maldad. Perdón concebido y concedido por sí mismo por el simple hecho de respetar a alguien que no se respeta a sí mismo. Y ya ha pasado prácticamente un año.

Un año. Se dice pronto. Un año lleno de sensaciones y sentimientos que no se va a olvidar nunca. Un año en el que he tenido que sacrificar mucho para poder desatarme de las incomprensiones persistentes de quien no quiere cambiar por el simple hecho de no querer cambiar. Porque, según dicen, el que es como es se le tiene que aceptar como tal. Aunque te maltrate. Entonces sólo queda perder. Gano uno y pierdo dos. Siempre. Se mire como se mire. Siempre ganaré uno y perderé dos. Cada cual, que interprete a su manera.

Porque cuando no estoy con mi hija, siempre voy a perder el doble que cuando estoy con alguien o algo que me hace inmensamente feliz. El dolor siempre le gana al placer. Es como una enfermedad... al que le toca, le toca...

Y aquí ya no me entenderán tantos.

sábado, 10 de octubre de 2015

CUANDO LA VIDA OFENDE

Entramos entonces en el terreno de lo personal y lo impersonal, cuando, precisamente, todo se cuantifica si se puede cualificar. No aceptarse simplemente como se es. Ni más, ni menos. Mucha gente vive así, quiere eso como un estilo de vida, una forma de definir aquello que no se quiere contar. Si nos parece bien, no hay problema; si no, no pasa nada: cerramos los ojos, abrimos la boca y dejamos pasar el tiempo. Todo se olvida si tienes la moral apropiada.

La vida ofende y lo hace, además, de una forma cruel. Imaginamos lo que no tenemos, mientras que tenemos lo que no imaginamos. Muchos años pueden dar lugar a nada mientras que un sólo día puede ser más intenso que toda una vida; sí, esa misma que puede llegar a ofender, o a recompensar.

No todo es inspiración, ni primera impresión. Desgraciadamente, hay personas que no se quieren a sí mismas; difícil intentar entonces que quieran a los demás, cuando ni siquiera hablo de respeto

viernes, 2 de octubre de 2015

LO MÁS BONITO

Pues sí, un año plagado de tu ausencia, sin escuchar esta frase que le salía del corazón cada vez que veía a su nieta entrar en su casa. Y es duro, difícil e incomprensible. Uno no sabe qué responder cuando tu hija comenta con tanta ternura lo que le echa de menos, mientras dibuja en sus ojos de niña inocente que no miente, que realmente le echa de menos de una forma que asusta. Porque créame que será imposible que le olvide, porque aquello que merece la pena nunca se olvida. Una foto que nos regaló su nieta María está justo encima de ella cuando duerme y creo que, en cierto modo, eso le proporciona seguridad y tranquilidad; es muy raro que se despierte de noche. Estoy convencido que usted tiene algo que ver. Es algo especial, como si desde las estrellas velara por sus sueños, y no creo estar equivocado.

Le voy a contar un secreto: mi madre, justo al día siguiente de su muerte, le dijo a su nieta que cuando mirara al cielo, la estrella más brillante era su abuelo Herminio y eso lo tiene grabado a fuego y lo recuerda constantemente.

Deseo que su nieta se parezca mucho a usted, una persona justa, honesta y sincera que actuaba con el corazón e intentaba ser feliz con las personas que lo rodeaban, porque muchas veces las cosas más simples son las que más felices nos hacen.

Creaste una gran familia, fruto de tus esfuerzos en la vida y basándote en unos principios que les transmitiste uno a uno. Todos tus logros fueron conseguidos por el camino de la honestidad y del duro trabajo. 

Por último, quiero terminar esta reflexión gritando en voz baja que intento todos los días, a mi manera, imitarlo sobre todo en una cosa. El amor puro, incondicional y verdadero hacia mi esposa, como usted tan bien hizo durante 60 años. La nobleza de su alma así lo demuestra.

Hoy, 2 de octubre, es día de tener lágrimas en los ojos, acompañadas de una sonrisa en la cara. Siempre brillarás en el cielo, mi cielo, nuestro cielo, lleno de colores y pinceladas que dibujan tus hijos y nietos por un hombre que siempre será… inolvidable.

Gracias suegro.
D.E.P. 
by Miguel.

sábado, 26 de septiembre de 2015

RECONOCER LO EVIDENTE

Todo empezó cuando nació mi hija. O eso quieren creer algunos. Pero hay tantos puntos de vista diferentes que no puedo omitir aquello que parece real y no lo es, ni aquello que parece inmaterial y tampoco lo es. No importa dónde situemos el punto de inflexión. Lo que importa es que hubo dicho momento, y por aproximación no quiero andar tampoco en la miseria de la equivocación.

El problema existía desde los inicios, pero parecía invisible pues no se buscaba solución, y se transmitía la sensación de vivir en un mundo paralelo. Reconocer lo evidente ayuda a solucionar problemas, mas la ceguera del que tiene ojos sin un corazón que siente ganaba siempre la batalla. Así que remontémonos varios años más atrás, cuando uno empieza a perder vida a cambio de estabilidad. Compensaba, realmente. No lo voy a negar. Aunque desconocía tantas cosas que no podía siquiera saber si era yo quien decidía cada uno de mis actos.

Pero no, no puedo negar una extraña felicidad. Luchaba por lo que me había tocado y no siempre podemos elegir nuestro destino. Así que conseguí todo lo que pude y me resigné por todo aquello con lo que no pude guiar mi vida.

Continuará...

sábado, 19 de septiembre de 2015

UN EXTRAÑO SUEÑO

Al principio, fue el olfato. Había demasiada gente y alguien me lo advirtió. Olía a quemado. Como si tuviera alas en los pies, me aupé sujetándome con las manos a algún lado desconocido de la planta superior. Entonces, lo vi. Efectivamente, había fuego en la planta superior. Todos comenzaron a correr. Estábamos 10 o 12 personas, pero las caras se me difuminaban. Sólo alcancé a distinguir a mi hermano Alfonso y a mi hermano Miguel. El resto, parecían desconocidos.

