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viernes, 12 de agosto de 2011

BUENO O MALO

Mi mano no siempre alcanza a ver la justicia. Y reconozco no ser justo muchas veces. Al igual que reconocemos no ser perfectos. No me gusta que me halaguen por cosas que, en un principio, son triviales. Y que nos reconozcan ciertos méritos forma parte de esas trivialidades. Sin embargo, sabiendo que no todos somos iguales, seguramente me falta espontaneidad, esfuerzo, alabanzas y gratitud para aquellos que hacen multitud de cosas buenas y algunas malas. Y las malas se dicen siempre, para mejorar, para que se haga autocrítica, para intentar corregir defectos... y las buenas se toman por obvias y parece que pasan al olvido. Pero no es así. Sé que la mayor parte del tiempo, la gente, tú, estáis, estás haciendo cosas buenas. Y no tendría espacio en el blog para enumerarlas una a una. Mi ser me impide decirlas en el momento apropiado, actuando de forma egoísta, brusca, hacia la gente que me importa. Lo bueno está ahí. Pasa a cada segundo a tu lado. No se dice porque se entiende que es lo que se debe hacer. Igualmente, yo me esfuerzo por hacer siempre lo bueno, y no quiero que se me esté recordando constantemente. Porque lo mismo que lo entiendo para tí, lo entiendo para mi y para los demás. Es uno de mis grandes defectos, seguramente. Pero jamás lo malo se convierte en un reproche. Qué más quisiera yo... que nadie hiciera nada mal. Gracias a lo bueno de todos, a lo bueno de ambos, podemos seguir soñando con un futuro un poco mejor. De otra forma, no cabría ninguna esperanza.

6 comentarios:

  1. Pues pese a que no te guste sabes que yo misma seguiré elogiándote por lo que tú consideras trivialidad y que yo veo como algo digno de alabanza: tu frescura escribiendo, tu prosa poética que me encanta, tu arte a la hora de regalarnos hermosas fotografías- con o sin "photoshop" y sobretodo por tu constancia intachable.

    No somos seres perfectos- pese a que fuimos creados a la imagen y semejanza de Dios- pero resulta que el Señor centró en nosotros todos sus defectos inexistentes y un manojo considerable de imperfecciones. No somos perfectos, nadie espera que lo seamos- y si alguien se lo espera que se vaya al cuerno, con perdón- por lo tanto nadie debe juzgarnos ni nosotros deberíamos juzgar a nadie.

    ¿Sabes? Con que existiera en el mundo más gente como tú, capaz de pararse a analizar un segundo lo que está bien de lo que está mal y ser capaz de separarlo, el futuro seguramente pintaría menos gris.

    Un beso enorme y buen finde, amigo.

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  2. Me voy de puente, así que me conectaba para despedirme hasta el martes, pero leí la entrada y tenía que comentar algo jejeje. Me tienes enganchada a este blog.
    Una cosa que he aprendido en mi trabajo es que decir las cosas que uno hace mal, no ayuda en absoluto, puede ser por que lo tomamos como una ofensa, o que no nos gusta que la gente analice lo que hacemos mal... O puede que sea porque nos pasamos la mayor parte del día dándonos cuenta de lo que hacemos mal, y en algun momento necesitamos que nos digan lo que está bien, pero, yo soy de las que opina que un reforzamiento positivo, es lo mejor del mundo.
    Cuando vas por la calle, y sonries a alguien al pasar, este o te mira raro, o suele devolverte la sonrisa, cuando alguien te pita en el coche, y tu le deseas que pase buen día, suele irse pensando porque no me habrá gritado a su vez. Puede parecer que es mirar el mundo de color de rosa, pero es que en verdad me gusta más que verlo de color gris (aunque tus fotos del otro blog me gustan).
    Hacer las cosas bien no es tu deber, es tu manera de ser, y sí, aunque no te guste, hay que decírtelo... Así que ya que vamos con este tema, me gusta que nos hagas pensar con tus palabras, lo haces bien, lo muestras bien y de una manera concisa.
    Un beso y feliz puente, recuerdos a María.

