Anuncios Google

viernes, 5 de noviembre de 2010

EL ÚLTIMO VIAJE

De nuevo, miré a mi derecha y vi el asiento vacío. Es como si no me acostumbrara a notar tu ausencia. Sé que estoy sólo, sentado más lejos de tí cada segundo que pasa. Quizá sea indiferencia, quizá pretendo ignorar que no pasa nada. La libertad disimula mi estado de melancolía, y la necesidad es cómplice de la libertad. Me pregunto si el pasado será capaz de sustituir al futuro, ese que aún no conocemos. El resplandor de las farolas apenas alcanza las finas hojas de las palmeras. El resplandor de las farolas... buscan alcanzar la luz de tu mirada, la esquivan, se enfrenta a ella y en ese momento, se da cuenta de su derrota. Un resplandor no puede llegar más allá que la propia sombra que genera. De nuevo, a lo largo de ese paseo, me sentí un ser tragado por la oscuridad que buscaba la salida con la creación de lo inexistente. No se puede crear algo que ya existe, ni se puede crear nada que dejó de existir hace mucho tiempo. Es como caer en la misma trampa una y otra vez, y otra, y otra... y a pesar de todo, sigo sin darme cuenta. Seguramente, a tí te pase igual.

6 comentarios:

  1. El sentimiento de pérdida, de espacios vacíos, es bastante duro de llevar, pero de una manera u otra acaba desapareciendo.

    Un abrazo, y que tengas un buen finde

    ResponderEliminar
  2. "...Es como si no me acostumbrara a notar tu ausencia. Sé que estoy sólo, sentado más lejos de tí cada segundo que pasa. Quizá sea indiferencia, quizá pretendo ignorar que no pasa nada. La libertad disimula mi estado de melancolía, y la necesidad es cómplice de la libertad".

    Me he sentido identificada con estas letras en concreto, pues muy a menudo uno se siente solo aún rodeado de gente, se siente vacío aún poseyendo todo lo material indispensable para vivir. Y lo peor es que nadie de los que te rodean son capaces de entender ese estado de melancolía innata.

    Hay una cita de García Márquez, muy a propósito a tu entrada de hoy:

    " La pero forma de extrañar a alguien es estar sentado a su lado y saber que nunca lo podrás tener." Odiosa certeza.

    Besos y anímate eh, que si no amenazo con montarme en mi escoba aerodinámica y llevarte un buen tazón de "queimada" ¡Verás cómo te animabas jajajajja!

    ResponderEliminar
  3. El pasado nunca sustituye al futuro, a menos que nos empeñemos en vivir en él. Pero yo soy de las que piensan que hay que ir dibujando el día a día.
    Hay que ver cómo se propaga este mal de la soledad y melancolía.
    Tiene razón Akasha, la soledad más dura es la que se siente cuando uno está rodeado de gente, y aún así no puedes evitar sentirla.
    Se pueden crear muchas cosas, te sorprendería saber de lo que somos capaces.

    Un beso

    ResponderEliminar
  4. Hola Zarzal :)

    Parece que el finde no va a salir como estaba previsto... espero que lo importante, lo de esta tarde, salga bien. Porque entonces ni siquiera ese sentimiento terminará desapareciendo.

    Abrazos.

    Hola Akasha... si te sientes identificada, mala señal, ¿no? A lo peor es que la tristeza se pega. Quizá seamos nosotros mismos los que buscamos esa soledad para poder ser un poco más fieles a nuestra forma de ser. Siento que el término medio no existe. Ni quiero todo, ni quiero nada. Quiero la mitad. Y es esa mitad la que nos hace falta...

    A lo de la queimada me apunto, jeje. Nunca la he probado... porque eso, ¿se come? ¿o se bebe? La escoba de momento dejala bien aparcada, pero ponle cadenas, que nunca se sabe... jejee..

    Besos!

    Hola Anne. Creo que el pasado está demasiado presente y eso hace que el futuro tenga miedo a salir. Pero tienes razón, aún así, el futuro sigue estando en nuestras manos, hasta que se transforma en pasado.

    Esperemos que esta soledad no nos invada a todos de golpe como si fuera un virus, jeje...

    Besos.

    ResponderEliminar
  5. ¡La queimada se bebe, criatura, y además es uno de los brebajes más ricos que existen para mitigar las penas jajajajjajaj!

    Bebida espirituosa (y tanto!) hecha en una olla de barro con aguardiente, granitos de café, pieles de naranja y limón, azúcar y luego se le prende fuego para que arda el alcohol. Eso sí, mientras arde hay que recitar un conjuro contra las "meigas": "Mouchos, coruxas, sapos e bruxas....

    Besos

    ResponderEliminar
  6. Gracias por la aclaración, si hasta me has dado la receta y todo... con lo que me gusta el azúcar, jajaja (lo que digo para que tomes nota...).

    En fin, que nos vamos animando un poquito... espero que tú también.

    Besos!!

    ResponderEliminar

Anuncio