Empezaron a agolparse en la puerta del patio y, poco a poco, la casa empezó a quedarse inhabitada. La planta inferior estaba intacta. Cuando miraba al techo sentía el calor, y el blanco se convertía en multicolor con el miedo al desprendimiento de cualquier cosa sobre mi cabeza. Pero me sentía seguro, sin miedo, convencido de que todos teníamos tiempo de sobra para salir. Y yo fui el último, tranquilizado al ver al policía acordonar la zona. Desde la puerta, hasta la esquina de la plazoleta.

Pasaron un par de coches de bomberos. Atravesé la plazoleta y miré al frente. Vi el fuego por el balcón, y después por la ventana... y allí estaba él. Pensaba que yo fui el último en salir, pero no era cierto. Mi padre estaba arriba, rodeado de calor rojo y negro humo.

Lloraba. Veía fotos y las besaba. Se despedía de ellas, de sus recuerdos, de sus vivencias. Desprendía nostalgia y serenidad al mismo tiempo. Me volví a acercar a la puerta y le grité. Con todas mis fuerzas. Tenía que salir de allí. Y no pude hacer más. Simplemente esperé...

Y al rato apareció. Me dijo que estuviera tranquilo, que estaba bien. Sólamente hacía lo que tenía que hacer. De pronto, miré a sus brazos. Tenía un bebé recién nacido. Un niño. Me lo entregó cuidadosamente y, simplemente me marché.

Se quedó esperando. El fuego había desaparecido en mi mente. Y allí se quedó, fumándose un cigarro. El que es como es, no cambia. 

sábado, 12 de septiembre de 2015

EL OTOÑO MÁS TRISTE DE TODOS LOS SEPTIEMBRES

Y pies descalzos. Problemas sin resolver tras el cristal de la consolación y la pena, o la desesperación y la condena. No importa el país, ni la deshonra; no importa decir con tal de decir cualquier cosa. 

Llega el otoño, cargado de nubes y vientos lentos, de mareas y olas tonos grisáceos, allí, en la lejanía de tu balcón que asoma buscando resquicios de mar. Ligeros atardeceres, y metros, muchos metros dejados atrás apuntados en la libreta de apenas un año. El otoño más triste de todos los septiembres.

La decadencia me entrega su mano, y no sé si alcanzo a cogerla por inercia, por error, por desamor o por deseo. Hay un poco de todo en cada una de las estaciones de nuestra vida, incluso aquél día de septiembre y otoño en el que pasó a ser invierno simplemente por falta de razón.

Y no sé si estoy en el otoño más triste de todos los septiembres... o en el septiembre más triste de todos los otoños.

sábado, 5 de septiembre de 2015

ALGO MÍO

Cabe pensar, si nos lo proponemos, o si se lo proponen, que debe de haber algo bueno en mi. Hay personas que luchan, en nombre de otras, por lo que no es suyo. Eso es muy fácil, porque si te he visto, no me acuerdo, ni me quiero acordar. Si pierden la batalla no pasa nada, porque luchaban por algo que no eran de ellas. Total, su vida no interesa y sólo juegan con la verdad de los demás.

Y si ganan, medallita al cuello. O al pescuezo, diría yo. Prueba evidente de que las mentiras, en los demás, no tienen la certeza de quien las hace ni la falsedad de quien las defiende.

En fin. Para bien o para mal, siempre hay algo mío en las vidas de quienes me quieren o dicen haberme querido. Que busquen en mis intereses, a ver qué encuentran, o en mis actos, a ver qué juzgan. Yo también dejo de querer, es cierto. Y tengo el valor de decirlo. Estará bien o estará mal, pero eso sólo lo dictamina mi conciencia, no las palabras necias y sin sentido de los demás.

Yo no le digo a alguien que le quiero y por detrás lo insulto. La cobardía se mira de frente, y la valentía sale corriendo por detrás de nuestros cogotes.

Sobre todo si resulta ser cínica.

sábado, 29 de agosto de 2015

ENVOLVENTE

No necesito pensar, ni tampoco imaginar; los momentos vienen y van y no soy tan importante como para que realicen esfuerzos por mi o en mi nombre. La amabilidad está pasada de tuerca, e incluso pasada de moda, según la sepamos enfocar.

Si bien es cierto que más vale prevenir que curar, a veces hay que saber bien que uno puede ir curado de antemano, aunque siempre exista el riesgo de enfermar. En esencia, todos somos volátiles y susceptibles de hacer cosas que esperan de nosotros y no sabemos muy bien el cómo realizarlas ni el cuándo es el momento.

Eso nos envuelve en el miedo y en el temor; en la duda de lo razonable. Hay que seguir dando pasos, pero hay que asumir desde un principio que no todos van a ser correctos.

Aproximémosnos a la verdad, aunque nos cueste. Es el único camino, al menos para hacer las cosas bien.

Si cogemos otros caminos nos traicionarán en el punto de llegada. Y eso ni envuelve ni favorece. Y ya estamos bastante perjudicados...

sábado, 22 de agosto de 2015

MIL ESENCIAS

Mientras el viento hace efecto, surge la necesidad de la no necesidad, el aguante del porque sí, así, sin más. Con o sin pruebas, con o sin desgaste, con o sin palabras, a veces, lo que se entiende, se entiende. Sea necesario o no.

Respiro mil esencias cuando regreso a un lugar en el cual ya he estado, cuando vivo algo nuevo sabiendo que es viejo, añejo, con el polvo desempolvado y las huellas marcadas como cicatrices en el corazón. Y, hablando de cicatrices, tengo la de mi perfume, que dejó de ser aquél que lloraba por los alminares de cualquier escalera; tengo la de mi sangre, que cada vez más evita ser roja intensa para vivir en un mundo cada vez más decolorido; tengo la de mi nueva soledad, enmascarada por la muerte de un pasado que nos engañamos al intentar ocultar. 

No seamos tontos. El pasado, pasado está, es cierto. Pero estamos condenados a vivirlo. En memorias, sueños, pensamientos, recuerdos, murmullos y silencios. 

Todos tenemos mil esencias. 

Todos tenemos mil pasados.