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  3. A nadie le gusta que le digan que ha hecho algo mal, pero ¿qué duda cabe que es necesario? De esa forma se ayuda a mejorar, siempre dependiendo de cómo se digan las cosas, porque hay quien te lo dice para ayudarte a rectificar, y quien te lo dice con el afán de hundirte, haciéndote sentir como una mierda (con perdón). No hace gracia que te hagan ver que te equivocas, pero es preferible a que te dejen pasar un error tras otro, que se irán acumulando para acabar provocando un daño que quizá no tenga solución, ya sea en una relación sentimental, con la familia, en una amistad, en un trabajo... La mayoría hace las cosas con la mejor de las intenciones, lo que no significa que las haga bien, porque muchas cosas no nos las enseñan, y se hacen según se cree. En demasiadas cosas somos nuestros propios maestros, y no siempre los mejores, por eso está bien compartir lo que se sabe con los demás, y que los demás lo hagan con nosotros, para poder crecer como personas. Es de eso de lo que se trata, no de ser perfecto. También hay que pensar que no es fácil decirle a alguien que hace algo mal.
    Por otro lado, las cosas buenas hay que decirlas, puede que no siempre (para no agobiar, o que piensen que somos unos pelotas), pero sí cuando es necesario, porque hay momentos en los que los ánimos están por los suelos, o se está poniendo mucho en lo que se hace, y unas palabras que lo valoren llenan un montón y dan fuerzas, que nunca sobran en la vida.

    Uno de mis grandes defectos tiene que ver con el que nombras como tuyo, y es hacer las cosas según creo, según quiero que los demás las hagan conmigo, y no me doy cuenta de que mi forma de ver las cosas, o mis necesidades, pueden no ser las mismas que las de los demás, porque ellos no son yo. Por suerte alguien me lo ha hecho ver, alguien que no duda en decirme lo que hago mal, y que sé lo hace porque me quiere. Cuando algo así ocurre, sólo se puede dar gracias, porque es una oportunidad de ser mejores.

    Continuará... (Es broma jajaja)

    Un fuerte abrazo, y buen fin de semana!

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  4. Hola Akasha!!

    Bueno, antes de nada, decirte que mis fotografías puede que lleven algo de photoshop, pero es algo trivial, algún ajuste de color o brillo, ajustes típicos que hacen también los profesionales, los fotógrafos en los periódicos, los de estudio...

    Me halagas en demasía, lo cual agradezco, aunque al tiempo que procuro que no se me suba a la cabeza. Esa prosa poética me sale casi sin pensar, aunque, como en todo, hace falta siempre cierta inspiración.

    Por lo demás, poco que añadir. Perfectos, imperfectos... poco importa. Somos como somos y no se puede cambiar... si acaso, intentar corregir una línea recta en algo más curva, pero es imposible quebrar la línea. Seguiremos como hasta en la media de lo posible.

    Besos.

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  5. Hola Tamara.

    Ya sabes que para mi es un honor que sigas el blog y que te guste tanto como a mi al escribir. Deberíamos tener esa actitud positiva que comentas, todos y cada uno de nosotros, y la vida sería mucho más fácil. Reconozco que no soy de esos, de ir dando sonrisas y esperar a que me las devuelvan. Demasiado tengo con ser yo, con mi forma de ser, con mis manías y mis defectos, intentando no influenciar a los demás. Es más, creo que si me sonrieran, no devolvería sonrisa, pues el mundo de desconfiazan en el que vivimos, el mundo en el que estamos, no lo entendería. El cerebro humano es muy complicado, Y nos pueden malinterpretar (es lo más fácil) y pensar cualquier cosa excepto que esa persona la que sonreímos lo hacemos simplemente para que nos devuelva la sonrisa, para hacerle ver que somos felices y que ella debe intentar ser feliz a su vez...

    Demasiado complicado, ¿no crees? Pero no podemos hacer otra cosa. Seguiremos ayudando, siendo nosotros mismos a nuestra manera, y así, al menos, podemos contribuir a que la vida sea algo más fácil sin que nos tachen de locos o cosas parecidas.

    Que tengas unas felices vacaciones!! Besos!!

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  6. Hola Anto.

    Bueno, has expresado lo que quería decir en esta entrada de otra forma distinta, pero con un significado idéntico. Así que poco más tengo que decir. También tengo a gente que me quiere, que intenta comprenderme al igual que yo intento comprender a todos y, evidentemente, todo se hace por la felicidad de esa gente que nos importa, con nuestros defectos y virtudes, con nuestras manías, con nuestro esfuerzo.

    Es bueno escuchar siempre críticas, que si no, nos dormimos y nos pensamos que somos los mejores y no es así, nos queda mucho, pero mucho, por recorrer, por aprender. Y contigo también aprendo mucho.

    Un fuerte abrazo.

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