Difícil de contar, de hacer, de adivinar. Difícil de prevenir. Difícil de vivir. Así es la vida. Sin pausa, sin respiro, sin elección. Con un pasado lleno de errores, y con un futuro repleto de temores. Incierto. Sí, ya sé que no es una novedad. Quizá algún día hable abiertamente, sin segundas líneas o medias tintas. Sin forzar una sonrisa o esconder una lágrima. Llamando a las cosas por su nombre. Hoy sólo puedo mostrar tristeza mientras lamento mis errores y analizo mis fracasos. Porque una cosa es equivocarse y otra muy distinta es asumirlo. Encajar golpes. saborear los malos momentos. No sé de dónde proviene mi debilidad, y ya no encuentro lugar donde obtener fuerzas extra. Quizá hubo un momento pasado en el cual decidí huir, y no me di cuenta. Y cuando huyes, no prestas atención a lo que ocurre a tu alrededor. Sólo se piensa en llegar lo más lejos posible. Así que puedo pensar que en mi huida, llegué a otro lugar del cual también decidí huir, y ahora me paso la vida huyendo...
Pero no sé de qué...
Pero no sé de qué...
No hay comentarios:
Publicar un comentario