Sólo cada uno decide cómo quiere dejar de olvidarlo. Si es que se puede...

sábado, 15 de agosto de 2015

BAILANDO

Bailando al son de quienes se creen los reyes del mambo, con la razón cuestionada y la mente vacía, o llena de pájaros, que para el caso es lo mismo. Sólo me preocupa la razón del que razona, y todos llegamos a eso, aunque algunos lo olviden tan pronto como el piar de un pájaro.

Si mal no recuerdo, fueron tan malas las lenguas como los consejos, tan malas la prepotencia como la seguridad de ser el más fuerte. No, no lo recuerdo mal. Hasta lo tengo apuntado, casualmente. El que hace y deshace, no siempre hace bien lo primero ni mal lo segundo. Yo me entiendo. De todas formas, lo más importante es lo más pequeño, lo más débil, lo más frágil. Aquellos indefensos e inocentes son los primeros que necesitan protección.

Y desgraciadamente, eso también lo olvidan. Tan pronto como lo razonan.

sábado, 8 de agosto de 2015

LA ÚLTIMA VEZ

No sabemos cuándo va a ser la última vez de algo. La última vez que di un paseo, la última vez que bajé a la playa, o la última vez que compartí mi esencia sin saber si quería o no. No sabemos cuándo va a ser la última vez que hagamos un viaje, que vayamos a comprar, o la última vez que riámos, lloremos, compartamos tristezas o recordemos nostalgias. La última vez. Juntos.

O separados.

Porque el tiempo demuestra que ambas cosas a la vez es demasiado complicado. La última vez. Quizá sea la última vez que escriba, que sienta, o la última vez que recuerde.

O la última vez que intentaran reírse de mi. Y la última vez que muestro mi ingenuidad. O puede que no, pero no será la última vez que, al menos, lo intente.

Lo cierto es que el tiempo, para bien o para mal, para todo tipo de aniversario, sea blanco o gris, memorable o deplorable, triste o disfrazado de tristeza, termina pasando. Y pasa, y sigue pasando, no sin cierto escozor ni mal llamado remordimiento. Comenzaba a brotar la semilla que, nos guste o no, termina germinando cuando sabemos que la estamos plantando.

O quizá no lo sabíamos. O no lo sabían.

El caso es que ha pasado casi un año, y los motivos, míos son, y no de los demás. Aunque me debato en la moralidad de compartirlos o guardarlos un rato más, un rato de mil años, o apenas mil instantes. Aunque sea compartirlos a ciegas. Todo es posible, y todo depende de cómo vea el efecto de la aceleración de la cura de las heridas causadas.

Porque la injusticia sigue existiendo. Y no seré yo quien sea más justo que nadie, pero al menos escucho mi verdad.

sábado, 1 de agosto de 2015

LÁSTIMA COMPASIVA

La falsa compasión está siempre escasa de dignidad. Son objetivos complementarios. Ser víctima o hacerse sentir víctima. Lo primero no se elige; lo segundo se prepara a conciencia y si se es lo suficientemente inteligente se puede sacar ventaja, aunque no siempre de la forma más digna. Por eso no sé si deberían ser objetivos enfrentados.

El caso es que las cosas dueles, el tiempo va pasando y las efemérides se van cumpliendo, sean del tipo que sean. Y un año se convierte en día o viceversa, según pensemos que el tiempo va más lento de lo que debiera o demasiado rápido para lo que vivimos. No me inquieta el pasado, ni me preocupa el futuro. Sí que pienso, en cierto modo, de la versión de los hechos, tanto del que habla como del que escucha.

Así que habrá que seguir esperando. El tiempo lo pone todo en su sitio, y para algunos puede que corra más rápido que para otros.

sábado, 25 de julio de 2015

SELFIES

Odio los selfies. Primero, porque ya existían antes de llamarse selfies. ¿Qué es, si no, un autorretrato? Pero el narcisismo empieza por ahí, por cambiar el nombre de algo que ya existe para presumir de ello.

Segundo, porque denota falta de personalidad. Aunque esto es sólo una opinión. Necesitamos que nos digan algo de nosotros mismos que, implícitamente, ya nos lo estamos diciendo nosotros mismos en el mismo momento en que hacemos la fotos. Y gracias a esta gente culta de los selfies, la maquinaria económica de esta sociedad empieza a sacar provecho, como con todo lo que existe en esta vida, y te venden un palo para que te hagas mejores selfies. Como si el palo fuera a mejorar la belleza de las personas o a aumentar la calidad óptica de tu objetivo.

Yo también he hecho algún autorretrato, pero todos artísticos. Al menos es lo que pretendo. Otra cosa es que me salga bien, pero no creo que, en este caso, se culpa de la cámara.

sábado, 18 de julio de 2015

EL DOBLE DE CONTENTO

Está claro que es muy complicado contentar a varias personas a la vez. Incluso aunque sólo sean dos. Lo que para uno está bien, para el otro no está tan bien. Lo que a uno le viene mal al otro le puede venir mejor.

Es difícil acertar. No importa el amor o el cariño, no importa la buena predisposición ni las ganas de hacerlo bien. Sólo importan los hechos. Lo que está claro es que no nos podemos dividir. Si estoy haciendo algo debo terminar dicha acción para poder comenzar otra. Dos a la vez es muy complicado, máxime cuando se corre el riesgo de elegir mal cuál se debe comenzar primero.

La única solución es hacer un doble esfuerzo para que todas las partes queden contentas... y comprensión, mucha comprensión. Nadie, salvo uno mismo, puede quedar el doble de contento.

sábado, 11 de julio de 2015

OPINIONES DIVERGENTES

O lo que es lo mismo, intentar tener razón sin conocer realmente los hechos. Tristemente, existen demasiadas personas que se creen superiores simplemente por ser como son, mostrándose altivas y con mejor uso de la bondad. Juzgan sin miedo a ser juzgados, cuando deberían guardar silencio por el bien de la humanidad.

Puede parecer que las imito cuando escribo ciertas palabras. No deja de ser verdad, aunque no busco comparaciones. Lo gris es gris, por muy alto que tengamos el ombligo, y si es gris seguramente lo sea porque así debe de serlo, y no porque se busque mayor colorido.

