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jueves, 25 de agosto de 2011

PEQUEÑOS DETALLES

El mundo se mueve por los pequeños detalles. No hace mucho tiempo (unos meses, creo recordar) que me regalaron una cubertería, sencilla, sin florituras. Para uso diario. Justo lo que necesitaba. Cuando te regalan algo que necesitas lo agradeces mucho más. Todavía no la he estrenado. Es más, sigo utilizando algunos cubiertos con el mango de madera, de baja calidad, y luego pasa lo que pasa (no hay más que ver la fotografía). Aunque sea muy a mi pesar. Si por mi fuera, los hubiera tirado ya todos los que tienen el mango así, y hubiera empezado a usar mi cubertería de diario. Quizá mañana me muera, y me muera sin poder usarla. Por causas que aún desconozco. No sé el motivo por el cual no se está usando la nueva cubertería. Incluso se le da prioridad a esta de la foto, antes de utilizar otros cubiertos más fuertes y de mayor calidad que también tengo. ¿A qué esperamos? ¿A que me de un infarto...? Ahí está, guardada, sin usar, esperando a... realmente, no lo sé. Esto me recuerda esas cadenas de mails que te aconsejan vivir el día a día, sonreír siempre, hacer que cada segundo sea especial... y precisamente, personas que envían este tipo de mails basura, que lo único que hacen es generar tráfico, son las que luego viven de manera más miserable. El que me conoce sabe que, directamente, ese tipo de correo es eliminado de mi buzón. ¿A qué esperamos? Estos pequeños detalles hacen que la vida merezca menos la pena. Tengo cubiertos nuevos y... ¡no los puedo usar! Esto, que llevaba ya un tiempo queriéndolo contar, es una nimiedad, algo ínfimo, comparado con todo lo que podríamos mejorar como personas si no nos fijáramos tanto en las apariencias. Me da mucha pena, pero es así. Es un simple ejemplo, de los cientos que se pueden dar al día. Pero es triste porque ocurre... más de lo que quisiéramos.

4 comentarios:

  1. Hola querido Manolo, a veces pasa que la gente le da más importancia a las grandes cosas que a las pequeñas, y no saben lo que se pierden, tu hablas de cubiertos, yo de camisetas, ajajaj mira que me fastidia tener que tirar mis camisetas viejas llenas de agujeros que parecen roidas, camisetas de ac-dc, maiden.... que son parte de mi historia, y venga a comprar camisetas nuevas, hasta que he decidido ir tirando y renovando. Cada uno tenemos nuestras manias, que se le va a hacer. A veces las apariencias no engañan.
    un abrazo.

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  2. Supongo que ante esos dos cubiertos que muestras, el que esta roto, parece el más elegante, el más bonito, el que se lleva... Esa es la apariencia que queremos mostrar, que la mayoría de la gente muestra. Pero, nunca nos paramos a pensar como es lo de dentro, prueba de ellos esta en el mango, uno se rompió, muy bonito por fuera, frágil por dentro, el otro, simplemente seguirá ahí, porque no le pesan los adornos, es como es, y solo algunos pocos puedes ver su esencia.
    Así es la vida, solo pocos se dan cuenta de que lo importante no es la superficie, no son los detalles de mayor importancia, los regalos más caros... Si todos fueramos como el cubierto de la izquierda, no habría mal en el mundo, sabríamos que esperar del otro, para que sirve, sin adornos, ni mentiras.

    Un beso.

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  3. Aaaaaay Manolo, con esto que me cuentas hoy me estás recordando a mi madre; la buena mujer tiene intactas en casa y sin estrenar muchas de las cosas que le regalaron cuandos e casó (y fíjate que llovió), allí hay todavía empaquetados juegos de sábanas, de toallas, de ropa de dormir... cosas que a este paso ya podrían ser catalogadas vintage. Así mismo hoy todavía conserva la manía de guardar las cosas que los hijos le regalamos por Navidades o en los cumples, "es por si acaso...", que dice ella. ¿Por si acaso qué? Se guarda los pijamas, las zapatillas de estar por casa, pequeños electrodomésticos... nada, que cualquier día le montamos los hijos un bazar de todo a cien con lo que guarda.

    Yo es que no soy así, yo estreno tooodo lo que cae en mis manos. Y es que es como dices tú, asímismo de fatalista: "mañana me muero y ¿qué? ¿lo disfrutará otro?". Que no, que no...

    Que saques la cubertería de diario, Manolo, que es para todos los días. Anda que si llega a ser de plata...

    Besos, amigo.

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  4. Los pequeños detalles son los únicos en darte, los mejores momentos de la vida, los que jamás olvidas. Y por ello, nunca debieran ser aplazados; como bien dices, nunca se sabe cuando nos iremos...

    Un afectuoso abrazo, Manolo.

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