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lunes, 11 de enero de 2010

COSTALEROS


A raíz de un hilo de discusión en una lista de correo de la Semana Santa de Linares, me gustaría comentar mi modesta opinión sobre el tema de los costaleros en Semana Santa. Antes de nada quiero manifestar que cualquier estilo que haga que la imagen "camine", es digno de ser respetado. Después me gustaría decir que antes que un paso a costaleros, prefiero otro tipo de "andar"... y en Linares únicamente hay dos formas. A costaleros y a horquilleros (andadores o portadores o hombres de trono... cada uno que lo llame como quiera). El costalero me ha parecido siempre una forma de ser más protagonista, de ser visto, de ser perseguido. Una forma menos elegante y más vistosa, que trata de arrancar el aplauso fácil.

Que nadie se moleste por mi opinión personal. Pero el silencio mientras observas las figuras es menos espectáculo que una chicotá torciendo varias esquinas por calles estrechas. Y la gente busca espectáculo. Esto no quiere decir que no me guste una buena chicotá o ver un buen paso andando con los pies de sus costaleros. De hecho, el momento más espectacular de la Semana Santa que he vivido fue hace unos años, un Jueves Santo, en la Semana Santa granadina, en la cuesta de los Grifos del Albaycin viendo como el Cristo del Perdón (si no recuerdo mal) subía por esas calles empedradas y hacía un giro imposible de 180 grados, en cuesta y casi sin espacio. De hecho, cuando mi mujer me dijo que el Cristo pasaba por ahí, no me lo creí. Hasta que lo vi. Las maniguetas del paso de Palio de la Virgen de la Aurora, que seguía al Cristo del Perdón, hicieron saltar chispas al rozarse con las paredes traseras y delanteras, porque un centímetro más y aquella maniobra hubiera sido imposible.


De lo que sí estoy en contra es de que las cogradías utilicen niños para conseguir que el paso no vaya a ruedas. Desconozco la situación en las distintas cofradías de Linares, pues hace unos años que estoy fuera y no sigo tanto los ensayos. Lo que es cierto es que hubo una crisis que hizo que muchas cofradías estuvieran pendientes de un hilo, hasta el último momento, para decidir si sacar el paso a ruedas o a costaleros. Es una crueldad que un chaval de 16 años porte un trono, sea el estilo que sea. No es menos cierto que cuando no teníamos cultura en este aspecto ni teníamos ningún espejo llamado Sevilla, Málaga o Córdoba donde mirarnos, se hicieron barbaridades de este estilo o peores y 20 años después aquellos muchachos, hoy hombres, siguen paseando sus tronos. Y es que los tiempos cambian, casi siempre para peor. Yo de chico no tomé actimel para mis defensas, ni biofrutas para el crecimiento, ni fibra para cagar mejor... y no ha pasado nada extraordinario. Donde se ponga un bocadillo de barra de mortadela y chorizo...

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