Ahí reside la falsedad: en querer tener un color sin siquiera saber pintarlo.

Solía olvidar que luché por lo que quise, que ofrecí mi hombro y mis lágrimas, que agarré de las manos a quien pensaba que lo merecía para evitar que cayera al vacío, en esas luces oscuras de una claridad inexistente, y busqué tu felicidad, y no encontré la obviedad de quien dice amar, de quien tiene que sentir ser amado.

Así que quise olvidar que recordaba esos días en que mi hombro, mi cabeza y mi cuerpo pertenecían a otras personas. Te quise arrastrar, sacarte fuera del abismo, empujarte y caminar, coger tu mano y sentir tu piel, y evitar la desesperación explotar en llamas. No creíste en mi. La lluvia, la angustia, la memoria, la desilusión... son ya cosas que no quiero volver a ver.

Y sin embargo, seguiremos teniendo opiniones divergentes.

sábado, 4 de julio de 2015

INCOHERENCIAS

Vulgar cual pasillo sin adornos, nos acordamos de los números y obviamos, como si los echáramos de menos aunque fuese de refilón, los actos que provocaron las causas. Qué más da once o tres, si el tiempo, cuando pasa, se vuelve atemporal. Sí, claro que me acuerdo, como humano que soy consciente de que padezco, nos guste o no. Porque las efemérides son tan cíclicas que se repiten cada año, aunque no queramos.

Aunque también cansa que me recuerden siempre las que sólo interesan. Hay tantos intereses como personas, y todos difieren de todos, de forma que ninguno se parece al que nos quieren hacer creer.

Vivimos rodeados de incoherencias. Las que existen por sí solas o las que crean a nuestro alrededor, haciéndonos creer que nos interesan sí o sí, o de lo contrario, nos las venden por la fuerza. Ahora veo muchas incoherencias y no tengo un referente al cual seguir.

Si siempre me he dejado llevar por el destino... no tiene por qué ser diferente ahora. Pensemos en el mar y olvidemos, por un instante, que caminamos con los pies. No sé, por decir una incoherencia, más que nada...

sábado, 27 de junio de 2015

FELICIDAD O APARIENCIAS

Hay días buenos y días menos buenos. Todo depende a quien se lo preguntes. A pesar de todo, sigo sin creer en la maldad de las personas... aunque algunas hacen méritos más que de sobra. Y me consta que siguen agarrándose a cualquier cosa, por pequeña que sea, para intentar lograr un imposible.

Ustedes perdonen, que me voy por donde no debo. Intento buscar la diferencia entre aparentar ser felices y ser felices por aparentar. Técnicamente hablando no encuentro dichas diferencias, si es que las hubiera. Lo que sí detecto es que los primeros, aquellos que aparentan ser felices, terminan por no cumplir nunca sus deseos. Si los cumplieran, no tendrían que aparentar, deduzco. La base de estas personas es aparentar, siempre, sea lo que sea. La felicidad, sí, pero también la normalidad, la sinceridad, la verdad o la idoneidad. Mientras aparenten lo que sea... digamos que se denominan a sí mismos autofelices (valga el término pseudo inventado...).

Los segundos, los felices por aparentar, van un paso más allá. Al igual que los primeros, no consiguen cumplir sus deseos. Pero ellos mismos creen que sí lo consiguen. Por eso son felices. Y aunque los bajes de la nube, se creen tanto su engaño que no dejan de darse cuenta de que aparentan en límites insospechados y, por tanto, nunca entienden la infelicidad.

Es cómo preguntarse qué fue primero,si el huevo o la gallina. Seguramente, ni una cosa ni otra. La evolución debe venir por otros lares... y las apariencias también...

sábado, 20 de junio de 2015

EN LA CUERDA FLOJA

 Mis perdones van por ti. Y no tengo que dar más explicaciones. El tiempo, aunque termine por colocar todo en su sitio, sigue siendo tiempo, y eso no se puede evitar. Así que sólo queda esperar. Me cuesta hacer las cosas según se deben hacer. Así que espero no estar caminando en la cuerda floja...

Y es que me da por pensar que no hago las cosas bien cuando me dicen que en realidad no es así, y demasiado bien las intento hacer. Tanto, que me paso de rosca. Pero la personalidad no se puede cambiar. Lo he comprobado en mí mismo, y también en otras personas. Y no sé por qué a veces parece que me siento mal por pedir únicamente lo que es mío, lo que es justo, lo que se debe pedir.

No puedo sentirme culpable por pedir lo que es mío, por el intercambio de trabajo, de amor, de sinceridad. Ni por hacer de menos cuando realmente hago de más. No puedo sentirme culpable simplemente por vivir, por buscar estar feliz conmigo mismo y con la gente que me rodea. Dicen que el problema de los hombres es evadir toda culpabilidad... es una pena vivir en un mundo en el que siempre pagan justos por pecadores. Por eso siempre habrá gente que peque de más.

Ahora es cuando empiezo a creer que realmente han podido abusar de mi.

sábado, 13 de junio de 2015

INSUFICIENTE

 ...y entonces llega la calma, y veo mi vida deshecha, como ceniza cayendo pausada por una torre de control inexistente. No he tenido ni un segundo de descanso desde que noté las uñas de la mentira arañar mi espalda sin provocar sensaciones que alguna vez pude olvidar pero siempre tendré que recordar.

El nuevo control que ejerzo sobre mi vida es insuficiente... como también lo es el daño que quieren creer que sufro y nadie sabe quien merece. El sabor agridulce no pertenece ni a la derrota ni a la victoria.

Pueden pensar lo que quieran. Puedes pensar lo que quieras. Tengo mil formas de evadirme, pero sólo una de lamentar.

Vence la soledad.

Pierde la mentira.

Crece la tristeza, y con ella, la infancia de mi niña que me sonríe con la mirada cuando me asomo por las esquinas... espero que este descanso no me quite las ilusiones...

...aunque sean ficticias.

sábado, 6 de junio de 2015

EXCESO DE CONFIANZA

Desgraciadamente, nos confiamos.

Pensábamos que la única manera de romper vínculos era la infidelidad. Pero nos creímos nuestra propia mentira. Lo cruel es decubrir lo contrario. El exceso de confianza se aprovecho de la ingenuidad de unos y de la intolerancia de otros.

Ese es el problema. Dejar de ser tolerante para convertirse en lo que los demás quieran. Y nunca en lo que uno desea. Tener razón no implica acertar, pero equivocarse sí implica errar. Al menos, de la forma menos esperada.

sábado, 30 de mayo de 2015

NIÑA MIMADA

Chiquilla irracional y caprichosa, diosa de lo banal, justiciera, medio hermosa, insegura y superficial. Chiquilla sin riesgo, valiente por detrás, mentirosa, triste, vacía y escondiendo realidad. Porque la cobardía tiene muchos nombres y uno de ellos es la falsedad.

Hay quien actúa sin pensar, y quien piensa sin actuar. Ambas opciones son perjudiciales. Pero la primera no puede esconder la envidia de la chiquilla, la niña chica que busca golosinas al precio que sea. Hermana de la venganza, diosa de la ingenuidad.

Sigo siendo demasiado sutil en mis escritos. Trato de, sin faltar a la verdad, evitar herir ciertas susceptibilidades que sólo saben crear odios y enemigos. Sin embargo, demasiado se muerde uno la lengua, haciendo de tripas corazón y dirigiendo mis lágrimas por mi interior de la mejor forma que sé. Dirán que me tendría que envenenar con mi propia mordida de lengua. Ya me hago a la idea, así que lo que tengamos que asumir, cuanto antes mejor. El que no asume nada es el que más sufre. Por culpa de estos la vida no es un poquito mejor. Es una pena que no me haya dado cuenta antes, que por querer mostrar su bandera multicolor necesite la compasión de los que menos quisieron apoyar.

Y es que las chiquillas, cuando se creen adultas, no dejan de ser el doble de chiquillas: por su baja autoestima y por vivir en su mundo de Jauja y fantasía. Pero así son las niñas: sin uso de razón… ni razón de uso.

Niñas mimadas. Felices suplantando la carencia de pasado con la mentira del presente. Y así, esconden sus penas.

sábado, 23 de mayo de 2015

DOS MEMORIAS... Y UN SÓLO SENTIMIENTO

No amanece cuando menos te lo esperas, sino cuando más lo necesitas. No busco lo que encuentro; simplemente intento encontrar lo que busco, Y sólo buscaba ser feliz. Respiro soledad en mi habitación vestida con el pijama de cuadros azules y tela gruesa. No hayo mejor sustituto para el calor. Ni para el frío. Tampoco quiero reflexionar pues me sumerjo en la pena, en la tristeza o en la nostalgia.
Hay cosas que pueden ser y no son. Y lo que no puede ser… termina pareciéndose. Ya lo dije antes. No buscaba nada… simplemente lo encontré.

Ahora vivo para mí y por ella. Justamente lo que necesitaba. No sé muy bien cómo me siento. En parte defraudado, en parte decepcionado, en parte fracasado… y podría seguir unas cuantas frases definiendo diferentes estados de un alma que entregó todo y recibió lo que consideraban justo. Justo, precisamente, hasta el momento en que mi alma y mi corazón quisieron enderezar un ego demasiado superficial. Me siento como si hubiera enterrado un familiar por mi propia culpa, por no hacer caso de una advertencia por su bien, y, finalmente, la muerte me da la razón. Razones que uno nunca quiere tener.

Te has muerto por fumar tanto… ahora te jodes, por no hacer caso. ¿Por qué coño te mueres? Y las pupilas de tus ojos dibujan el agua de los te quiero mal disimulados en las palabras que, ahora, cuestan tanto pronunciar. Gestos que son sueños, sueños que son derrotas, derrotas que mueren con cada consejo no escuchado.

Odio tener dos memorias y un solo padre. Debería ser al revés. Después de todo, el sentimiento no se hereda. Se siente. No hay más. En cualquier caso, la memoria fotográfica, literal y nunca mejor dicho, se quedará donde está: cerca del vacío que provoca quienes odian por odiar. La otra memoria, como si de una carrera se tratara, me perseguirá toda la vida hasta que llegue el día en que la adelante… la vida cansa, mientras que la memoria no tiene freno; la memoria no olvida.
Me tranquiliza, al menos, sentir mi conciencia intacta. Sólo mi hija seguirá siendo dueña de mis disculpas. Es la única a la que tendré que pedir perdón.

sábado, 16 de mayo de 2015

LA CICATRIZ DE NUESTRO DESTINO

Es como desmontar un mito, mientras escucho los punteos de una guitarra. Recuerdos que son canciones que se convierten, a su vez, en recuerdos. Siempre palpé una excesiva fragilidad, resguardada del orgullo de quienes la quisieron ocultar, disfrazar, no sentir, ignorar... falsamente aparentar.

Fotos que no existen, cajones vacíos, huecos llenos de momentos que, de repente, tienen que desaparecer. No es fácil detener el reloj de la vida. No es fácil mirar hacia atrás con los ojos cerrados. Las cosas se pueden hacer bien o se pueden hacer mal. O se pueden dejar de hacer. Aunque lo más seguro es que se hagan sin saber si las hacemos bien o mal. Y después no sabremos valorarlo...

Hay lugares para soñar, para vivir, para dormir. Lugares en los que deseamos estar, lugares que queremos evitar. Lugares, tristes o alegres; grises o llenos de colores, con sonrisas dibujadas sin forzar y tristezas eliminadas con las sombras del destino. Lugares inertes, inanimados, rutinarios... o lugares cambiantes, con vida, llenos de ritmo... lugares vacíos de gente, o llenos de personas que formaron nuestra vida del pasado. Lugares expresivos, irreflexivos, candentes, tolerantes. Lugares respetuosos o, en su defecto, lugares carentes de sentido. Lugares que flotan debajo de nuestros pies.

No sé dónde está mi lugar. No lo encuentro. Sólo veo la cicatriz que el destino dibuja en mis entrañas.

sábado, 9 de mayo de 2015

TIEMPO DUPLICADO

O lo que es lo mismo, el doble del ansiado para poder tocar todo un diminuto cuerpo. Y, destino caprichoso o delincuente, roban vida en forma de segundos que me hacen pensar más allá de las vías del tren. Segundos que transforman el aire que respiramos en una especie de dogma, de forma de vida, de creencia inexistente para poder existir.

El caso es que nueve más nueve no deja de ser el doble de nueve. El doble de la original, aquella que esperas que pase pronto y que se hace eterna. Por eso, segundas partes no suelen ser nunca buenas. Después, todo fue demasiado rápido. Crecemos el doble cuando existen niños a los que cuidar, y la distancia hace que sea el doble la nostalgia y el arrepentimiento que, a posteriori, nunca debimos mostrar. El pasado es el doble de pesado y se multiplica por mil en cuanto a términos de imposible olvido.

Nadie dijo que sería fácil. Pero ni para unos va a ser tan difícil como puedan imaginar ni para otros tan fácil como se pueden pensar.

Después de todo, seguimos estando en manos del destino... y para algunos puede que llegue antes que para otros.

Hasta el doble, o más...

sábado, 2 de mayo de 2015

MAYORÍA DE EDAD

Es evidente que ni soy perfecto, ni lo pretendo. No lo hago todo bien, y espero no hacerlo todo mal. Cuando las cosas pasan, pasan porque hay una serie de hechos o circunstancias que determinan dichos hechos. A veces aguantamos un envite, y otras veces nos colmamos de paciencia y padecemos de por vida. Todo en la vida es decisión. Y es difícil saber por qué uno no se decide antes o después. Sólo la muerte decide el momento, y también alcanza una mayoría de edad que te hace reflexionar.

A partir del hecho, nos quedan dos opciones. Anclarnos y mirar el pasado, o sobreponernos y mirar el futuro. Entiendo que haya gente que no sepa mirar el futuro y tenga envidia de quienes saben hacerlo. Hay señoras aburridas que prefieren dejar a la familia a un lado para culturizarse viendo a solas los "Kikos" y "Pantojas" de turno en programas tan instructivos como son los "sálvame, sálvate, vive deluxe... y viceversa", mientras intentan buscar un argumento medio coherente para algo que no sabe cómo defender y sin molestarse siquiera en escribir correctamente.

Quizá debiera pedir, a otras personas, el "besómetro" que mida cuánto quiero y amo a mi familia. Así quedarían satisfechas del todo quienes confunden los antidepresivos con los ansiolíticos, ya que parece ser que tomar estos últimos (me refiero a los ansiolíticos, nunca he tenido un antidepresivo en mis manos...) durante más de 10 años es bueno mientras uno no se salga del tiesto, como diría cierto profesor mío de latín.

También hay gente que se deja influenciar por las opiniones de una de las partes sólamente, que duda de la madurez de las personas y regalan palabras como inestabilidad o inseguridad sin contrastar los datos. El único desasosiego y dolor se lo crean ellos mismos preocupados más por unas ideologías independentistas que por contrastar información de unos hechos acontecidos por no dar cierto brazo a torcer... estos sí que dan pena, débiles de mente, que se creen lo primero que les cuentan, y orgullosos de razón. Espero no toparme nunca con alguno así...

¿Qué buscamos, entonces? ¿Inventar por inventar? Tengo las pruebas de todo si alguien necesita comprobar el por qué de mis actos, y mi conciencia está tan tranquila que soy feliz a mi manera, y también entiendo que no lo soporten.

Pero eso también se me escapa a la razón. Yo, por ejemplo, no necesito pastillas para caer redondo en la cama. Antes de hablar, deberían pensar las cosas... Será que tienen la conciencia revuelta.

Al tiempo...

sábado, 25 de abril de 2015

TAL PARA CUAL

Dicen que cuando vamos a morir, vemos pasar toda nuestra vida delante de nuestros ojos. No tengo que esperar a ello, sinceramente. Todo son recuerdos. Probablemente, cosas mal hechas. Actos sin pensar. Consecuencias sin prevenir. Niños sin nacer. Infancias sin retornar...

Lo que nos pasa hoy nos marca para el mañana; mas, aunque quisiera imaginar mi mañana, apenas puedo pasar la página en la que me encuentro hoy. No siento nada diferente de aquello que podría esperar. Cuando uno decide actuar, lo hace en consecuencia, y no debe sentir vergüenza por ello. Si acaso dolor, dolor por quien no tiene culpa de nada y sufre los daños colaterales. Si fuéramos capaces de prever los imprevistos no los trataríamos como tales.

Y aquí me encuentro, con una sensación tan diferente como extraña. Deseando cambiar tantas cosas que sería imposible saber por dónde empezar. De nada sirve el arrepentimiento sino como simple experiencia para conocer los errores cometidos. Aunque conocerlos no implica no volver a caer en ellos. El día a día dará forma a mi nueva vida.

No temo al rechazo o al olvido. Lo que temo es la maldad disfrazada de indecencia. Porque todavía no me han convencido de que la cobardía mostrada no es más que un odio mal disimulado.

Tan evidente como la falsedad del hipócrita. Tal para cual...

sábado, 18 de abril de 2015

HASTA SIEMPRE

O hasta la vista, o hasta pronto... o quizá un simple adiós. Porque la emoción no compite con los sentimientos, van unidas de la mano. No es fácil volver la vista atrás y encontrar una pizca de sal y pimienta que formó parte de algo que pudo ser y se empeñaron en que no fuera. Porque esa es la única verdad, la que cada uno siente en el corazón.

Siento como si hubiera tirado mi vida por cada uno de los 4 costados de mi alma. Cuando uno regala momentos, instantes o detalles no piensa en el futuro. No se puede imaginar que le puedan robar el pasado por haber hecho simplemente nada. Nada. Esa es la palabra. Por más que busco en mi conciencia, no encuentro nada malo. Y si por impedir que pongan la foto de mi hija, una niña de 6 meses, en un lugar público, paso a ser un hijo de puta, como han llegado a decir, pues tendré que serlo. Todo por defender a mi hija, su intimidad y sus derechos.

En minutos, he pasado a ser un hombre bueno a un hombre con maldad. Y yo, que sin embargo llevo viendo la maldad de la gente cuando no sabe disimularla, me ha bastado esos mismos minutos para comprobar que, efectivamente, esa maldad existe, es real, que cuando uno deja de ceder pasa a ser un cabrón, a ser una persona con mucha maldad. Y mi supuesta maldad, con más maldad se vence.
Puedo perder muchas cosas, llorar hasta morir, vivir en un mundo de pena y soledad, gritar hasta desaparecer, aguantar calumnias y falsos testimonios... No sólo puedo, sino que tengo. Tener que. Un verbo que nos obliga a luchar.

Así que lucharé hasta el final, aunque pueda obtener el peor de los resultados. Porque sabemos que la justicia pende de un hilo, está demasiado inestable, y el primer paso para acabar con esta justicia que tenemos es simple. Basta con mentir y pronunciar al mismo tiempo una palabra: maltrato.

sábado, 11 de abril de 2015

EGO

El ego centrado en el yo es capaz de mostrar la verdad, aunque más bien consigue lo contrario. Pero no hablemos de mi yo, sino del yo de ella. Ella como mujer, o como ente, o como razón, o como ser que quiso ser y que, después de todo, no dejaron ser. Ni estar.

El respeto, la tolerancia y la comprensión son cosas diferentes. El primero hay que tenerlo siempre, y el último, cuando nos llegue la razón. Si algo no se entiende, no se puede forzar. La tolerancia está a medio camino, y según nos convenga, la acercaremos a un término u otro. Y habiendo siempre usado el respeto, ahora encuentro la intolerancia de quien nunca me comprendió.

Y en el fondo, su ego me da pena, que no su incomprensión. Y tristeza. Con una herencia genética demasiado cruel y un seno familiar completamente desestructurado. La unión jamás hizo la fuerza en semejante panorama. Y, muy a mi pesar, cuando alguien no quiere ser como los demás quieren que sea, destruyen toda ideología basada en el pasado y se centran, una vez más, en el ego. No puede haber peor forma de apartar a ese alguien de unas vidas que siempre han simulado una felicidad inexistente.

Mi verdadero yo no ha gustado; que triunfe el ego de los idólatras importa más.

En vez de buscar su propia felicidad, quieren la infelicidad en los demás. Deprimente.

sábado, 4 de abril de 2015

UN RENCOR LLAMADO DIGNIDAD

Llegará el día en que todo pase, todo finalice según nos merezcamos, todo se reinicie con el mejor de los deseos. Y mientras ese día llega, las palabras no dejan de ser palabras, y los deseos puras intenciones. Lo impensable parece posible, y lo imposible es no pensar en tantas horas muertas que la vida nos regala con sonrisas tristes, desafiantes, sin sonido pero con maldad.

A mi nadie me ha perdido. Simplemente no han querido ver mi camino. Y el futuro sigue siendo incierto, por mucho que nos quieran hacer creer lo contrario.

Ha pasado casi un mes, y desde mi camino observo, a lo lejos, otros caminos de rencor, envidias y egoismo. Me ven, me conocen, llaman mi atención. O me ignoran y se muestran indiferentes. Estudian mis actos, u obvian mis emociones. Incluso diría que me quieren empujar, hacia un lado o hacia el otro, no sabría decir...

...pero siguen siendo cobardes.

La dignidad de unos puede ser el rencor de otros. Allá ellos...

sábado, 28 de marzo de 2015

UN MAR DE LUTO NEGRO

Yo también siento, me emociono, sufro. Sueño y no duermo. Tengo recuerdos. Hiero. Noto un final. Busco la tristeza. Río... e imagino el futuro que tengo que perder. Me baño en un mar de luto negro. Busco el silencio. Me muevo a ciegas. Observo. Contemplo risas de olvidos permanentes.

No puedo decir más que he fracasado. Momentos ignorados por lágrimas sinceras. Es el precio que tiene la derrota. Trampa de pasión, deseos de un corazón orgulloso. Terco. Demasiado obstinado. Parco en palabras. Porque todo me recuerda al sonido de una lágrima cuando se desliza por mi mejilla. Nada. Todo me recuerda a nada.

Mueren los recuerdos, el tiempo al pasar, los sueños al despertar. Muere la vida, el futuro y el pasado. Mueren los hechos, los momentos vividos. Las disputas, los abrazos, las sonrisas, los regalos, las canciones, las miradas y los besos robados. Mueren las palabras y los olvidos. Y muere aquello que no se separa, lo que permanece unido. Mueren los cumpleaños. Mueren los días, las caricias y los susurros en cuartos oscuros. Mueren las almas. Mueren los paseos, las luces, las noches y los amaneceres. Muere la muerte...

Así que mi abuelo, que decía que todo tiene remedio menos la muerte, no se equivocaba...

Dejemos que la muerte viva en paz.

sábado, 21 de marzo de 2015

MIL VIENTOS

A veces, no cabe lugar el perdón sin un mínimo de arrepentimiento. Nos escuchan desde la distancia, si es que tenemos suerte. Déspotas, autoritarias, dominantes sobre quienes tienen debilidad de mente, escasa personalidad. Argumentos inexistentes que cobran vida por el énfasis al pronunciar. Egoístas, egocéntricas, falsas defensoras de la justicia que no ven más allá de su verdad...

Los vientos corren en todas direcciones y, por desgracia, eso no se puede cambiar. Me preocupa que incluso aquello que es obvio parece evidenciar la falta de carisma, compromiso, o simplemente el poco saber estar de quien dice actuar siempre con la mejor de las predisposiciones.

Pero nada parece importar. Mis deseos son basura, y las apariencias una realidad. Así que me tomaré la libertad de sentirme como quiera cada día al despertar.

Según el viento que toque.

Según mi inútil verdad...

sábado, 14 de marzo de 2015

NO SER, NO ESTAR

No ser como uno quiso ser para complacer a alguien no es suficiente. No me gusta lo que hago. Sufro. Y quien piense lo contrario se equivoca, más ¿cómo demostrar a alguien que está equivocado, cuando sólo ve el error en los demás?

Es en estos momentos de insignificancia cuando uno se percata de la importancia del instante. Y quizá haya llegado mi instante...

Todo duele, en mayor o menor medida, en similar o diferente forma. Todo duele. Y lo que más duele es la no aceptación de lo obvio delante de las narices de uno.

Y sin embargo, el malo es uno simplemente por no estar. No estar y no ser... Pues si ese es todo el daño que uno puede hacer, si ese es todo el daño que a uno le reprochan, débil es el enemigo y completa es su ignorancia sobre las cosas. Aunque no subestimo su inteligencia, pues demasiado han engañado ya.

Seguiré sin estar, y comenzaré a ser. Welcome to the real world...

sábado, 7 de marzo de 2015

CLARO, MI AMOR, CARIÑO, CORAZÓN...

...O cómo regalar música maliciosa para nuestros oídos... o para los oídos que se dejan embaucar. Falsas palabras de cariño que no demuestran nada. Formas de hablar propias de los autómatas que pronuncian sílabas sin sentido ni razón. Así que con más motivo apruebo mi omisión, porque decir a alguien que es tu amor no demuestra precisamente eso, sino aumentar un ego frustrado por la compasión. Ni más ni menos.

No sé muy bien cómo explicar lo que quiero decir a continuación. Es difícil mantenerse sin traspasar la línea de lo que resulta necesario y aquella que alcanza lo empalagoso. Ahí es a donde quiero llegar. Porque no por mucho pronunciar una misma palabra demuestras más que los demás. Sobre todo si denoto cierta falsedad en al timbre al pronunciar, cierta obligatoriedad, cierta monotonía, incluso ansiedad, por querer ser más que los demás...

Y ahora reprimo la risa cuando pienso en que el comportamiento es idéntico para con los demás. Base de la infidelidad, incultura de la sinceridad. Llamadlo como queráis... incluso forma de ser...

...pero jamás llamaré "cariño" o "mi amor" a mi hija. Porque ella ya lo sabe sin yo tener que decir nada, porque eso no demuestra nada, porque es cosa entre ella y yo y porque, sobre todo, no me hace falta decirlo para demostrar nada a los demás.

La mentira es muy fácil: basta pronunciar una palabra. La verdad es mucho más difícil... basta olvidar esa palabra. y del olvido nadie se acuerda hasta que vuelve a pronunciar...

sábado, 28 de febrero de 2015

LOS BESOS DE MI TORTURA

Callejeando por los besos de mi tortura, encontré la belleza que, sin querer, vamos dejando por el camino. Porque, después de todo, cada uno tiene lo que encuentra, y no lo que busca. Y lo que se encuentra viene dado por el destino, la casualidad, la mal llamada fortuna o, quizá, la creencia de algo que no sabemos muy bien el nombre que tiene... entiéndase así una mala definición de la fe.

El vacío se siente cuando las palabras de quien habla no se pronuncian con la convicción de ser creído. Gana la debilidad, y pierde la buena voluntad. Se puede discutir de muchas maneras, y siempre se elige la peor, la que no concede oportunidad, la que impone voluntades a quien jamás quiso someterse a la realidad.

Todavía no sé lo que es la vida, no sé si tengo derecho a dar vida, a cuidar vidas, a permitir mejores vidas o a intentar mejorar la vida de los demás. Ni siquiera sé si tengo derecho a vivir. Eso no depende de nosotros, sino de las entidades, en forma de países, sectas, religiones o comunidades que imponen y vuelven a imponer. Y volvemos a lo mismo...

Todo forma parte de una tortura que desconocemos, pero que avanzamos hacia ella de manera inexorable. Porque nadie debería quitar algo que luego no se puede devolver...

sábado, 21 de febrero de 2015

LA PRIMERA NOCHE

La primera noche que te quedas sin dormir se hace bastante larga, como si no tuviera principio ni final. El tiempo pasa despacio y nada calma la ansiedad, nada mengua las ganas de dormir, nada puede hacer que deje de pensar y nadie conoce la auténtica verdad. Porque incluso se cuela una sensación parecida a la ilusión esta primera noche donde se empieza una rutina y dejadez que poco se puede hacer por evitar.

Dicen que tarde o temprano las cosas se demuestran por sí solas; vamos, que caen por su propio peso. Me gusta pensar así, y cuando algo sucede, sobre todo si es de improvisto, por algo será. Porque no puede ser que sea únicamente una persona la que siempre crea tener la razón absoluta y el resto del mundo estar equivocado... creo que ni la misma Naturaleza lo debería permitir.

Creo que, haga lo que haga, seguiré siendo siempre el que lo hace mal. Y si me lo han enseñado así, seguramente me lo han enseñado mal...

El problema es que hay demasiadas primeras noches a lo largo de mi vida, y supongo que las seguirá habiendo.

sábado, 14 de febrero de 2015

EL ALMA DE LA CAJA TONTA

No se entiende la soledad en la distancia, la lejanía, hasta que no se vive. Ser forastero en un entorno sobradamente conocido de memoria de toda una vida que no corresponde con la actual. Y cuando volvemos, entendemos al tiempo que dejamos de comprender.

Aunque es cierto que yo mismo digo a veces que me cambiaría por otras personas, realmente la sensación es demasiado íntima, y nunca sabremos si saldríamos ganando o no.

Hace unos días, una persona me comentaba que firmaba en un papel el morir mañana mismo si a cambio no se enteraba de nada. Me decía que somos como un televisor. Si a éste le quitamos una pieza, deja de funcionar por la misma razón que si a un humano nos quitan un órgano, como los pulmones o riñones, dejamos de funcionar. Pero no por eso el presentador deja de estar en la televisión. Ese está en otro lugar. Así es nuestra alma. Dejamos de funcionar, pero las emisiones continúan.

No sé si hacer mucho caso a esta persona, pues demuestra demasiada bipolaridad en sus ratos libres (que suelen ser nulos, o completos, según se mire...). Pero, cuando menos, da que pensar.

Así que a ver si pasamos otro día y mañana veremos por dónde se mueven nuestras almas. Porque aunque el cuerpo no se pueda mover, a veces las almas siguen siendo muy "porculeras"...

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